PRIVATE (KOOKV) CORRIGIENDO

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Estaban ambos chicos tirados en el sillón, el peliazul recargado en el pecho del pelinegro. Un tazón enorme de palomitas y diversas botanas, una película y el calor del contrario.

Jeongguk se había quedado a hacerle compañía a Taehyung hasta que su turno terminó, se fueron al pequeño departamento de taehyung.

- oye, bonito... - se reincorporó

- dime .... - puso su mano en el pecho del pelinegro

- ya casi cumplimos dos meses... - comenzó a acariciar su cabello

- es cierto, - se sentó mirándolo - que tienes en mente? - dijo al notar los gestos del gguk.

- es un secreto - sonrió - además con todo lo que está pasando no sé si llegaré vivo para ese día...

- no digas eso, sé que con todo lo que ha pasado no es como que estaremos de lo mejor, pero hay que pensar de la manera más positiva posible - lo acercó a él y dejo un pequeño beso en sus labios

- lo sé - suspiró - me das otro?

Tae sonrió y lo besó de nuevo - ya es algo tarde... Es mejor que nos vayamos a acostar. Hay que descansar

- pero si vamos lo último que vamos a hacer será descansar... - sonrió ladino

- correré el riesgo... - respondió de la misma forma.

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Ambos castaños estaban sentados en una de las mesas en el café, cada uno con un vaso de café, o más bien, él con un café y ella con una malteada.

Ambos estaban en silencio, sin embargo no era un silencio incómodo. Se voltearon a ver y se vieron a los ojos.

Se habían perdido en sus ojos, encerrándose en su propia burbuja, pareciese que estaban en las nubes, sus estómagos eran un revoltijo y su corazón estaba acelerado.

El joven se centró en el rostro de la chica, su piel era pálida y suave a la vista, sus ojos eran luminosos y parecía haber una galaxia entera en estos, sus pestañas eran largas y sus labios gruesos que el labial rojo los hacía ver hermosos y más atractivos.

- tienes unos ojos muy brillantes y hermosos YongSun... - dijo mientras se acercaba un poco a ella, aunque los separaba la mesa.

Era la primera vez que le llamaba así. La primera vez que le llamaba por su nombre y eso no la podía poner más feliz, tenía cierto miedo, pero algo dentro de ella le decía que Hoseok era diferente. Que la historia del corazón roto no se repetiría.

- no sé qué decir... - dijo completamente sonrojada

- no digas nada... - dijo el castaño antes de probar los labios de la chica en un beso rápido. Se sentó de nuevo.

Solar estaba en trance. No sabía cómo reaccionar.

- lo... Lo lamento - dijo Hoseok totalmente avergonzado - fue un error, no debí hacer eso, lo lamento - dijo mientras tomaba su suéter y mochila para irse.

Solar lo miraba y Hoseok se levantó para después caminar a la puerta. Solar lo siguió y lo aló del brazo. Este la miró.

-no te disculpes por algo que ambos queremos - dijo antes de besarlo de nuevo pero ahora de una manera más profunda.

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Llegó el fin de semana. Ese fin de semana específicamente, ese día en el que todos iban juntos en un auto, con los ojos inchados, adormilados y con las marcas de la almohada en la cara, con la excusa de que solo era para cumplirle el capricho al rubio bajito de mejillas rosadas, cuando en realidad todos estaban realmente emocionados, menos por un detalle. Son las seis de la mañana