Տ ᗴ ᑕ ᖇ ᗴ T Տ • ᕼ K.

36²| Final abierto.

Final abierto.

(****)

El tiempo con Kakashi Hatake fue efímero, irreal, fugaz, tal como esas estrellas que solíamos ver en las noches antes de ir a dormir.

Kakashi Hatake fue una de las pocas personas que me escuchó atentamente, sin juzgarme, sin mirarme mal, sin burlarse, menospreciarme, sin tenerme lástima. Kakashi y yo éramos dos gotas de agua provenientes de la misma nube que se separan y luego se vuelven a encontrar en un amplio mar en dónde el resto está contaminado, mezclándose con la adversidad y volviéndose común.

Pero él y yo éramos diferentes.

Jamás nos mezclamos, nunca intentamos ser normales, no queríamos ser diferentes. Éramos nosotros a nuestra única manera de ver el mundo.

No necesitábamos etiquetas, ni respuestas, no nos molestaban las miradas y tampoco nos enojaban las palabras.

Él cambió conmigo y yo cambié con él. Ambos nos ayudamos para mejorar. Mis noches de pesadillas se calmaron a su lado y sus noches de insomnio se convirtieron en sueños que queríamos realizar juntos.

Lamentablemente nos separaron demasiado rápido. Ellos tenían miedo porque Kakashi y yo juntos podíamos gobernar el mundo y estábamos listos para hacerlo. No teníamos miedo si nos cuidabamos las espaldas, cada uno a su manera. Nos conocíamos tan bien que no necesitabamos ver para entendernos.

Éramos especiales juntos.

Y en el tiempo en el que él perseguía a los tipos que estaban haciendo daño a otros mientras escuchaba mis más profundos deseos era único.

Cada quien tenía su trabajo. A mí me habían recomendado ayudarlo y permanecer a su lado. Pero para mí ya no era un trabajo, sino una necesidad, un gusto, un placer.

Me sentía culpable de estar tan a gusto con él como con ningún otro hombre que haya pisado la faz de la tierra. No quería terminar. Quería permanecer a su lado por siempre y el quería que yo estuviera feliz.

Pero nos envidiaron y nos separaron.

Un día, dejé de recordar, tal como aquellos cambios. Fue repentino, loco, sin remedio.

Y ella se enteró.

Fue entonces cuando comprendí que Hiruda me envidiaba porque, de alguna forma, siempre lograba ganarme el cariño de otros mientras ella no podía. No era mi culpa, yo ni siquiera lo buscaba.

Pero ella sabía de Kakashi, y lo quería para ella.

Cada vez comencé a olvidar más, Kakashi me decía que había momentos en los que sentía falsa, en dónde no sabía qué era lo que hacía o por qué fingía.

Pero no era yo.

Hiruda se enamoró de Kakashi y lo quería para ella. Y yo no quería que se separara de mi lado, por lo que nunca le conté nada por miedo a que me viera como una loca.

Fue entonces cuando Orochimaru le atacó, pero su plan resultó mal, aunque lo quería volver.a repetir.

Fue así como Hiruda le ayudó a crear un método para poder borrarle la memoria a Kakashi. Así, él no recordaría nada de lo que había pasado.

Cuando me enteré no pude resistirlo, por lo que le conté. Le conté todo, me desvanecí en sus brazos, lloré a mares y le dije de mis problemas.

Si estaba con él yo no quería ser otra.

Pero fue demasiado tarde. Suru estaba del lado de Hiruda y le ayudó en su plan. Ellos capturaron a Kakashi, Hiruda regresó y le borraron la memoria.