⚠️Capítulo 11 Nuestro pueblo.⚠️

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En cuanto se fueron Klaus y Rebekah por desgracia se escuchó el ruido de la puerta y eso me descubrió.

Stefan bajó con Emma en brazos que se extrañó algo al verme al lado de la puerta.

- Lo siento - me disculpé bajando la cabeza.

- ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? - me preguntó algo preocupado.

- No, esto que estoy haciendo está mal - confesé.

- He hecho un trato con Klaus creyendo que era lo mejor y espero que así sea - añadí.

Él me sonrió con ternura y lo dejó estar. Sabía que lo había hecho con buena intención.

Estábamos subiendo a nuestra habitación cuando nos encontramos a Damon que estaba intentando quitarse de encima a mi madre que no dejaba de besarle.

- ¡Mamá! - me quejé.

- Perdón, es que no lo he podido evitar. Es una costumbre que tenemos los dioses - se disculpó separándose.

Me acerqué a Damon y él me abrazó y me llevó con él a su habitación.

- Yo la cuido - le dijo a Stefan, estaba obsesionado con cuidarme.

- Vale - contestó él mientras nos íbamos juntos.

- Sabeséis que me puedo cuidar yo sola y no os necesito, ¿no? - intervine provocando que Damon me soltara y yo me arrepintiera de haber dicho eso.

Me abracé a él y le dije.

- Bueno, pero sí que necesito vuestro amor - rectifiqué algo roja.

- Lo sabía, eres incapaz de vivir sin nosotros - dijo él cogiéndome la barbilla con sus dos manos.

Al llegar a su habitación nos quitamos la ropa y nos metimos en la ducha juntos.

Nos duchamos entre risas y salimos cogidos de la mano.

Él me puso contra la pared y me quitó la toalla.

- Estás más guapa sin toalla - dijo dejándome un beso entre mis pechos mientras yo lo abrazaba algo roja.

Al cabo de un rato llegó Stefan que había dejado a Emma en nuestra habitación.

- Buenas noches - le saludé sonriendo.

- Es tarde - dijo sonriéndome.

- Deberíamos dormir - añadió.

Damon me cogió en brazos y me llevó hasta la cama. Stefan deshizo la cama y Damon me dejó tumbada en ella. Entonces los dos se metieron a mi lado a la misma vez.

- Os quiero a los dos - les dije acomodándome entre los dos.

Ellos me abrazaron y al cabo de un rato me quedé dormida.

A la mañana siguiente me desperté y Damon estaba duchándose. Pero Stefan seguía durmiendo a mi lado. Sonreí mirándolo enternecida y al no poder soportarlo más le dejé un beso en su mejilla provocando que se despertara.

- Buenos días - dijo abriendo sus ojos con una sonrisa.

- Siento haberte despertado - me disculpé acariciándolo.

- No te preocupes - contestó acariciándome la mejilla.

Damon salió de la ducha envuelto en una toalla provocando que me pusiera caliente.

- Buenos días, hermanita - me dijo provocándome con la mirada.

En ese momento me derretí.

Stefan lo vio y aprovechando que se había quitado la ropa se subió encima de mí para besarme apasionadamente.

Luna Salvatore [3] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora