Capítulo 21 No vayas tan confiado.

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Dedicado a: marinetteagreste2_ por tu apoyo en mi fanfic.

Damon llevó casi a rastras a Leah hasta casa y cuando llegamos decidí ir con Stefan a por los niños.

Al llegar nuevamente a casa nos encontramos a Bonnie hablando con mis hermanos. Leah cogió a Hope y después de contárnoslo todo Stefan preguntó.

- ¿Dónde está la estaca? - preguntó Stefan mientras yo me acercaba a curarle la herida.

- ¡Ah! ¿La que puede matar a un original y aniquilar a todo un linaje de vampiros? No lo sabemos - le dijo echándole la culpa a Bonnie.

- Si tanto me desprecias, ¿por qué me diste tu sangre para salvarme la vida? - le dijo molesta.

- ¡Porque hago estupideces, Bonnie! - le gritó provocando que Nathan se acercara a él.

- Papi - le dijo abrazándolo.

Él miró a nuestro hijo y siguió hablando acercándose a mí para darme de beber su sangre al ver que me había mareado por el embarazo de nuestra hija.

- Como dejar morir con dignidad a un amigo cuando debí matarlo - siguió diciendo.

- ¿Y ahora cómo le matamos? - preguntó Stefan al mismo tiempo que venía Emma para estar con nosotros.

- He intentado averiguarlo. Una bruja no crea a una criatura inmortal. Siempre se puede deshacer el hechizo - explicó.

- Y bien...¿qué truquito propones? - le dijo Damon dejando a Nathan conmigo.

- Ese es el problema. No lo sé - contestó.

De pronto alguien me llamó a mi teléfono.

- Esperad - dije dejando a Nathan y Emma con mis hermanos.

Como era Ric lo cogí.

- ¿Ric? - dije no muy segura.

- Escúchame bien. Estoy en el instituto. Tengo a Caroline. Si quieres mantenerla con vida, te meterás en el coche de uno de tus hermanos y vendrás aquí ahora mismo. Y si le dices a alguien adonde vas, la mataré - dijo colgando el móvil.

- ¿Qué hacemos? - pregunté.

- Yo por lo pronto me voy a quedar aquí cuidando de mi hija - dijo Leah para subirse arriba con ella.

Estábamos pensando cuando de pronto alguien llamó a la puerta y Emma fui a abrir con una sonrisa. Como si se tratase de un juego.

Mis hermanos y yo fuimos a ver quien era y resultó ser Klaus. Entonces hice que Emma se pusiera detrás de mí para evitar que le hiciera daño.

- Vaya, veo que ibais enserio con eso de formar una familia - comentó sorprendido viendo como escondía detrás de mí a Emma.

- Sí, hablando de eso, hay novedades - dijo Damon.

- Oh, sé lo de la criaturita invencible de mi madre. Por eso he venido. Me voy y me hacen falta unas cositas para el viaje - dijo haciendo que entendiera.

Inmediatamente fui a dejar a Emma y Nathan arriba y me fui al instituto corriendo transformada en zorro. Fue tan rápido que ni siquiera mis hermanos me vieron venir.

Me di toda la prisa que pude hasta llegar a la aula donde estaba Caroline atada a una silla y malherida.

- Suéltala, Ric - dije molesta.

- Hazlo tú misma - dijo indicándomelo con la mano.

Me acerqué rápidamente a ella y le intenté quitar los dos lápices de sus manos. Entonces me apartó de ella y se puso a llamar a mi hermano para obligarlo a que viniera Klaus.

Cuando terminó le quitó el pañuelo a Caroline para volverlo a mojar en verbena.

- No. Por favor, ya basta, ya basta - dijo Caroline quejándose.

- ¡Ric! - me quejé intentando que no se lo pusiera.

- Esto mantiene la verbena en ella - dijo.

- Es como inhalar cuchillas con cada aliento - añadió volviéndoselo a poner.

Inmediatamente utilicé mis poderes para hacer que no le doliera.

- ¿Por qué haces esto? - le pregunté molesta además de mareada por el embarazo.

- Para facilitarte el momento en el que acabes con su sufrimiento - contestó.

- ¿Qué? ¡No! - contesté.

- ¿No es lo que querías, Luna? ¿Aprender a luchar? - preguntó.

- ¡¿Qué?! ¡Pues claro que no! - contesté.

- Pues aquí tienes la posibilidad de luchar. Luchar frente al dolor de tener que matar alguien con tus propias manos, mátala - dijo enseñándome la estaca.

- Esto no es lo que quiero - contesté sudando.

- Mátala - dijo dándome la estaca.

Me la dio y me puso enfrente de ella. Entonces lo vi claro. Le di un codazo y cogí el vaso de verbena y se lo tiré a la cara. Mientras se quejaba por el dolor aproveché y dejé que Caroline fuera la que pidiera ayuda pero cuando intenté salir Ric se puso delante de mí y me lo impidió.

Me cogió y me estampó contra las taquillas para dejarme malherida y desorientada.

- Debería matarte, destriparte como a Bryan Walters y a todos los cobardes del consejo. De entre todos ellos, tú eres la peor, Luna. No mereces vivir - dijo.

- ¿Y por qué sigo viva? - le pregunté esperando a que me respondiera con lo de siempre.

Pero aún así no respondió.

- Si me quieres ver muerta, mátame - insistí viendo como le salían las venas en su cara.

Sin embargo me soltó al momento. Entonces aparecieron mis hermanos y lo sujetaron entre los dos y me fui corriendo hasta que escuché como acabaron en el suelo. Así que decidí intervenir cogiendo un trozo de kriptonita celestial que me encontré por ahí.

- ¡Para! Suéltale o me quito la vida - le amenacé colocando el trozo de kriptonita en mi cuello además de ver como Klaus intentaba que no le clavara la estaca.

Él acabo soltando la estaca y fui a ayudar a mis hermanos. Klaus que había visto la ocasión se fue corriendo.

- Pero, ¡¿tú estás loca?! - me gritó mi hermano mayor al ver como a pesar de estar malherida cargaba con los dos.

- Damon, no le grites - le dijo Stefan molesto liberándome de su peso.

- Lo sé, soy estúpida - contesté arrepentida además de mareada.

Al llegar a la puerta de la salida no pude más y caí al suelo.

Damon P.O.V

Tenía que reconocer que me había pasado con mi hermanita pequeña, pero me molestaba que siempre se tuviera que meter en líos para salvar a sus "amigos" y "amigas", incluso podía reconocer que me ponía celoso, la quería solo para mí.

- Lo siento, pero iba a matar a Caroline - dijo arrepentida desde el suelo.

- Luna, no quiero que mueras, eso es todo - dije serio viendo como Stefan le ayudaba a levantarse.

- ¿Puedes andar tú sola? - le preguntó Stefan preocupado por ella.

- Sí, tranquilo, seguro que podré - contestó con una tierna sonrisa de niña pequeña.

- ¿Nuestra hija está bien? - le pregunté.

- Sí - contestó con una sonrisa.

- Me alegro de que estéis bien - añadió abrazándonos para quejarse un poco.

- He pensado que podíamos llamarla Alura - me dijo mientras íbamos de camino a casa.

- Me parece bien - contesté.

Luna Salvatore [3] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora