She will be loved

Capítulo 25

"Fortaleza"

— Evander, ¿podrías describir al hombre que viste? — Cuestiono Hermione observándole fijamente.

Apolline permanecía sentada junto a Silvia con sus manos temblorosas.

— Yo, creo que sí. — Respondió con voz llena de culpabilidad. — El no trasmitía confianza a Evander, pero el ama Fleur dijo que nos marcháramos. Ella dijo que usted volvería y no nos preocupáramos. Evander no podía contradecirla.

— Lo sé, pero tienes que ayudarme. Fleur ha desaparecido y necesito saber quién es el culpable. Tu eres el único que puede ayudarme, Evander. — Concluyo la castaña con tristeza. — Solo quiero saber dónde está mi esposa.

El elfo asintió y coloco su pequeña mano sobre el hombro de la joven que estaba de rodillas frente a él.

— Era alto, tenía ojos verdes y piel blanca. Su cabello era pelirrojo y lacio.

Silvia dejo escapar una exhalación de sorpresa al mismo tiempo que la otra mujer se ponía de pie.

— La descripción coincide con William.

La partida de Hermione le produjo un enorme sentimiento de tristeza.

Fleur no podía comprender porque la inquietud persistía dentro de ella. Quería convencerse de que solo estaba exagerando, ya que después de todo era la primera vez que se alejaban desde que estaban casadas. La rubia concluyo con su arreglo personal y se dispuso a partir hacia el trabajo, sin embargo, un golpe en la puerta interrumpió sus planes.

— Adelante. — Dijo tomando su bolso para marcharse.

Evander asomo su rostro con timidez antes de entrar a la habitación, donde la mujer observaba a su alrededor para asegurarse que no se le olvidara nada.

—  ¿Qué sucede, Evander?

— Hay una persona que quiere hablar con usted. — Respondió el elfo con nerviosismo.

La bruja francesa le observo con confusión.

— ¿Quien es? ¿Te ha dicho su nombre?

— No. — Susurro Evander con vergüenza. — El insistió en que no era necesario. Él dijo que usted sabría quién es.

Tan pronto como el pequeño elfo termino de hablar, un escalofrió recorrió todo el cuerpo de Fleur. El miedo de pronto la invadió y la ansiedad provoco que su corazón latiera agitadamente, deseo poder ignorar la presencia de Bill en su hogar pero resultaba imposible hacerlo.

El enemigo había pisado su territorio y eso era algo que las Veelas no perdonaban.

— Gracias Evander, ahora mismo lo atenderé. — Contesto la bruja  saliendo de la habitación con determinación. Sus ojos se habían oscurecido y la rabia interna estaba por explotar. El temor desapareció dándole lugar a la firmeza y protección de lo suyo. — Tengo que terminar con este asunto cuanto antes.

— ¿Estará bien? — Pregunto el elfo con preocupación al notar la actitud tensa de la bruja.

— Sí. Tú y los demás pueden retirarse por el día de hoy. — Ordeno bajando las escaleras. — Hermione volverá dentro de unas horas así que no se preocupen.

Evander asintió a la nada, ya que Fleur se había retirado con prisa hacia la sala donde el hombre le esperaba. Los pasos de la Veela hicieron que Bill observara hacia la entrada donde se encontraron cara a cara.