PRIVATE (KOOKV) CORRIGIENDO

14

Jeon.

Llegaste?

Tae.

Si, ya llegué.

Que necesitas jeon?

Jeon.

Nos podemos ver?

La primera clase es libre. Igual no presisamente es como que nos vamos a besar.

Digo, por si te importaba.

Tae.

Jeon Jeongguk invitando a alguien sin besarlo o algo por el estilo?

Eso sí es nuevo

Jeon.

Osea, te quiero invitar algo para platicar, y pues obvio que si quiero besarte.

Es que tengo una duda, ES SOBRE MI MISMO pero por alguna razón siento que tú la puedes responder.

Tae.

Está bien, te parece si vamos a la mesa donde me quedo con mis amigos?

Jeon.

Si, está bien, ahí te espero.

El pelinegro ahí estaba, su pálida piel siendo expuesta al sol, sentado en aquella mesa con sus castaños ojos perdidos en la pantalla de su celular mientras sus carnosos labios rojos se estiraban formando una sonrisa.

Levantó la mirada viendo al chico de cabellos azules acercarse y sentarse frente a él.

—Hola Jeon.— dijo en un tono neutro.

dejó el celular de lado y lo miró a los ojos. Por dios algún día esa mirada terminaría por matarle —hola— se quedó callado sin dejar de mirarlo

Carraspeó su garganta y bajó la mirada a la mesa —¿que es lo que quieres hablar? — lo miro nuevamente más serio.

—¿como estás?— pregunto algo tímido. ¿Jeon tímido? ¿Y porque su voz se oye flácida? ¿Que carajos le hizo este niño bonito?

—bien, aunque sigo sin entender esto... ¿Y tu? ¿Cómo estás Jeon?

Sonrió —deja las formalidades, no me digas Jeon

—mira, yo no te digo jeon por respeto, y si así lo fuera... Que más da.— se cruzó de brazos.

Jeongguk al parecer de Taehyung estaba algo raro, Jeongguk jamás se mostraba así, tímido o amable. Era más... Mandón.

Y a vista de Jeon, Taehyung estaba raro, últimamente se mostraba muy a la defensiva y molesto.

—bueno, ammm... Quería hablar contigo sobre ésto.— señaló a ambos

—¿nosotros?— lo miró confundido —digo, según tú... No hay un nosotros, y me lo dijiste anoche.

—Lo sé lo sé, es solo-— se quedó unos segundos callado —creeme que he besado labios mucho mejores que los tuyos

—pues... Gracias.— soltó incómodo.

—pero los únicos que me gustan son los tuyos.— soltó

—¿Que quieres decir?— dijo el peliazul

—quiero probar tus labios cuando quiera, pero no solo tus labios— al ser la mesa transparente no fue difícil para él ver las finas y bien formadas piernas de Taehyung —quiero experimentar

Miró a dónde se dirigía su mirada —oh. Mierda.— lo miró —¿quieres que sea tu prostituto personal y conejillo de indias?

—no, bueno si, bueno,Ahhh... ¿¡Porque me pones así!? Considera lo que te dije, y si tú respuesta es si, me escribes— se levantó, lo tomó de la mandíbula y besó con algo de fuerza —de esto, ambos saldríamos ganadores— dijo antes de irse.

Taehyung se quedó en la mesa asimilandolo todo. Sus mejillas se coloraron y su corazón latía a toda velocidad que sentía que se saldría de su cuerpo.

Obviamente estaba lleno de miedo por lo que podría pasar, pero ¿que tanto es tantito? Ambos serían beneficiados, pero sería falso. Taehyung lo amaba, pero Jeon a él no. Y siendo justos, Taehyung no quería perder su dignidad por un idiota, sin embargo, tal vez podría enamorarlo.

—ya deja de pensar estupideces Taehyung— se dijo.

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Once y diez. Recogió su charola como todos los días, se sentó con sus amigos como todos los días, pero algo en el estaba diferente; no había podido dejar de pensar en la propuesta que jeon le hizo. Simplemente se perdió en sus  pensamientos, mirando a la distancia a ese chico de cabello negro con un brillo único en los ojos, unos labios con un tono rojizo, su piel perfecta, cuerpo perfecto, corte perfecto, un estilo único...

—¿que opinas tú Tae?— preguntó solar

Dio un pequeño salto —¿que?

—por qué nunca nos pones atención— rodó los ojos

—bueno lo siento, últimamente me pasan muchas cosas— suspiró —pero, ¿de que hablaban.?

—de que sería buena idea ir a comer o algo así.

—oh, pues no lo se, tengo trabajo.

—solo una hora insistió

—es que-

—es que nada. Vienes con nosotros.

El peliazul sólo rodó los ojos.

Siguieron comiendo y riendo por las payasadas de Jimin, mientras que este se ponía las tiras de pollo en los ojos.

—¡oye!— gritó llamando su atención —¿tu eres Kim Taehyung?

—si, ¿por qué?— le miró con confusión

—ten, dijo que te lo diera y que no lo pienses tanto.— le dió un papel

—oye,¿¡pero quién!?— le gritó mientras se iba

—¡el chico de allá!— señaló al patio del primer piso y se fue

—oh... por dios...— dijo jimin impresionado

—¿¡que!?— miró a jimin con desespero por no saber que pasa

—él— lo apuntó

—oh por dios...— soltó impactada

Taehyung abrió sus ojos en grande y tragó saliva.