Hijo de la luna (En Curso)

7. Conjuro

I won't run away no more, I promise
Even when I get bored, I promise

(I promise - Radiohead)

ₓ˚. ୭ ˚○◦˚.˚◦○˚ ୧ .˚ₓ

Ubicación: Toronto, CA

Cuando huyó de aquella desgarradora escena no sabía exactamente a donde ir. Tsunade le había dicho que pensara en el lugar más seguro y tranquilo sobre la tierra.

A decir verdad, lo tuvo en su mente los últimos meses: Toronto. Intentó posar sus pensamientos en un lugar que no tuviera conflictos de ninguna especie (bélicos, economicos o politicos), deseaba criar a su hijo de la manera más mundana y tranquila posible. Días atrás había leído sobre las ventajas de un país tranquilo como Canadá, sin dudarlo cedió a la imagen que visualizó en aquellas revistas de variedad que habían quedado olvidadas en su mesita de noche.

Al llegar se mantuvo oculta un par de días, lo suficiente para robar alguna identidad y con ello instalarse. La suerte estaba con ella, se las ingenió para adquirir la identidad de una joven cuyo cuerpo no había sido reclamado en una de las poblaciones más alejadas, con ello una serie de circunstancias le permitieron encontrar una linda casa: una cabaña a las afueras de la ciudad, cercanas al bosque. Finalmente tenía un hogar.

Cortó su cabello y mantuvo un perfil bajo mediante su apariencia enteramente humana.

Poco tiempo pasó para recibir una visita inesperada en su casa. El alguacil local se había percatado de su presencia y quería prevenirla de los peligros aledaños.

-Que tal señorita, soy el oficial Benetton-

-Hola oficial- extendió de forma amable su mano para saludar a su visitante. -Soy Sakura, ¿desea pasar a tomar algo?-

-Es muy amable, pero no tengo mucho tiempo. Vera, me tomé la libertad de venir a recibirla y a darle una información señorita Sakura. Este pueblo es muy tranquilo, especialmente en estas áreas cercanas al bosque, por eso mismo he venido a advertirle que mantenga alerta sus sentidos, se han registrado avistamientos de lobos salvajes en esta zona, por favor no dude en llamarnos si se siente en peligro-

-Gracias oficial Benetton, lo tendré en cuenta, no se preocupe, soy una ermitaña, creo que eso reduce considerablemente el peligro, ¿no?-

-Un poco, si. Aun así tenga cuidado, recuerde que estamos para protegerla y servirle. Que tenga un lindo día señorita-

-Gracias, igualmente-

La poca gente con la que cruzó palabra era así de amable y con ello su corazón recuperó poco a poco su calidez y tranquilidad: había elegido un lugar perfecto para convertirse en madre. En cuanto a la amenaza local, realmente no le provocó ningún sentimiento, francamente ella era una amenaza para los lobos, ni en manada podrían darle una pelea digna.

Pasaría los siguientes meses esperando su parto y deseando ver pronto a Tsunade, quien llegaría para asistirle en ese momento y llevar a cabo el conjuro lo más rápido posible. Mientras tanto, se dedicó a preparar la habitación de su primogénito.

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Diosa de la luna

Esperando el día ideal, se preparó mentalmente. Invocar a la diosa de la luna era un procedimiento cansado y arduo, su energía estaría por el suelo cuando diera a luz, he ahí la importancia de tener el apoyo de la Suprema.