Mi Nueva Vida

Capítulo XIX

Inglaterra.. Epoca actual.....

Paulina, Gray y todos dentro de aquella habitación estaban tan sorprendidos de ver a los Ardley frente a ellos. Pero la menté de todos se esclareció cuando Priscilla les dijo que tuvo una vision sobre el estado de su hija y por esa razón habían ido al Colegio sin previo aviso para asegurarse que ella estaba bien.

Sin quedarle mas remedio, Paulina los puso al tanto de todo lo que había sucedido. Comenzó desde el incendio en la vieja edificación y concluyó con el estado actual no solo de Candy sino también de Terry.

—No permitiré que mi hija este con él —espetó William furioso apartando la mano de Terry de la de su hija.

—Basta William —Priscilla juntó nuevamente ambas manos —este no es el momento para uno de tus berrinches de niño en edad pre escolar —le gritó —¿Es que acaso no has escuchado lo que acababan de decirnos?, ambos chicos están en peligro y uno necesita del otro para poder regresar sanos y salvos, así que te pediré que te comportes a la altura.

Todos dentro de la habitación guardaron silencio, era la primera vez que escuchaban a Priscilla tan molesta con la actitud de su esposo. Este último se dio media vuelta y estaba por salir de la habitación cuando la mano de Richard se posó en su hombro.

—¿Podemos hablar?.

—Tú y yo no tenemos tema de conversación —espetó.

—¿Te parece poco la relación de nuestros hijos? y no me refiero solo a Karen y Albert, me refiero también a Candice y Terrence.

William estaba por protestar, pero la mirada de advertencia de su esposa lo detuvo.

—Está bien —respondió frotando su rostro con ambas manos.

—Priscilla yo te debo una disculpa por la manera como te traté esa noche —Eleonor bajó la mirada visiblemente avergonzada.

—No te preocupes Eleonor, comprendo como te sentiste.

—Pero yo...

—Si yo hubiese estado en tu lugar habría actuado de la misma manera —la interrumpió Priscilla esbozando una sonrisa.

—Gracias por ser tan comprensiva, Priscilla

Todos dentro de aquella habitación fueron testigos del abrazo que ambas mujeres se dieron, dejando atrás años de acusación sin fundamento.

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Gales, 1490.....

Todo estaba preparado para el ritual que haría en las aguas del lago. Las velas estaban colocadas en cuencos al igual que incienso, una improvisada cama hecha de ramas y hojas hacían la función de altar y Terry colocado en la parte central de esta como ofrenda, rodeado por todo tipo de piedras preciosas.

El ruido de ramas secas quebrándose luego de ser pisadas, hizo que se girara.

—¿Qué demonios crees que haces? —Preguntó al dueño de aquellos pasos.

—¿En verdad creíste que te lo dejaría? —rió de manera burlona.

—Eres un maldito traidor.

—En la guerra y el amor todo vale querida. Está es una guerra por obtener el poder absoluto.

—No me digas —se burló —¿Y quién te garantiza que saldrás victorioso? —se preparó para enfrentarlo no si antes poner a salvo a la única persona que le había susurrado palabras de amor verdadero. Se removió la diadema, el brazalete y dejó atrás la apariencia de Candy, su verdadero rostro quedó al,descubierto. Era hermosa, de cabellera castaña y ondulada, ojos color marrón claro y un cuerpo envidiable. Todo a su alrededor se volvió tinieblas. Ella además de ser hada del lago, poseía las llaves del portal de la muerte.