PRIVATE (KOOKV) CORRIGIENDO

5

Doce en punto. Hora de su descanso. A decir verdad, en todo su lapso de trabajo no se pudo concentrar del todo. Pequeños recuerdos de Jeongguk besándolo le llenaban la mente, era algo tan difícil de digerir que Taehyung no estaba seguro de que hubiera sido verdad. Lo más creíble para él era que todo lo de anoche fue un sueño.

-Taehyung, ¿qué te parece si comemos juntos hoy? Yo invito -dijo Hoseok con una sonrisa.

-Sí, solo voy por mi mochila y dejo mi mandil -avisó gustoso. Dejó dicho "uniforme" y tomó la mochila del pequeño casillero.

De camino al restaurante, platicaban de cosas triviales hasta que el tema que tomó Hoseok le hizo saber que terminaría por hablar de más. Aunque no le incomodaba del todo, su hyung era de los amigos que nunca juzgaba, solo escuchaba y aconsejaba.

-¿Qué tal te fue ayer? -preguntó.

-Si supieras la noche que me tocó. -Bajó la mirada. -Vaya mi suerte -expresó con tristeza.

-¿Tan mal estuvo?

-No fue mala en sí. Pero pasaron... locuras. Para empezar, mi amiga Yong Sun llevó como ocho botellas de Soju. Uno de mis amigos, Jimin, es un borracho, así que en cuanto vio las botellas las bebió como si de agua se tratara, todos comenzamos a beber, nos estuvimos desahogando, y... aunque sabía cómo terminaría, seguimos bebiendo. Después de un rato, a Jimin le llamó su novio.

»Luego, en la llamada le dijo que iría a mi departamento con sus amigos, ¿lo entiendes? ¡A mi departamento, hyung! sin siquiera preguntarme, ¿y sabes qué fue lo peor?

-¿Qué...? No me digas que es uno de sus amigos... -preguntó casi rezando porque le dijera que no, pero el castaño asintió y el azabache se quedó sorprendido.

-Se apareció ahí. Al principio pensé que era una alucinación. En fin, me dijo que fuera a jugar a la botella con ellos, y pues fui. Solo para no quedar como un aburrido.

Llegaron al humilde restaurante que estaba refundido en ese callejón, van a comer juntos a ese lugar desde el primer día de trabajo de Taehyung, el castañito, en ese entonces rubio, era nuevo en la ciudad, apenas adaptándose, así que Hoseok se ofreció a que conociera la ciudad, desde ese día, diariamente van a comer ahí. Un restaurante demasiado tradicional, con paredes color salmón con mesas de madera en negro. Las pinturas antiguas y la bandera coreana eran lo que más resaltaba. Además la comida era casera y económica. Era un todo en uno.

-¿Pasó algo más?

-Pues -se quedó en silencio unos segundos tratando de hacer memoria-. Seguimos jugando, me tocó a mí, no me tocó nada tan malo solo preguntas estúpidas. -Suspiró. -Pasó el rato y de un momento a otro ya nos estábamos besando.

-Espera...¡¿qué?! -gritó realmente impactado.

-Él se miraba algo nervioso pero no con ascos o miedo, de hecho hasta me sonreía y demás... Decía cosas.

Entraron al restaurante, subieron al segundo piso y se sentaron en una mesa junto a la ventana, era su lugar favorito ya que se podía ver todo. Pidieron sopa de abulón y un poco de kimchi, para poder comenzar a comer.

-¿A qué te refieres con «cosas»...? -preguntó mientras probaba la sopa.

-Pues decía que besaba lindo y cosas así, se sentían muchas cosas, pero eso no fue lo raro... Lo raro es que era él el que me besaba a mí.

-¿Me estás jodiendo?

Taehyung rió -Más tarde nos quedamos abrazados. -Puso sus manos en sus mejillas apoyándose en la mesa. -Me daba besitos y me sonreía... -Suspiró con una sonrisa.

-Te escuchas tan enamorado. -Suspiró y siguió comiendo

-Lo estoy, hyung, lo estoy. Pero aún no sé si fue mi subconsciente o si de verdad pasó -dijo frustrado-. ¿Y a ti? ¿No hay alguien que te llame la atención? -preguntó.

-La verdad, por ahora no. No tengo tiempo para eso. Mi hermana y yo estamos en este mundo solos y no la puedo dejar de lado. Además no he encontrado a alguien que haga acelerar mi corazón, que su sonrisa me enamore, o que me haga pensar en ella las veinticuatro horas.

-Ya llegará... ¿Qué hiciste anoche? -preguntó cambiando de tema.

-Ayer mi hermana llevó la cena, cené con ella. Miramos una película y me puse a estudiar para un examen que tengo en dos semanas. Si todo sale bien pronto podré entrar nuevamente a la universidad...

-Te admiro, bueno, los admiro. El cómo salieron adelante ustedes dos, eso ya hace tres años si no me equivoco ¿cierto?

-Los primeros dos años aún seguía sin creer que tenía que madurar pronto para poder mantenernos estables. Ahora estoy haciéndome a la idea y... -Suspiró cansado. -A veces siento que ya no puedo, siento que me tengo que rendir. Es muy difícil mantenerte a los diecisiete, dejar tu carrera a los dieciocho y además cuidar de la única persona que te queda.

-Te entiendo, sé lo que es esa sensación y créeme, que aunque no tengo mucho económicamente, mi apoyo nunca te faltará, siempre estaré para ti, amigo. Además tienes diecinueve años y una vida por delante.

-Gracias, amigo.

-Eres una persona realmente increíble que puede con todo -alentó.

-Eso deberías decírtelo tú mismo. Te hace falta saberlo, Recuerda lo que siempre digo, no importa que tan malo haya sido el día, si fue un día lluvioso, un día soleado, un cielo azul o uno sin color... Siempre hay un motivo para sonreír.