En el dulce reino se encontraba un príncipe amable y bondadoso, llamado Gumball. El era querido por todas las dulces personitas y los cirvites de aquel reino.
Por otra parte
En el lugar oscuro de aquel reino se encontraban un Vampiro molesto y rebel...
Gumball se encontraba en el jardín del castillo observando las flores coloridas, un cálido viento chocaba lentamente contra su cuerpo.
-Cariño, que haces?- Pregunto Marshall mientras limpiaba la tierra de su cara.
-Observo- dijo relajado- es un día muy cálido- cerro sus ojos.
-Tienes razón- hablo Marshall- Cariño, esta semana tenemos control con el médico- abrazo la cintura de su amado.
-Lo se, Estoy un poco nervioso- dijo acariciando las frías manos de Marshall.
-No te preocupes, todo saldrá bien- hablo mientras acariciaba la barriga de su amado- Este pequeño crece rápido- río.
-Si, a crecido bastante- rio mientras miraba al vampiro.
-Será fuerte igual que su padre- dijo contento- y lindo como su madre- hablo con un tono cariñoso.
-Jsjsjsjs, tontito- miro nuevamente las flores- si es niño, me gustaría que se llamara Leo y si es niña Me gustaría que se llamara Emma- Marshall lo miro con el seño fruncido.
-Oye tu!, ya elegiste los nombres sin preguntarme!- dijo enfadado- bebé, por que no dijiste- hizo un puchero.
-Tonto, lo habíamos hablado antes- hablo mientras una tierna sonrisa se le formaba en su rostro.
-No recuerdo- beso al Príncipe.
Se quedaron unos minutos abrazados mientras observaban el hermoso jardín, pasaron una linda tarde entre risas y besos. Llego la fría Noche y era la hora de cenar, mentita servía la comida mientras que Marshall lo molestaba. Gumball de vez en cuando regañaba a su esposo por sus malos modales hacia los sirvientes.
-Príncipe!- hablo uno de los sirvientes- es verdad que espera a un bebé?!- pregunto desesperado.
-Claro pequeño- acarició los cabellos del sirviente.
-hey, no lo toques así- reclamo el celoso Vampiro- acariciame a mi!- tomo la mano de Gumball y la coloco en su cabeza mientras acto seguido le sacaba la lengua al sirviente junto a ellos.
-Que Mamon- comento mentita mientras reía despacio.
- Que mierda dijiste?- miro a mentita enfadado- Repitelo- amenazó.
-M.A.M.ON- deletreo Mentita.
-Por favor, dejen de discutir- hablo el Príncipe ya con una vena hinchada en la frente- tu!, mentita! No lo provoques!- lo apunto- Y TU! NO LO INSULTES!- Grito ya enfadado.
Al terminar la cena, todos se fueron a sus habitaciones a dormir. Gumball ya en su gran habitación comenzó a desvestirse en el baño, Marshall mientras tanto contemplaba las Bellas curvas de su amado, no se dio cuenta de la gran erección en su entrepierna, se levanto y se acerco a Gumball.
-Q...Que haces?!- se asusto Gumball as sentir las manos frías en su redondo trasero- No me toques así- hablo.
-Quiero tener sexo- dijo ronco mientras ponía su menton en el hombro del Príncipe.
-Te dije que nada de sexo- hablo- Estoy embarazado- miro al Vampiro.
-Solo la puntita- hizo un puchero.
-No!, la vez pasada dijiste lo mismo- hablo enojado- y no tuviste piedad- Marshall lo miro y rio.
-Dejame aun que sea frotarlo- dijo ya exitado moviendo sus caderas- Ahg...-lamio y mordio el dulce cuello de Gumball.
-E...Esta bien, Frotalo- Dijo excitado.
Marshall Abrió las piernas de Gumball, coloco su pene ya hinchado entre las dos y comenzó a moverse.
-Aprieta las piernas- hablo ronco- Aprieta- Gimio.
-Ahg...se siente bien- Gimio por otra perte el pequeño Príncipe- Dame mas- dijo con la voz entrecortada.
-Me vengo- hablo Marshall mientras tocaba el pene de Gumball- ME VENGO!- Comenzo a gemir mas Rapido.
-Ah!!!- Gimio el menor- se sintió muy rico- miro al vampiro y lo beso- te amo- lo volvió a besar.
-Eres tan Caliente- hablo mas calmado el Vampiro- Ya quiero metertela- rio.
-Estupido no puedes- miro a Marshall enojado.
-Lo se- sonrió- vamos a la cama- Lo tomo de la mano y se acostaron.
-Pero tenemos que limpiar el desastre que dejaste- reclamo Gumball.
-Dejalo, para eso tenemos los sirvientes- dijo acariciando el cabello del menor.
-No seas abusivo, ve a limpiar- Marshall enfadado se levanto y se dirigió al baño- Cariño, déjalo bien limpio- rio El Príncipe.
Marshall no pasaba buena noche que digamos, Gumball como a Las 5 de la madrugada despertaba y tenía sus cambios de humor, habían veces que se le antojaba cosas para comer y Marshall tenía que ir a buscar lo que quería. La mayoría de las Noches Gumball despertaba y lloraba hasta que caía dormido nuevamente.
-Ya es de mañana Cariño- dijo Marshall tocando la nariz de su novio- se hará tarde- sonrío.
-Un ratito mas- abrazo al vampiro- relajate conmigo- volvió a caer dormido.
-Ah, que haré contigo dormilón- abrazo al Príncipe- eres tan lindo- Beso su frente.
-Tu igual- Rio.
-Vamos, ya comenzó el día!- Marshall Se levantó rápido, abrió las cortinas dejando entrar un cálido viento- Vamos!- sonrió.
-Si que eres un Vampiro Molesto- sonrió y levanto.
