Línea de Meta - woosan

Epílogo

SAN

Unos años después

—¿Cómo estás? —preguntó Elkie.

Suspiré, cerrando los ojos un momento para pensar en la respuesta.

—Su ausencia me mata cada vez más —dije.

Me mata, pero también es lo que me mantiene vivo.

—¿Era amor? —preguntó.

—Era más profundo que eso.

Esbocé una sonrisa nostálgica, mirando hacia el cielo.

—Aún lo extrañas... —aseguró, mirando ahora hacia la misma dirección que yo.

Yo me reí con un poco de amargura. Era un sentimiento complicado de explicar.

—Estoy mejor ahora que vine.

Y eso no era mentira. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que visité aquel lugar tan familiar. No había cambiado mucho, solo habían hecho un par de remodelaciones, eso fue agradable para mí. Pues en cada pared podía ver ciertos recuerdos bonitos. El aroma seguía siendo el mismo, al igual que el coloreado jardín en donde ahora cientos de tulipanes amarillos decoraban la superficie.

—¿Sigues corriendo?

—Todos los días.

—Me alegra. La verdad a él jamás le hubiera gustado que dejaras de correr.

—Lo sé —suspiré—. Creí que correr perdería el sentido cuando se fue.

Pero la verdad es que correr tuvo más sentido desde su partida.

Elkie se colocó de pie, incitándome a que yo lo hiciera también. Después de eso, me abrazó con cariño. Se sintió reconfortante.

Nuestro abrazo se terminó y entonces se alejó. Dejándome a solas en aquella banca que solíamos compartir cuando comíamos helado, WooYoung.

Aunque el primer año fue el más difícil, logré dejar de visitar tu urna todas las noches y dejé de llorar como un niño pequeño hasta quedarme dormido. Porque joder, de verdad que aún te extraño.

Lo que me ha reconfortado todos los días, es saber que ahora estás con tu familia. Con Jeong-ha, justo como siempre lo deseaste.

En mi caso, estoy mejor ahora que te siento mucho más cerca. Pues por fin tuve el coraje para venir con la frente en alto y sin llorar. Estuve viviendo en Canadá por tres meses. Como le dije a Elkie, nunca dejé de correr, justo ahora me preparo para las olimpiadas nacionales. ¿Y sabes algo? Me han entrevistado cientos de veces, me he convertido en un atleta de verdad, y uno muy famoso. Incluso quieren grabar un documental sobre mi carrera. Asombroso, ¿verdad? No hubiera logrado nada de esto, si no fuera por ti. Tú me diste esa motivación cada jodido día.

No he sabido mucho sobre Lia y creo que es lo mejor. Y respecto a SeongHwa, él está viviendo conmigo, ambos rentamos un departamento, pero estoy seguro de que se quiere mudar, ha estado viendo a alguien en secreto, él piensa que no me doy cuenta, pero los escucho hablar por las noches por teléfono, parece ser un hombre y bastante cursi.

En cuanto a ti, sé que aún no te vas, porque aún puedo verte al final de la pista. Esperándome con los brazos abiertos. No estoy seguro de cuando dejaré de verte, pero mientras eso sucede, te puedo asegurar que lo que tuvimos fue lo más hermoso que me pudo pasar.

También ahora puedo entender la pregunta que me hiciste aquella vez.

—¿Crees que si supieras como terminará todo, seguirías aceptando vivir?

La respuesta es clara. Lo haría sin dudarlo. Porque al final lo único que queda son los recuerdos de un gran amor, de una agradable familia o de buen amigo. Porque todos seguimos aquí por una razón y por un tiempo limitado. Como tú.

Gracias por haber sido una razón para mí, WooYoung. Por enseñarme a caminar sobre las nubes. Y no te lo niego, me hubiera gustado que tú fueras eterno.

Mi querido chico Melquíades, en tu próxima vida no quiero que nazcas como un gato. Quiero que nazcas siendo tú mismo y que nos encontremos para correr juntos.

Hasta la meta.

Y más lejos.