❝En una pista en donde San no podía correr, WooYoung dibujó las nubes.❞
San es un atleta universitario que ama correr, pero tras un terrible accidente, su más grande sueño se ve afectado, quitándole la capacidad para caminar.
Cuando comienza a verl...
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SAN
Se podría decir que correr siempre formó parte de mi vida.
Sin zapatos para correr, no existía San.
Y ese pensamiento fue quizás la primer cosa que me hizo replantearme si yo era un inútil o simplemente no me había encontrado a mí mismo aún. Tal vez fue el hecho de que en ese momento, era muy inmaduro como para darme cuenta de las verdaderas cosas importantes que me rodeaban.
—¡Lia! ¡Tú serás mi novia! —grité hacia las gradas y me puse en posición para correr. Los gritos alzaban mi ego, algunos eran de apoyo y otros gritos eran de enojo por parte de algunas chicas.
Lia dijo que, si ganaba esta carrera, ella sería mi novia.
El silbato sonó y salí disparado por la pista, mis piernas daban zancadas largas y el sonido de mis tenis sobre el piso sintético me emocionaba. Mis padres siempre me dijeron que debía poner el corazón en todo, y correr no es era la excepción.
Tomé la delantera y pude escuchar los gritos de ánimos de todos mis amigos. Al final de la pista me esperaba Lia, quien sonreía brillantemente.
Di toda la energía que me quedaba y crucé la meta totalmente agitado y bañado en sudor. Me tiré en el suelo intentado recuperar la respiración y miré hacia el cielo, SeongHwa me miraba desde arriba y soltó una carcajada antes de bañarme por completo con su botella de agua.
En el momento en que me puse de pie para correr tras él, me encontré frente a frente con Lia, ella sonreía con timidez y eso agitó mi corazón por completo. Sin pensarlo más, acorté la distancia entre nosotros y planté un sutil beso en sus labios.
Sabían a caramelo.
—¿Entonces? ¿Serás mi novia? —Fue lo primero que pregunté.
—Sí, seré tu novia —respondió.
Sonreímos y la volví a besar, los bullicios y gritos de emoción nos rodeaban, pero en ese momento...
Solo éramos ella y yo.
👟🏁🥈
Las clases habían terminado y como de costumbre, esperé a Lia afuera de su salón. Ella estudiaba psicología y yo educación física, justo como era de esperarse de un chico atlético.
Lia salió acompañada de mi mejor amigo, SeongHwa. Ellos dos estudiaban lo mismo. Éramos el trío inseparable, los amigos que íbamos juntos a todas partes.
—Hola, amor. —La saludé y me incliné para darle un beso en los labios, el cual demoró más de unos segundos.
—Ahg, mis ojos queman —dijo SeongHwa con una expresión burlesca—. ¿Y bien? ¿Cuáles son los planes hoy?
