Así comenzaba la familia gatuna que perduraría en su paso por el túnel:
Amy: Fue la primera en llegar a casa. Una gatita negra de ojos dorados como el oro, parecía una pantera. Preciosa.
Derek le compró un collar de terciopelo negro con pequeños puntos brillantes que marcaban la línea central del estrecho collar de gato y destacaban por el contraste que hacían con el color del pelaje y el collar de su nueva mascota y le dio así el nombre de Amy en honor a su cantante favorita, Amy Lee del grupo Evanescence.
Un día, la gatita Amy se puso en celo y no dejaba de maullar. Frida se hartó que no la dejase dormir y la sacó a la calle, con tan mala suerte que un día llegando del instituto el niño se cruzó con un gato negro y por instinto o casualidad, supo que era su gata.
Con mochila en espalda, la siguió debajo de un coche y la llamó, pudo recogerla y enfadado, con un mosqueo de grado avanzado subió a casa con su gata en brazos:
- ¿A ti te parece normal dejar a la calle a la gata? ¿Por qué las has echado? ¿Te echo yo?!
- Está en celo, se pasa las noches maullando y no me deja dormir.
- ¡Es algo natural! ¡La pobre no puede hacer nada más pero claro, es mejor deshacerse de lo que molesta y tirarlo como un juguete viejo! ¡Cuando tengas ganas de follar te tiraré de casa yo también a ver qué te parece!
Un silencio por parte de la madre le hizo no quitarle razón a su hijo que, a decir verdad,no le faltaba.
- Esa falta de sensibilidad,... ¡No te reconozco! ¡Tu no eres mi madre ni eres nada ya!
La mujer se asombró pero tampoco podía contradecirle, así que decidieron hablar y él buscaría a alguien para que se la quedase.
Pasados unos días, esa persona le comentó al chico que la gata estaba embarazada y en unos meses, 4 gatitos preciosos nacieron. Y allí estaba Jack, que se diferenciaba por una manchita blanca en la espalda.
Jack: Llegó a casa con sólo un mes de vida, midiendo unos 14cm solamente, sin saber beber ni siquiera mantenerse en pie. Se crió con el niño pero cuando creció, alcanzó el metro de longitud y sus hormonas masculinas le hacían plantar cara a Derek constantemente así que se pelaban como si no hubiese mañana pero, por lo contrario, aquel gato se convirtió en el ahijado de Frida, en su gato, así la eligió Jack.
Pasaron 6 meses cuando llegó Sally. La historia fue muy similar a la de Amy pero con un final totalmente distinto:
Sally: Ella apareció de debajo de un coche una noche cuando Buggie llegaba de salir un rato con sus amigos, era Octubre de 2007 y no llegaba para quedarse, pues él sabía que en casa no querían más animales y lo respetaba.
Un día, la madre llegó de trabajar del almacén de naranja y Derek se apresuró. Él estaba en el ordenador, la gatita acostada en el sofá cuando la mujer entró:
- Uy. -Se sorprendió Frida.
- Hola. Me he encontrado esta gatita en la calle pero tranquila, mañana la enviaré a la protectora (la cuál más tarde se enteró que era una perrera pero así engañaban a la gente), no te preocupes que no se quedará.
Se giró pensativa y fue a su cuarto a dejar las cosas del trabajo y cambiarse:
- Derek. He estado pensando y puedes quedarte con la gatita.
El niño se sorprendió. No por alegría ni falta de ella, sino más bien fue desconcierto. ¿Por qué de repente su madre le dejaba tener ese animal como mascota? Pero se la quedó con ilusión y, dado que estaba obsesionado con la película Pesadilla Antes de Navidad y tenía a Jack, Sally sería el nombre de su nueva compañera. Lo que él no sabía, era hasta donde sería capaz de llegar ella.
Dharma: Fue la hija concebida por Jack y Sally.
Pese a que la felina estuviese en celo, rechazaba los "mimos" del macho en todo momento. Defendía tanto a su dueño y él era un gato tan rebelde que no le caía nada bien.
Cuando llegó a casa, Jack tenía 6 meses, no obstante ella ya defendió aquella casa como su territorio.
Fue en un descuido cuando la protectora de Derek quedó embarazada de 4 preciosos gatitos: uno blanco con 5 manchas negras; otro de ellos llevaba esmoquin, era negro por arriba y blanco por abajo, como su padre; el tercero era atigrado, de color gris oscuro, con rayas negras, grandote y ojos verdes igual que Jack y la primera en nacer, era una hembra totalmente negra, como su abuela.
—Le llamaré Zero. Así tengo todo el film de Pesadilla antes de Navidad.
Pero tras enterarse que era hembra, los meses pasaban sin nombre.
—He soñado que ella quería llamarse. —dijo su pareja tinerfeña.
Con ella, la familia estaba al completo.
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DESDE OTRO PUNTO (YA EN Amazon Kindle)
Non-FictionA veces nos toca vivir situaciones complicadas. Otras, creemos estar arriba pero realmente nos hemos olvidado los recursos abajo. Y bajamos. Quizá tardemos años en aprender a subir nuevamente, pero esta vez, de verdad. Hay tantos obstáculos hasta ll...