Mi Nueva Vida

Epílogo

Tras aquella batalla, Candy sanó la heridas físicas de los Leagan, mas no pudo hacer nada, mas que brindar su apoyo moral por la perdida de uno de sus miembros. Garcia fue llevado a juicio frente al consejo, tras ser encontrado culpable de todos los delitos que se le imputaron, fue condenado a morir en la hoguera.

Candy y Terry agradecieron al cielo que sus encuentros no tuvieron consecuencias, aunque al decir verdad, no era como que aquello les importara pues ambos habían acordado que de tenerlas, se casarían inmediatamente.

Un año mas tarde, Karen y Albert contrajeron matrimonio y ese mismo año, Terry pidió formalmente la mano de Candy en matrimonio y se casarían tan pronto como Candy culminara sus estudios ya que Terry saldría un semestre antes.

Durante las vacaciones de verano, Anthony y sus padres acompañaron a Dorothy a Irlanda, su país natal. Los padres de la muchacha estaban mas que complacidos con aquel apuesto y educado joven.

Anthony por su parte se llevó la sorpresa de su vida, al descubrir que el apellido de Dorothy no era Smith y que además, no era la muchacha de pueblo que les había hecho creer a todos, ella en realidad pertenecía a los McGregor una familia de nobles Irlandeses.

Cuando lo abandonó todo para cumplir su sueño de ser una gran enfermera, Dorothy jamás imaginó la gran aventura que viviría.

Al regresar a Londres, los padres  de Anthony se disculparon con él, ya que ambos sabían la verdadera identidad de Dorothy, le explicaron la razón por la cual se lo ocultaron.

Durante la fiesta de navidad de ese mismo año, Anthony regresó a Irlanda junto a sus padres y pidió la mano de Dorothy en matrimonio.

Stair y Archie no se quedaron atrás. Ese mismo año, Stair viajó junto a sus padres y su hermano Archie a Liverpool para pedir la mano de Patty y el día siguiente, Patty se les unió y juntos emprendieron la marcha con destino a Escocia en donde Archie pediría la mano de Annie.

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Aquel fue sin lugar a duda el año en que cupido hizo de las suyas dentro del Colegio. La rígida doctora Flammy finalmente aceptó los galanteos de Arthur y la doctora Kelly terminó por aceptar la propuesta de Michael y unirse a sus expediciones y viajes a través del tiempo.

Dos años más tarde y tras la graduación de las chicas, el día tan esperado para Candy y Terry llegó. La Iglesia del Real Colegio San Pablo sería el lugar donde ambos se jurarían amor eterno.

El exquisito aroma de los narcisos podía sentirse en el habiente ya que la iglesia fue decorada con cientos de ellos.

—¿Por qué tardan tanto?

—Hijo —Richard simuló acomodar su corbata —es normal que las novias se retrasen por algunos minutos.

—Pero ya han pasado cinco minutos  —dijo el castaño mirando su reloj.

—Oh vamos Terry —Richard palmeó su hombro —has esperado tres años, que equivalen a treinta y seis meses, ciento cincuenta y seis —achicó los ojos —o quizás ciento cincuenta y siete semanas, que redondeados a días resultan mil noventa y dos, que vienen siendo veintiséis mil doscientos ocho horas, equivalentes a un millón quinientos setenta y dos mil cuatro cientos ochenta minutos y te preocupas por cinco minutos de retraso —Richard rió.

Los acordes de la marcha nupcial, le indicaron a Terry que la novia había llegado. Ladeó el rostro y la vio. Su corazón se desbocó al ver lo hermosa que lucía en aquel vestido blanco. La espera había valido la pena.

Del brazo de su padre y a paso lento, Candy se dirigió al altar donde un ansioso Terry aguardaba por ella.

—Terry, te entrego la joya mas  preciada de la familia Ardley —William cedió a su hija.