She will be loved

Capítulo 27

"Chantajeo"

— ¿Cómo pudiste, Ron? — Exclamo la joven empujándolo con fuerza.

— Te juro que no lo hice intencionalmente.

Harry logro interponerse antes de que Hermione pudiera lanzar un puñetazo al pelirrojo. Las personas que transitaban por el pasillo de San Mungos, se detuvieron al ver la discusión que protagonizaban. Ron permaneció detrás de Harry como un niño asustado, con lágrimas humedeciendo sus ojos y piel totalmente pálida.

La castaña, por su parte, observaba con furia a ambos. Sus manos estaban empuñadas a cada lado de su cuerpo, y su rostro inexpresivo estaba cubierto de color rojizo. Ella no hizo caso de las miradas a su alrededor, en ese momento lo único que quería era gritar y golpear para liberar toda esa ira acumulada.

El sentimiento de traición, miedo y decepción cegaba todos sus sentidos.

— Por culpa de tu maldito hermano mi esposa está en coma. –Grito con voz quebrada.- Esto no habría pasado si nunca hubieras abierto tu boca.

— Lo siento.

— Hermione, tienes que tranquilizarte. — Interrumpió Harry alzando sus dos manos para colocarlas en los hombros de la chica.

— No me pidas eso, Potter. Tú no sabes lo que en este momento estoy sintiendo. Tú no tienes ni siquiera la menor idea de lo que es ver al amor de tu vida en un estado así, por culpa de un loco que quiso hacerle daño.

Harry guardo silencio un poco sorprendido por el tono despectivo con el que Hermione hablo. No debía esperar menos. La preocupación inundaba su cuerpo, y lentamente la hizo retroceder para mantener una distancia segura entre sus dos amigos.

Ron se limitó a observar el suelo con culpabilidad. A pesar de que el enojo era quien hablaba y no su mejor amiga, no hizo ninguna diferencia en sus emociones.

— Lo mejor es que te vayas, Ronald. — Murmuro la joven apretando su mandíbula. — No quiero verte aquí.

El pelirrojo asintió conteniendo las lágrimas y dio media vuelta cabizbajo.

— Lo siento. — Repitió en voz baja antes de marcharse.

Hermione exhalo con pesadez dejando caer sus hombros. 

Era cierto que Ron y su imprudencia habían tenido cierta culpa, pero ella también había participado en el acto. Quizás Fleur había perdonado su falta, pero si nunca hubiera cometido la estupidez de besarse con él, no estaría en esa situación.

— Todo va a estar bien. — Comento Harry tratando de convencerse así mismo. El chico la abrazo sin importar que su cuerpo se tensara.

La castaña cerró sus ojos antes de suspirar. Poco a poco fue alejándose de su amigo negándose a mirarle, debió imaginar que Ronald se lo diría porque ella no podía decirlo en voz alta. Ella se arrepentía a cada minuto.

— Fleur me perdono por ello, y siento que no lo merezco. — Contesto la joven en voz baja. — Una cosa llevo a otra, y este es el resultado. Admito que mi propia inseguridad comenzó esta pesadilla, pero nunca creí que llegaría demasiado lejos.

— Tú no tienes la culpa de nada, Ron no te odia. — Respondió Harry con tranquilidad. — Lo que sucedió solo fue un error. Él sabe porque lo hiciste. Sin embargo, lo que hizo Bill no tiene nada que ver con él.

Hermione asintió permitiéndose llorar por primera vez en ese día.

— Lo sé, pero es que... si él no le hubiera dicho a Bill donde vivíamos no estaríamos atravesando por esto.