07

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—¿Entonces venís?.— preguntó Martina desde el otro lado de la línea

—No creo, me siento mal y necesito saber que mierda es esa manchita que me salió en la piel.— dijo Nicole tocando la manchita más clara que el color de su piel en su muslo derecho

—Seguramente no es nada, pero igual anda a checarte.— le recomendó y Nicole asintió aunque no la pueda ver

—Si, creo que me voy a dormir. Chau Martu.— se despidió y cortó la llamada

Se tapó hasta el cuello con la sábana, se sentía muy cansada, le dolía la cabeza, el cuerpo entero. Seguramente le daría una gripe tremenda, también sentía la nariz tapada. Se había tomado un té hace una hora para relajarse; pero no lo logró, su cabeza aún le punzaba llegando a ser muy molesto.

Casi no podía moverse por el dolor de las piernas y de los brazos. Se sentía muy débil para siquiera caminar.

Cuando cerró sus ojos su celular sonó, soltó un suspiro y vio el nombre de Tomás en la pantalla. Decidió dejarlo sonar y se volvió a acomodar. Pero minutos más tarde volvió a llamar.

Nicole soltó un quejido y contestó.

—¿Por que no me contestas?.— le preguntó pero no enojado, era un tono normal

—Por que estaba apunto de dormirme.

—Son las cinco de la tarde Nicole, ¿como vas a dormirte?.— obvió y Nicole rodó los ojos

—Me siento mal, estoy enferma.— dijo con la cabeza metida en la almohada

—¿Estas bien?, ¿necesitas algo?.— preguntó preocupado, enfermarse ahora era complicado

—N-no, creo que no. Y si estoy bien.

—¿Te duele algo?.

—La cabeza no deja de punzarme, me duelen las piernas, los brazos, la espalda. Y tengo la nariz tapada.— enumeró y Tomás asintió queriendo adivinar que tenía

Y lo más razonable era una gripe.

—Quita el seguro de tu ventana.— le dijo y Nicole frunció el ceño

—¿Para que?.

—Solo hazlo, ¿si?.

—Esta bien.— después de decir eso tres tonos saltaron dándole entender a Nicole que había cortado la llamada

Se levantó con mucha pereza y quitó el pestillo de la ventana, después de eso se tapó como antes y se acurrucó en la cama. Cerró sus ojos y su respiración pasó a ser más lenta y tranquila. Poco a poco estaba conciliando el sueño.

No se dio cuenta del tiempo que había pasado, según ella se había quedado dormida. Se despertó por que sintió un ligero peso al otro lado de la cama, abrió los ojos lentamente y vio a Tomás en su cama sentado mirándola.

—¿Hace cuanto estás ahí?.— le preguntó y Tomás se alzó de hombros

—No importa.

—¿Que hacías?.— preguntó sentándose en la cama al igual que él

—Mirándote dormir.— respondió neutral y Nicole alzó una ceja

—Alto acosador.— murmuró y Tomás soltó una mini risa

Nicole miró en la orilla de la cama una bolsa de farmacia. Frunció el ceño mirando a Tomás y él tomó la bolsa para dársela. Nicole miró el contenido y lo sacó uno por uno.

Pastillas para el dolor de cabeza y el cuerpo. Té con paracetamol que ayuda con la congestión nasal. Y unos dulces de menta.

—N-no tenias que traerme todo esto.— le dijo y Tomás negó sonriendo

prohibido - c.r.o Donde viven las historias. Descúbrelo ahora