¡ʜᴇʏ!

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...
-Le gustas a Royer -
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Joaquín y Emilio llevaban una relación en secreto desde hace años, pero lo que significaba no tener que exponerse ante nadie, incluso sus propios compañeros, también generaba un sin fin de situación incómodas.

Como aquella vez que follaron contra la puerta de la habitación del mayor, y Marín creyó que estaban peleando. O cuando Joaquín no pudo caminar bien porque su novio fue muy brusco y Diego creyó que se había lastimado ensayando. O cuando Emmanuel creyó que no podía ir a ver a su mejor amigo porque estaba trabajando cuando en realidad estaba haciéndole un oral al novio. O aquella vez que Royer creyó que habían dormido juntos porque la cama de Joaquín tenía algo malo. O cuando Adrián creyó que era buena idea quedarse a acompañarlos a ver una película dada la causalidad que era su aniversario.

Definitivamente eran precios a pagar a cambio de intimidad emocional.

Joaquín mantenía que no podría lidiar con preguntas sobre su relación o comentarios de doble sentido, y Emilio, como buen novio, lo respetó e hizo todo lo que estuvo a su alcance para mantenerlo oculto.

Pero había algo que a Joaquín le picaba más que el hecho de tener que esconderse.

El como miraba Royer a su novio.

Estaban grabando unos capítulos para Aristemo en un pequeño viaje de convivencia. Joaquín ya estaba bastante frustrado de que lo sacaran de la comodidad de su habitación (o la de Emilio, en su defecto) y para colmo tenía que aguantarse los celos y no poder siquiera follar con su novio para evitar sentirse así.

Emilio lo amaba y jamás lo dudaría, pero algo en él se contraía cada vez que veía como se llevaba con segundo moreno. Eran tan amigos, tenían una dinámica tan buena y una cercanía envidiable. Vamos, que él con Nikolas no eran tan cariñosos.

El menor estaba preparando el ramen el la cocina y Nikolas la carne afuera, todos estaban con el cantante ya que Emilio solo tenía que poner fideos a hervir y no era muy entretenido de ver.

Salvo Joaquín.

El castaño estaba afuera para no lanzarse a besar a su novio frente a las cámaras.

Frunció el ceño al ver que Royer iba a ayudar a Emilio.

Se acomodó de una manera de poder verlos y le hirvió la sangre al verlo tocar a su Emilio de más. Se puso de pie ignorando los gritos por el fuego de sus amigos y se adentró a la cocina con los dos mayores del grupo.

-Vengo por las verduras- Dijo serio comenzado a trabajar en ello ignorando lo mal que le sentó ver a Royer acariciar la barbilla de su pareja y que él no lo haya separado.

Cuando el castaño se fue, Emilio bajó la cámara y dejó un beso rápido en los labios de su novio para luego acariciar sus cabellos con mirada de preocupación.

-¿Estás bien?- Preguntó pero Joaquín negó. -¿Que ocurre?-

-Luego hablamos- Dijo algo triste por sentirse así.

Emilio tragó duro, no le gustaba ver al menor así pero no podían simplemente desaparecer a medio trabajo, tendrían que esperar.

[••]

Por un lado, Joaquín se sentía mal de haber desperdiciado su tiempo libre en la cama en lugar de intentar estar con su novio, pero por el otro, lo ponía de mal humor pensar que Emilio estaba abajo jugando con Diego, Nikolas y Royer mientras él estaba solo.

¿Podría haberlo ido a ver, no?

Daba igual, ya había pasado y ahora el mal humor se le iba quitando a medida que veía a sus amigos cantar y bailar como si se les fuese la vida en ello.

Utopia ||•Emiliaco/ Libro I [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora