Cuatro días después.
Gabrielle llamo a la puerta por segunda vez con preocupación, pero tras no recibir respuesta alguna, acerco su oreja para tratar de escuchar algún indicio de que su hermana estuviera despierta. La pequeña rubia suspiro con decepción y recargo su frente contra la madera.
Todos pensaban que las cosas mejorarían entre Hermione y Fleur, pero algo inesperado sucedió: parecía como si la tierra se hubiera tragado a la bruja inglesa.
Con pesar, los Delacour veían como todas esperanzas se desvanecían. No lograban entender que había sucedido, incluso la misma Fleur había recordado su ultima conversación cientos de veces en su mente. Pero eso solo sirvió para acelerar su depresión.
Su segundo encuentro estaba lejos de ser perfecto, pero ambas disfrutaron de aquella tarde entre risas, bromas y detalles sobre su vida. Hermione confeso haber llegado hacia poco tiempo a la ciudad, pues su padre recientemente se había trasladado ahí por cuestiones laborales. La nostalgia y tristeza en la mirada de la chica no paso desapercibida, pero Fleur no quería entrometerse y hacerla sentir peor. Con interés escucho sobre el habito que la joven empezaba a desarrollar, para así distraerse y conocer lo que seria su nuevo hogar. Aquellas palabras provocaron una emoción y calidez en el pecho de la francesa, puesto que exponían la posibilidad de que Hermione se trasladara definitivamente ahí.
Pero la castaña no había vuelto a su lugar. A casi una semana desde su ultimo encuentro en el parque, y aunque Fleur paso eso por alto, después del día anterior la preocupación y tristeza empezó a invadirla.
¿Que tal si Hermione había vuelto a Londres?
Gabrielle reflexiono sobre la conclusión a la que su hermana había llegado, y para su desgracia no tenia ningún argumento que la contradijera. En tres días ella regresaría a la academia, por lo que cierto disgusto e impotencia la dominaban
— Juro que si te tuviera frente a mi, 'Ermione, te mataría con mis propias manos. —Murmuro en voz baja.
La puerta se abrió inesperadamente revelando a una Fleur completamente desaliñada. Las ojeras oscuras eran evidentes, sinónimo del insomnio que había regresado.
La rubia mas joven inhalo profundamente y solo atino abrazarla con fuerza.
No quería que su hermana recayera. No quería que perdiera la esperanza. Muy en el fondo de su mente; Gabrielle estaba convencida de que Hermione no había huido ni había abandonado la ciudad sin decir. Presentía que algo extraño había sucedido, quizá con su familia o su reciente mudanza, pero Fleur se negaba a escucharla.
— ¿Que sucede, Gaby? — Pregunto la joven, acariciando su cabello lacio.
La niña suspiro y se separo.
Por primera vez en su vida, deseo que Hermione tuviera la mitad de sentimientos y comportamientos que Bill tenia con su hermana. El chico, a pesar de no ser el compañero oficial de Fleur, se había comportado como todo un caballero atento y respetuoso. Aunque eso no era suficiente para que ella lo aceptara.
Gabrielle la observo con determinación y le indico que se sentara junto a ella en el borde de la cama. Horas atrás había creado un discurso persuasivo, pero quedo en el olvido en cuanto imagino la reacción que su hermana pudiera tener.
Esperaba que aceptara, pero al final de todo; lograra comprender el único objetivo detrás de todo eso.
— Antes que nada, tienes que prometerme que no te enfadaras. — Apresuro a decir, analizando el rostro intrigado de su hermana.
Fleur frunció el ceño ante sus palabras y pareció meditarlo por un momento.
— No puedo prometerte eso, ¿como se que no se trata una locura?
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She will be loved
FanficEl destino se ha encargado de reunirlas pero solo el tiempo decidirá cuando será el momento oportuno para decir la verdad A.N: Prohibida la copia y adaptación de esta historia.