Utopia ||•Emiliaco/ Libro I [Terminada]

sʜᴜᴛ ᴛʜᴇ ғᴜᴄᴋ ᴜᴘ

-¡Cierra la maldita boca!-
...

Joaquín estaba en la sala de su departamento con la cabeza metida en los libros. Intentaba concentrarse todo lo que podía para lograr dar bien el examen y pasar la materia de la universidad, pero algo lo distrajo.

-¡Oh si, más Emilio, más!-

Los malditos gemidos del departamento de al lado. No era la primera vez ni sería la última, el idiota de su vecino llevaba todas sus conquistas al lado y él se tenía que aguantar casi todos los días que llegara con alguien.

Para empeorar la situación, parecía que durante épocas de examen, el tenía más ligue. Harto del golpeteo de la cama contra la pared, porque sabía que su sala estaba contra la habitación ajena, su departamento era igual, se puso de pie y caminó hasta allí para comenzar a golpear donde debería estar el cabezal de la cama.

-¡Cierra la puta boca!- Gritó entre golpes.

Los gemidos cesaron, pero no mucho después volvieron con aún más volumen y el golpeteo de la cama con más velocidad.

-Maldita sea- Golpeó otra vez la pared pero al notar falta de respuesta, simplemente tomó sus libros y se encerró en su alcoba.

Ahora no solo oía los gritos de aquella chica, sino también el sonido de su otro vecino acomodar su cocina. Maldijo el mundo internamente y volvió su atención, o lo que podía de ella, a sus libros.

Pasada la media hora, estaba en la cocina, sirviendose una taza de café cuándo oyó el sonido de la puerta de al lado.

Con cuidado y sin hacer ruido, se asomó por su puerta viendo como su vecino se despedía de una chica que se marchaba contenta.

Al perder a la chica de vista, caminó molesto a su vecino que estaba a punto de cerrar la puerta, pero él la frenó haciendo que el susodicho lo mire extrañado.

-¿Que tengo que hacer para que no hagas ruido?- Preguntó molesto.

-¿Disculpa?¿Quién eres?- Preguntó el más alto confundido.

-Joaquín Bondoni, tu vecino- Respondió con el entrecejo fruncido. -¿Podrías por favor ir te a follar y no traer chicas aquí en épocas de examen?-

-¿Que estudias?- Preguntó sonriendo, mientras se apoyaba en el marco de su puerta y cruzaba los brazos en su pecho.

--Abogacía- Respondió aflojando un poco el ceño.

-¡Oh! Yo soy abogado penalista- Dijo alegre. -¿Quieres que te ayude?-

-¿Que tu qué?- Preguntó demasiado confundido.

-Penalista- Repitió. -¿Quieres ayuda?-

-¡Oh si, por favor!- Dijo emocionado.

¿Tenía un graduado en su carrera a una pared de distancia y él criticandolo por el ruido?

[••]

Era lindo, demasiado lindo. Emilio estaba realmente perdido en sus labios mientras leía en voz alta los libros de la universidad.

Cuando vió como se volteaba y alejaba la vista de las hojas, algo aturdido, Emilio intentó concentrarse en oírlo, lamentablemente, pudo hacerlo algo tarde.

-¿Emi, me estás prestando atención?- Preguntó. -En serio necesito ayuda con esto...-

Lo siguiente que Joaquín sintió, eran los labios ajenos sobre los suyos. Parpadeó rápidamente intentando entender la situación cuando notó que su vecino lo tenía acorralado contra el sofá.