Luna Salvatore [3] +18

⚠️Capítulo 9 El baile de bienvenida.⚠️

Dedicado : Anali151 gracias por tus ideas, amiga, espero que tu madre te deje salir más pronto y que nos podamos ver durante más tiempo. Pd: que sueñes con castaño y negro 😉✨

A la mañana siguiente me desperté por las caricias de Stefan y me pegué a él. Estaba sin ropa, puesto que probablemente me la hubieran quitado ellos, ya que como estaba muy cansada ayer me quedé dormida en cuanto me acosté en la cama.

- Ohhh..., qué mono, todavía sigue durmiendo - dije muriéndome de ternura al ver cómo Damon dormía junto a mí.

- Te quiero - añadí para Stefan con una sonrisa mientras le besaba.

- Y yo - contestó subiéndose encima de mí provocando que empezara a reírme.

- Tenemos que hablar - dijo haciéndome cosquillas a la misma vez que me reía.

- Queréis callaros - se quejó Damon moviéndose para intentar volver a conciliar el sueño.

- Os amo - les dije sonriendo mientras acariciaba a Damon para que se volviese a dormir.

- Mikael, vino a vernos ayer y amenazó con matarme si no consigo que Leah y Klaus vuelvan a Mystic Falls para clavarles una estaca - me explicó haciendo que me pusiera triste recordando el agujero y la sangre de la camisa de Damon.

- Y amenazó con arrancarle el corazón a Damon - dije con tristeza cogiendo la mano de Damon que se había despertado al ver que no le dejábamos dormir.

- Pero ya estoy bien, no me ha pasado nada - intervino él acariciándome la mano.

- Pues tendremos que hablar con Mikael para hacer un plan - dije acariciándolos a los dos.

- Ya, pues a menos que venga papá Original no sé como lo encontraremos - señaló Damon.

- Pero no podemos dejar que Mikael mate a Leah - seguí diciendo preocupada por ella.

- Sí si eso significa que no te hagan daño - contestó Damon dejándome besos por mi brazo.

- Damon, es nuestra hermana pequeña - le pedí.

- Está bien, intentaremos que no la mate - accedió al final con una sonrisita forzada.

- Bien, vamos a vestirnos - dije besando a Stefan.

- Deja que te vistamos nosotros - me pidió Damon mordiéndome en el brazo para beber un poco de mi sangre.

- ¡Ahh! - gemí.

- Ya no soy pequeña, Damon - me quejé acariciando su pelo mientras él terminaba de beber mi sangre.

- Tú siempre serás pequeña para nosotros - contestó dedicándome una sonrisita.

Stefan se bajó de mí y le dije a Damon.

- Te amo - le dije poniendo mis manos sobre sus mejillas.

Damon me cogió mis manos y me atrajo hasta él.

Stefan se pegó junto a mí y me fue dejando besos por la espalda.

- ¡Ahh! - gemí.

- Me encanta escuchar tus gemidos, hermanita - me susurró Damon al oído.

- ¡Damon! - gemí.

- Y a Stefan también le encanta - siguió diciendo a la misma vez que me hacía cosquillas para que me riera.

- ¡Ahh! - gemí en cuanto Damon me besó.

- Os amo - les dije sonriendo mientras me levantaba.

Pero Damon me tiró de vuelta a la cama y acabé encima de él.