24| Secretos.

42 4 29
                                    

Secretos.



(****)




El camino es demasiado largo. Demasiado, demasiado, demasiado largo.

—¿Cuándo vamos a llegar, Hyouka-san? —el tono de mi compañero era demasiado cansado. Supongo que si yo intentara hablar sonaría de igual forma.

Llevamos caminando un día entero sin descanso, ni siquiera paramos a comer. No es posible que esto esté pasando, me duelen músculos que no sabía que me podían doler mientras estoy caminando.

—Llegaremos dentro de poco, chicos —su voz, dulce y amable nos hizo vernos de reojo por lo extraño que fue eso—. No se impacienten demasiado, si lo tomamos con calma todo será más fácil, ¿verdad Walker?

Ahora entiendo su tono dulce. Recibió dos gruñidos como respuesta, uno de mi maestra y otro de su mejor amigo.

Como cosa interesante, siempre que caminamos dejan a mi maestra en el centro, del lado derecho está Suru-san y del izquierdo siempre está Hyouka, y a nosotros nos dejan atrás como si lo más peligroso estuviera delante y no persiguiéndonos. Tal vez así sea.

Y luego de al menos otra hora de caminata llegamos a una fortaleza hecha de piedra y tierra. Una cosa demasiado rústica por fuera para no llamar la atención y perderse en las miles de piedras alrededor. A pesar de su fachada, por dentro es todo lo contrario, hay demasiadas cosas muy avanzadas, todo demasiado futurista.

O hecho por Orochimaru, cualquiera de las dos.

Entramos por las puertas y nos recibió un Kabuto burlón y demasiado sonriente para mi gusto. Lo recuerdo más callado y tímido, pero supongo que eso solamente fue lo que fingió para que cayéramos en su trampa. Aún no lo olvido, aunque de alguna forma ya lo superé.

—Hiruda-san, Suru-san, Hyouka-chan, es un gusto volver a verlos —demasiado tétrico y sonriente—. Y los pequeños Keni y Sakura-chan también están aquí. Es una sorpresa que tengan tanta confianza como para traerlos, sobre todo a Sakura-chan. ¿Quieres ver a Sasuke-kun, nena?

Algo dentro de mi estómago se removió por la forma en la que dijo eso, por lo que preferí darle una sonrisa falsa, pero burlona, que trataba de camuflar todas las cosas que no quería mostrarle a este tipo.

Por suerte, una vez más, mi maestra se puso al frente y me salvó.

—Kabuto, no estamos para juegos, necesitamos ver a Orochimaru urgentemente —su tono frío, pero cordial me provocó un pequeño escalofrío. Y al ver al resto de personas aquí, creo que no soy la única.

—Bien, Karin, llévalos a la sala mientras yo voy por Orochimaru-sama.

Su tono derrotado fue suficiente para sacarme una pequeña sonrisa. Por otra parte, vi detrás de Kabuto a una niña de cabello rojo y lentes que nos sonrió amable. Algo en ella me causó desconfianza, pero dejé que mis mayores se hicieran cargo mientras Keni me tomaba de la mano suavemente para darme fuerzas.

Él está demasiado enterado de todas las cosas que me unían a Sasuke. Y digo unían porque entendí, a las buenas o a las malas, que mi compañero de equipo no me respetaba como su igual y mucho menos como una persona de su agrado, por lo que decidí que solo fuera eso, mi antiguo compañero de equipo que desertó y por el cual muchas personas alrededor de mí casi mueren. Amigos, maestros, incluso desconocidos se hicieron a cargo de la misión ir detrás del niño buscando venganza, y muchos de ellos casi mueren y la pasaron muy mal.

Տ ᗴ ᑕ ᖇ ᗴ T Տ • ᕼ K.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora