Morir no es dejar este mundo.
(****)
Muerto en vida.
Esa expresión siempre me ha llamado la atención por lo vacía que suena. En realidad, he experimentado la sensación más de una vez en mi corta vida que ha estado llena de desgracias y penas. No soy un mártir, pero tampoco me agrada haber estado tanto tiempo lastimándome a mí mismo y flagelando mis experiencias.
Son solo experiencias y a cualquiera le pudo haber pasado, no por eso se justifica que haya sido una mala persona durante tanto tiempo.
—Disculpa, ¿tienes un segundo? —dejé de trotar y miré a la chica que me había llamado.
Hoy, como no podía seguir durmiendo, decidí levantarme e ir a hacer un poco de ejercicio, por eso, aunque me siento un poco cansado, seguía pensado y pensando mientras corría por las sólidas calles de Ushinawareta.
Me sorprendió un poco verla a lo lejos, pues aún es temprano y no hay nadie por aquí, pero me sorprendió más que me llamara. No sé por qué si a lo lejos se nota que soy su única opción.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —respondí tranquilo, analizándole.
No estaba muy feliz con tener que hablar con alguien, pero decidí que sería muy grosero dejarla con la palabra en la boca y solamente irme sin decir nada más.
—Sí, muchas gracias por parar, soy nueva en la aldea y no sabía a quién preguntarle —una risa nerviosa fue lo que salió después, no sin antes acercarse más a mí. Decidí, además, tener mi guardia alta por si sucedía algo extraño o ella es una infiltrada—. Tal vez usted pueda decirme en dónde puedo encontrar a la doctora Hiruda Usui.
La miré más atentamente. ¿Quién es ella?
—¿La conoce? —pregunté un poco desconfiado.
Además, decidí que sería apropiado saber un poco de información, solo por si acaso. No creo que Hiruda esté muy feliz si le llevo a la primera persona que ha decidió requerir de su presencia.
—Sí, durante un largo tiempo vivimos juntas, pero hemos perdido contacto. He decidido visitarla —respondió la mujer extraña.
La miré más cauteloso, dándome cuenta de que un chico de mirada vacía y desinteresada se encontraba tras ella. Por un momento me recordó a mí, pero luego decidí alejarlo porque su mirada, al contrario de la mía, es inocente.
—¿Cuál es tu nombre? —pregunté de nuevo. Recaudar toda la información posible es necesario para poder saber quién es, ¿no?
—Me llamo Hyouka Tsubame. Es un gusto conocerte —extendió su mano alegremente, por lo que, prevenido, decidí tomársela y estrecharla lentamente.
Se me hace un poco conocida. Tal vez es por el gran parecido con Hiruda.
—Bien, entonces sígueme, iba hacia allá precisamente —respondí.
Mentira. Una vil mentira.
Pero bueno, conseguir cualquier pequeña excusa para poder ir a verla es mi propósito de vida en este momento. Desde esa noche, hace más de una semana, no he podido descansar normalmente pensando que algo está mal en ella. El problema es que no puedo descubrir nada porque ella, Suru y Sakura están más callados que una tumba y, al parecer, a todos se les ha ocurrido borrar sus memorias con una especie de máquina futurista. ¿El problema?, que no me invitaron.
ESTÁS LEYENDO
Տ ᗴ ᑕ ᖇ ᗴ T Տ • ᕼ K.
Fanfiction𝐿𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑢𝑒𝑙𝑒 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑜 𝑛𝑜, 𝑦 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒 𝑜 𝑡𝑒𝑚𝑝𝑟𝑎𝑛𝑜, 𝑦 𝑎𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑒𝑛 𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑟 𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧. «𝙲𝚞𝚎́𝚗𝚝𝚊𝚖𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚝𝚞𝚜...
