cuarentena parte 5

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Eran las 7 de la noche de su primer día en la tierra, algunos ya se habían acomodado y otro aún no.

En San Petersburgo.

—disculpe para llegar a esta dirección.
—dos cuadras más y dobla a la derecha.
—gracias, y perdone por la interrupción.

En la mente de manigoldo
La gallina Turuleca a puesto un huevo, a puesto dos, ha puesto tres, la gallina Turuleca, ¡Ay! Manigoldo concéntrate no es momento de cantar.

—entonces de aquí a la derecha, ¿Cuál será?
—busca algo joven—.una viejita se le ha acercado.
— si, está dirección.
—ya veo, es la casa de mi nieta.
—¿Su nieta?
—¿Eres su novio? Es la casa azul de portón negro.
—gracias.

En la mente de la viejita
Sabía que a mi nieta le gustaba el anime y el cosplay pero no tanto.

Pues recordemos que manigoldo trae su armadura.

—tocan la puerta—. ¿Quien es?—. Zeus me ha mandado, soy—. Manigoldo, se perfectamente quien eres, pasa la cena está lista ¿Te gusta el pavo asado con puré de papa?—. Si, me puedo duchar primero, por favor—. Claro, al fondo a la derecha.

Mientras manigoldo pasaba una linda noche después de tanto viajé, otros seguían buscando a su pareja de trabajo.

Mientras tanto en el Salvador.

—mizuki ¿Será una ciudad? Estoy perdido, ni siquiera tengo donde dormir.
—hola, eres Seiya ¿Verdad?
—si, ¿Quien eres?
—soy mizuki, tú compañera de trabajo.
—gracias por escuchar mis oraciones atenea.
—primero vamos a que te bañes y cenamos, mañana tendrás que trabajar un montón, te metí a un hospital privado.

Al terminar de bañarse, traía puesto un short gris y una playera ancha roja.

—la cena está lista, son albóndigas ¿Las has comido?—. No, no que yo sepa.
—bueno pruébalas, si no te gusta compramos una pizza—. Gracias, eres muy amable mizuki.

Qué suerte Seiya, pero solo por esta vez.

En Siria.

—hasta ahora no veo ninguna guerra, creo que esto del virus está ayudando.
— queda detenido, por no usar cubre bocas, por no llevar lentes o careta.
—soy nuevo, no sabía.
—eso conmigo no va, todo el mundo está en pandemia por lo cual en todo el mundo se usa.
—general Smith, tres días en la fosa.
—señor una oportunidad, por favor.

Lastima Zeus, tú quisiste hacer esto.

—lo podemos solucionar, 2000 dólares.
—me intenta sobornar, 4 días general Smith.
—por favor.

Un escarmiento le irá bien, en la fosa.
—tengo hambre, no he almorzado.
— que bien, hasta mañana le toca comida.
—me voy a morir de hambre.
—es más probable que se muera de covid-19 por no usar las protecciones sanitarias, lo hacemos por su bien.
—señor porfavor, tengo hambre.
—smith, dale un pan solo porque es de la tercera edad.
— ¿tercera edad? ¿Qué significa?

Bueno al fin y al cabo no estuvo tan mal, por ahora.

En México.

— solo me queda coca y cristal, que va querer, se ve que lo necesitas.
—coca, siento que me estoy cayendo.
—es normal, se le bajó su azúcar joven y tiene la presión baja.
—¿me voy a morir?
—no, solo cálmese.
—ni siquiera tengo donde pasar la noche.

Pobre saga, el viaje no le acento muy bien.

—ni dinero tengo—. Llora desesperadamente—. Joven no llore, yo le regaló la coca, coma una tortita de asado—. Gracias señora—. Se come su torta.

—gracias por todo y adiós.
—vamonos.
—sueltame escoria—. Empuja a la persona—. ¿Quién eres? Y ¿Quién te mando?—. Zeus me mandó y soy tu compañera de trabajo, ahora vamos a casa.
—lo siento, por lo de hace rato.
—no te preocupes, cuando lleguemos te bañas y cenamos, estás muy sucio parece que te revolcó el cochino.
—lo siento, estuve perdido y ayude a unos ¿Albañales? Algo así.
—albañiles.
—eso, los ayude y me ensucie de ¿Cemento?
—cemento, muy bien señor cemento llegamos, ve a bañarte—. Donde queda el baño—. Es esta puerta—.gracias.

Muy bien a todos, por ahora todo está más que perfecto. Todos han encontrado su hogar y con la persona con quién vivirán.

Nos vemos en el siguiente capítulo.





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