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—¿qué?— Taehyung lo miró confundido y se colocó en cuclillas para volver a concentrarse en limpiar los tennis.

—Tae, no es necesario que finjas, es más que obvio, además ... Ya dijiste que te gusto— se puso en cuclillas y con una de sus manos levantó el mentón del teñido, su mirada penetrante se hizo notar, y lo puso nervioso, pero este no lo haría notar.

—sueñas mucho Jeon— dijo quitando la mano del mayor de su mentón —yo no tendría porque estar celoso

—pues eso espero— regresó a su postura anterior y dió un largo suspiro, a lo que Taehyung también se levantó.

Taehyung, sin prestarle atención al chico que tenía al lado, comenzó a guardar el pequeño spray y el trapo que había utilizado para limpiarse. jeongguk se sacó la camisa y colocó aquella playera blanca, el peliazul trató de ignorar lo que Jeon hacía fijando su mirada en el pequeño trapo y la botella de jabón.

Había un silencio algo incomodo, pero jeongguk decidió hablar.

—te recuerdo Kim Taehyung, que tú— le señaló —y yo— se señaló —no somos nada más que un par de besos— dijo tomándolo de la cintura, que sorprendentemente se alejó —ay Tae...— negó y dió una leve risa, el mencionado levantó la mirada y lo miró por el espejo —te doy la oportunidad de tener algo conmigo y lo desaprovechas así

—es que hay algo que tu no puedes comprender...— se acercó a él a pasos lentos quedando sus labios rozando con los del pelinegro —el que me haya enamorado, no significa que caeré a tus pies fácilmente— soltó una pequeña sonrisa al notar la desesperación de Jeon para que lo besase —aquí, yo soy el que da, las oportunidades— dijo mirándolo a los ojos, se separó de él para dirigirse a la puerta.

El pelinegro le siguió con la mirada, le había robado el aliento; tomó la muñeca del chico jalándolo a él, ambos pechos chocaron. Se miraron a los ojos, Jeon tomó la fina cintura del chico y lo subió al lavamanos, así posicionandose entre sus largas piernas. Taehyung dejó sus cosas de lado y así entonces, sus labios tocaron de nueva cuenta los labios de aquel chico que le robaba hasta el alma.

1...2...3 segundos y el peliazul se separó. Jeongguk lo miró confundido y Taehyung sólo sonrió limpiando el borde de sus labios.

En silencio, bajó del lavamanos y caminó a la puerta.

—tu novia espera afuera— dijo antes de cerrar la puerta.

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La noche era oscura... Un cielo estrellado y una luna llena blanca; tan blanca como la nieve y tan brillante como los ojos de ese lindo chico de cabellos azules que caminaba por las solas calles de Seúl camino a su departamento.

Entró a una de éstas tiendas de veinticuatro horas, Taehyung pensaba en tal vez comprar algo de jugo, y tal vez algún bocadillo.

Al llegar al edificio, se miraba lo de todos los días, un guardia en su teléfono, la hija de la vecina escapándose con su novio, ¿enserio? ¿A esta hora?, En fin...

—buenas noches, Taehyung.— sonrió

—Buenas noches, Hyung Sik.— sonrió —¿quieres una bebida? Te mantendrá con energía— ofreció.

—gracias— la agarró y le hizo una pequeña reverencia. —ayer no te vi llegar— dijo con una sonrisa nerviosa.

—olvidé mis llaves en la casa de un amigo, apenas las recupere hoy— contestó amable.

Taehyung caminó al edificio pero el castaño le tomó del hombro.

Con ojos brillantes y una sonrisa nerviosa lo miró.

PRIVATE (KOOKV)  CORRIGIENDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora