Տ ᗴ ᑕ ᖇ ᗴ T Տ • ᕼ K.

Epílogo ²~

Entré en la torre Hokage bastante cansado, pero de todas formas satisfecho. Lástima que mi humor se vaya a derrumbar en unos cuantos minutos.

Después de todo, la misión para Hanzō Salamandra no salió tan mal como lo esperaba. Conocí a una chica de la arena que fue muy amable, me brindó parte de su almuerzo porque olvidé el mío, me hizo entrar en confianza y, sobretodo, no fue una pesadilla por querer ver mi rostro.

¿Qué más puedo pedir en mi primera misión luego de meses?

La mayoría de veces que hablo con una mujer la comparo con ella, pero con esta chica el tiempo ha pasado volando y lo único en lo que he pensado constantemente es en dejar de reírme.

En serio, es una lástima que hayamos tenido que separar nuestros caminos por regresar a nuestras obligaciones. Y es una lástima aún más grande que yo tenga que perder mi buen humor tan rápido.

—Buenos días Shizune, ¿podrías entregarle en reporte de la misión a la Hokage?

—Lo lamento Kakashi, pero estoy muy ocupada llevando estos documentos a la academia —ya decía yo que con todos esos papeles encima no iba a poder.

Bueno, cambio de planes.

—Eso se ve muy pesado, ¿necesitas ayuda?

—No, ahí viene Iruka, él me está ayudando a llevar esto. No pierdas el tiempo Kakashi, tal vez un día de estos nos volvamos a encontrar y podamos charlar de todo más tranquilamente. ¡Ten un buen día!

Ese grito en la lejanía ha sido su forma de burlarse silenciosamente de mí. Maldito Iruka, maldita Shizune, maldita Hokage.

Maldito mi destino.

El sonido de mis nudillos golpeando la puerta es inconsciente. Nunca he rezado a ningún santo, pero si lo hay, que no me abran la puerta ni que me respondan. Jamás si es posible.

—Adelante.

Mierda

Giró el picaporte y pese a todas las ganas que tengo de irme pongo mi mirada más desinteresada y luego mi espalda recta.

—Buenos días, Hokage-sama. Aquí está el reporte de mi misión.

Ni siquiera sé lo extendí a sus manos, se lo dejé en la mesa. Luego de todo el simple acto de tocarla me parece... Asqueroso.

—Muy bien, Kakashi, has hecho un muy buen trabajo —estuve listo para retirarme y dejarla con la palabra en la boca, sin embargo, se dió cuenta de mis intenciones y fue más rápida que yo—. Tengo una pregunta que hacerte.

—¿Sí, Hokage-sama?

Tengo muy en claro que, a pesar de que ni quiera verla, este es mi trabajo, mi pasión y por lo que seguramente de la vida. Proteger a otros es mi vocación y esa es la principal tarea de un ninja. Todo lo que hace lo hace por proteger a otros.

Y si tengo que asistir aquí con más frecuencia de la que debería solo para seguir en este negocio, por haré.

—¿Aún estás enojado?

—¿Hay más misiones para mí?

Huir nunca fue mi trabajo favorito. Pero prefiero huir que ganarme un golpe.

Me encantaría estar enojado solo por ser infantil, en serio sería muy divertido, pero enterarme que terminé siendo una apuesta como si solamente fuera un objeto si valor es horripilante.

Y asqueroso, definitivamente asqueroso.

—Responde mi pregunta.

—¿En serio hace falta, Hokage-sama?

Mi tono no le gustó. Pero ella se lo merece, se merece eso y mucho más. No es una novedad mi furia hacia ella y si la respeto es porque debo hacerlo, sin embargo, toda la admiración que le tenía, el cariño, el respeto, la confianza y muchos otros, se fueron al caño cuando me enteré de la apuesta.

Es una gran ninja, sí, pero una mierda de persona. Y no me da miedo decírselo en la cara, no me importa que le dé un maldito ataque de pánico o alguna de esas cosas. Que se muera si es posible.

—Sabes perfectamente que no quería que todo esto pasara, empezó como un juego tonto y terminó siendo toda una novedad que...

—¡¿Que hayas apostado mi vida y la de mis alumnos?!, ¡no me jodas, Tsunade, no te dejes más abajo de lo que ya estás!

—No fue mi culpa, fuerzas más grandes que yo hicieron que me quedara callada y que no pudiera hacer nada por ustedes, le dije a Jiraiya que escapara con todos los que pudiera y él solo se llevó a Naruto, no es mi culpa lo que haya pasado luego de eso. Tienes que creerme, Kakashi.

—¿Creerle? —respiré profundo. En serio, podría matarla aquí mismo y no me importa ser llevado a la cárcel, sin embargo, ayudar a otros vale más que la vida de una miseria persona. Ayudar a otros vale más. Ayudar vale mas—. Tsunade, yo ya no le creo ni la hora. Apostó a qué terminaríamos la misión en menos de un año. Apostó con el maldito hermano del señor Feudal y además sabía todo el peligro que corríamos. ¡Ella es una psicópata! Si algo de su plan no le gustaba nos iba a matar a todos. ¡Todos!

>>No le importó Sakura, ni ninguno de los otros gennins, ni el hijo de Shikaku, ni los ANBU. ¡Un usuario del Mokutōn estaba allí! Y mucho menos le importó nuestra dignidad y nuestro respeto hacia la aldea, usted solo nos utilizó y se divirtió con nuestro teatro. No me pida que le crea porque no hay nada que creer. Usted puede ser una ninja excepcional, pero por dentro está podrida. Por eso se queda sola siempre y ¿sabe algo? se lo merece. Se merece todo lo malo que le pase porque estoy seguro de que este no es su primer "acto obligado".

>>Si la respeto es porque sigue siendo mi superior, pero entre menos tengamos que hablar usted y yo será mejor. Mándeme a llamar si hay una misión para mí.

Y salí de allí con el humo saliéndome de las orejas.

Esto fue todo un maldito teatro. Ellos sabían todo, la Hokage leyó todo el reporte de mi antigua misión y cuando el hermano del señor Feudal se enteró decidieron apostar para que hiciera algo.

Allí estaban de por medio miles de millones. Un asco. A eso se refería Itachi con que aún no conocía todos los secretos, y no quiero saberlos si son tan malos como este.

Ahora entiendo porqué se hacen ninjas renegados. Será que... ¿habrá un puesto para mí en Akatsuki?

El recordar que fuimos conejillos de indias es aún más asqueroso. Tsunade tuvo la oportunidad de parar esto, de decirnos y salvarnos, pero decidió seguir callada y utilizarnos como fichas en su tablero.

Ganamos, sí, ¿pero a qué costo?