2. Un sueño

2K 288 124
                                    

SAN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SAN

Abrí los parpados poco a poco, intentando acostumbrarme a la luz de la habitación. En un intento de tallar mis ojos, un fuerte dolor me retractó.

—¡Hijo! —Escuché la tenue voz de mi madre—. ¿Puedes verme?

Aunque seguía desconcertado, poco a poco mi vista se hizo más nítida, dándome cuenta de que estaba en un hospital. El pitido de las máquinas conectadas a mi alrededor lo confirmó.

—¿San? —Volvió a llamarme tras no recibir respuesta de mi parte.

Con las pocas fuerzas que reuní, hablé. 

—Hola.

—¿Cómo te sientes?

—Mal —respondí con un gesto de dolor.

—Veo que ya despertaste —Una cuarta voz sonó en la habitación, era un doctor—. ¿Tienes problemas para verme o escucharme? —Negué repetidas veces con la cabeza—. Entonces vamos a revisarte.

Ahora lo recordaba. Había tenido un accidente.

El doctor se acercó para revisar mis signos vitales. Fue bastante obvio cuando formó una mueca con su boca y echó un vistazo a mis piernas. Anotó cosas en su carpeta y soltó un suspiro mientras me miraba. Su mirada era incomprensible, como si esperara a que le entendiera.

Entonces movió su cabeza y seguí su movimiento. Estaba apretando mi muslo derecho y yo no podía sentir nada, ni siquiera me percaté de ello. Quedé desconcertado.

—Lo siento mucho. Las heridas son muy graves. La cirugía salió bien, pero... necesitarás terapia intensa. Sé que esto debe ser repentino para ti, pero te lo digo ahora para que lo aceptes mucho más rápido y puedas salir adelante.

—¿Está diciendo que nuestro hijo...? —preguntó mi madre preocupada.

—No podrá caminar.

Fue como si un balde de agua helada cayera sobre mí. El cuello me comenzó a doler de tantas veces que negué con la cabeza. Parecía ser una pesadilla, una broma de muy mal gusto.

—No... No... ¡No! 

—Hijo, por favor... —Suplicaba mi madre para que intentara calmarme.

Ella rompía en llanto mientras que mi padre estaba en silencio, con la mirada perdida en algún punto de la habitación. Si eso era un mal sueño, yo solo debía despertar y volver a la pista. Yo debía levantarme y correr.

Línea de Meta - woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora