23. Convergencia

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A pesar de que ya no era más una bruja, el sentido intuitivo era una parte imposible de arrancar de su sistema. Después de recibir y procesar el mensaje de sí misma para sí misma, sintió que definitivamente algo andaba mal con el hombre de ojos oscuros que decía amarla y que hasta hace unos días era su perdición (en el mejor sentido).

Procuró irse con cuidado, pues ahora no sólo desconfiaba, sino que temía incluso de Madara, poco casual le parecía la advertencia que había recibido, el hecho de no tener una imagen clara de su pasado solo añadía mas banderas rojas a su estado de alerta permanente.

No sabía hasta que punto podía ser convincente su papel de mujer abnegada y enamorada, pero si lograba llegar invicta hasta esa noche despejaría todas sus dudas, solo tenía que seguir sus propias indicaciones.  Para su buena suerte, el Uchiha se comportó bastante tranquilo el resto del día, tranquilizando ligeramente a Sakura.

Por su parte, Madara hacía el mayor esfuerzo para no asustarla, mantener la fachada de un hombre tranquilo en ese momento le costaba mucho trabajo, especialmente cuando todo parecía tambalearse. A pesar de su semblante, dentro de sí estaba maquinando su siguiente paso el cual necesitaba  quitar a la bruja mayor del camino, quien seguramente era la responsable de los extraños sueños de Sakura, si se deshacía de ella finalmente todo volvería a la normalidad y concretar sus planes sin llamar la atención, como lo ideó desde el comienzo. 

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-¿Vieja, estás segura que funcionó?-  preguntó Naruto empujando ligeramente a Sasuke para hacerse un espacio en la mesa donde todos compartían el té-

-De todos los perros que rondan por aquí tu eres mi menos favorito, pero si, funcionó. Ella recibió el mensaje y estoy segura que hoy mismo sabrán su ubicación, cuando eso pase deben ir tras ella, pase lo que pase, ¿de acuerdo?-

Sasuke notó la última frase en un tono particular que no pudo ignorar, después de todo conocía a esa mujer como la palma de su mano.

-¿Hay algo mas abuela Tsunade?-

-No- acarició su rostro con dulzura -busca al lobo y prepárense para partir en unas horas, ella hará el llamado, esta asustada, tienen que moverse rápido y pase lo que pase, no pueden volver aquí, así que procura no dejar rastro-

Pero si había algo más, ambos lo sabían pero Tsunade no quiso decirlo y Sasuke no quiso indagar en ello porque intuyó que la respuesta no le iba a gustar. Salió junto con Naruto de aquella cabaña, después de abrazar por varios minutos a la bruja mayor y asegurarle que recuperaría a su madre esa misma noche.

Tsunade le había dicho que no podía revertir lo que Madara le había hecho, pero con suerte, si lograban eliminarlo, ella recuperaría sus recuerdos. Así que ahora estaba a su suerte, a la deriva de rescatarla, apostando a que ella no se opondría a partir con él y que confiaría ciegamente en sus palabras. Cada que lo pensaba sentía una punzada de dolor en el pecho mezclada con nauseas, supuso que el único que podía entender aquello era Kakashi, después de todo.

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Madara saldría de viaje, "un repentino problema" le dijo a Sakura, ella optó por hacer la menor cantidad de preguntas, a decir verdad, en el fondo, no quería retenerlo, ni acompañarlo. De haberlo hecho, probablemente Tsunade hubiera visto su rostro por última vez, el vampiro iba por ella.

La noche cayó lentamente y con ella los fragmentos de sus sueños, rondó varias veces su habitación, entrando y saliendo con una vela en las manos.  Habiendo llegado tan lejos continuaba pensando que era una locura mandar todo por la borda, tal como lo era no intentar algo tan simple como encender una vela, ¿Qué podía perder? unas cuantas gotas de sangre.

-De acuerdo, ella... yo dije antes de media noche, tengo media hora-  encendió la vela y tomo un alfiler para perforar la piel de su dedo índice. Ni siquiera sabia si en su actual condición circulaba algo de sangre por sus venas. Había muchas cosas que no conocía de sí misma y que en ese momento hacia consciente, le asustaba aceptar que la única realidad era que el hombre en el cual había depositado su entera confianza le había omitido bastante información importante. ¿Y que si se encontraba en peligro en su ausencia? ¿realmente le importaba?

-Por que pienso en eso ahora... aquí vamos-  pinchó su dedo rápidamente y con alivió vio una perla de sangre brotar, dejándola caer sobre la cera de la vela, le siguió otra rápidamente pero al esperar la tercera no apareció. Al explorar con detenimiento pudo percatarse de que era como si se hubiera drenado. Desesperada, hizo presión con toda su fuerza, si aquel era el caso, entonces exprimiría todo su brazo para sacar la última gota si aquello la dejaba dormir en paz. Algunos huesos de la mano izquierda cedieron y el sonido indico que se habían fracturado, aunque no sintió el dolor.

La gota cayó. Apagando el fuego por completo y con el todo el ruido, la ciudad pareció entrar en un túnel donde el silencio lo había consumido todo, y la sensación de alerta abandono su cuerpo, se sintió tranquila a pesar de que horas atrás todo parecía tan incierto. Pensó que tal vez estaba en un sueño nuevamente, inducido por la adrenalina de haberse fracturado la mano y no haber experimentado el dolor que habitualmente debería sentir. Comenzaba a maquinar pensamientos y nuevamente volvió a la calma, respirando y sintiendo el aroma del bosque en sus fosas nasales... ¿desde cuando podía percibir ese aroma? deseaba que fuese eterno, por la paz que le producía.

La oscuridad comenzó a ceder y la claridad volvió con la luz de aquella vela, que ahora estaba consumida hasta la mitad, ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿se había quedado dormida? No podía separar la fantasía de la realidad. Estaba a punto de salir de aquella habitación, decidida a buscar los brazos de Madara y pedir perdón por cuestionar internamente todo lo que tenían juntos, pero un reflejo en el espejo  junto a la puerta la tomó por sorpresa. ¿A caso había jugado con algún espíritu? 

-¿Nos conocemos, verdad?-

-De toda la vida-


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Lamento desaparecer por tantos meses, procuraré no hacerlo otra vez.

Si hay errores, después los corrijo. 

Hijo de la luna (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora