6. Las brujas y los gatos siempre caen de pie

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El tiempo jugaba en su contra, debía asegurar su golpe final si quería concluir su embarazo: esperar conducía a un trágico destino.

De acuerdo, las cosas habían cambiado mucho para entonces, el hombre que creyó amar sacó su naturaleza a flote y no eran sus colmillos precisamente: fue lo nefasto de su ser lo que la destrozó. Pero aun así él le dió -sin saberlo y seguramente sin desearlo- la oportunidad de plasmar una de sus profundas fantasías: formar una familia. Y aunque solo fueran ella y su hijo, estaba dispuesta a darlo todo, no podía bajar la guardia ahora.

Tsunade fue muy clara y tajante con ella durante su última reunión: "No estas entendiendo, niña, la mezcla entre dos linajes de esta índole puede crear un ser extraordinario en todo sentido, no solo fuerte y jovial con miles de años de vida, te hablo de engendrar un ser genuinamente inmortal, ¿tienes idea de lo que van a querer hacerte los chupa sangre cuando sepan lo que estás cargando en el vientre? Tienes que ser la que de el golpe Sakura, no puedes esperarlos"

Al entender su posición, accedió a permanecer un mes junto a la Suprema, sólo ella podría adiestrarla e instruirla.

-Los mortales creen que una estaca sobre el corazón puede acabar con ellos-

-Eso es ridículo, sería como rasguñarlo, le daría suficiente tiempo incluso de sacarme lo que traigo adentro mientras se burla en mi cara-

-Calma, niña. Los mortales creen esto por una sencilla razón: experiencia. Aquellos que lograron sobrevivir a un ataque nocturno esparcieron su conocimiento, tienes que confiar, quizá no lo mates, pero lo dejes bien herido, te dará el tiempo y oportunidad de irte lo más lejos posible, entonces yo te encontrare y haremos el ritual juntas-

-Entendido, a practicar entonces ¿cierto?-

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Alcanzó los tres meses de gestación cuando estuvo lista para encarar a Itachi, pensó que tenía suerte de que su vientre no fuera visible aún, si daba el golpe sin que él supiera lo que llevaba dentro podía huir más tranquila.

Despedirse de Tsunade le provocó un mar de emociones encontradas. Eventualmente se encontrarían, después de todo la necesitaba para el ritual. Ah, el ritual. Una vez a salvo el siguiente paso sería invocar a la luna y ofrecerle un genuino regalo a cambio de un favor que pusiera a salvo de todo peligro a su hijo.

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Uchiha Itachi

-Izumi, bonita- se dirigió a su cuervo, su leal animal de compañía -Haz hecho un gran trabajo, ¿supongo que Sakura nos quería sorprender, no? quizá necesite una pequeña visita-

Hijo de la luna (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora