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—Déjame hacerlo a mi manera, por dios Nicole.— rogó Tomás una vez más pero ella se volvió a negar

—No Tomás, ¿no lo entendes?. Si te llevan preso, ¿que mierda voy a hacer?.— cuestionó asustada y Tomás negó

—Nada de eso va a pasar, no iré preso... sólo confía en mi, te juro que estoy siendo cuidadoso.— murmuró pero Nicole se negó de nuevo rotundamente

—No, olvídate Tomás, devolvelo. Decile a Homer que no lo necesitas más.— dijo Nicole entregándole la bolsa y Tomás la tomó suspirando

—¿Sabes que soy un necio de mierda y que no te voy a hacer ni puto caso, verdad?.— alzó una ceja y Nicole le tiró una mirada amenazante

—Entonces hace lo que quieras, no quiero que nazca el bebé y que vos estés tras las rejas. Pero no te interesa, ve a vender tu mierda y gana lo que quieras.

—Lo que voy a ganar va a ser para los dos, entendelo que lo hago por nosotros.— susurró mirándola a los ojos

—No quiero dinero sucio.— replicó Nicole y Tomás se rindió, negó con la cabeza y salió de la habitación para bajar al living

—¿Por que tanto grito?.— preguntó la mamá de Tomás y él negó molesto

—Por nada mamá, voy a salir, ¿podes...?

—Sabes que me encanta cuidarla, anda con cuidado.— dijo Teresa y Tomás sonrió para darle un sonoro beso en la mejilla

—Te amo.— le dijo y después de eso salió de la casa con aquella bolsa

No iba a ningún lado en particular, o tal vez si. No iba a devolverle la mercancía a Homer, tenía que venderla toda, iba a generar mucha plata, pero tal vez Nicole tenía razón, era ganar dinero sucio, ya que estaba ganándolo con cosas ilegales, si daban con él, era cárcel seguro.

Pero es que no podía retirarse, no quería, ya tenia lo que necesitaba, y necesitaba ese dinero, necesitaba darle la vida que le prometió a Nicole, la que le prometió a Homer y a Bruno.

Quería darles todo, y lo iba a hacer.

Fue a meterse a un callejón donde tendría su primer pedido, había conseguido maria y cocaína. Y a ambas cosas le sacaba mucho provecho.

Así fue repartiendo por varios lados a lo largo del día, después volvió a casa. Su madre estaba iba subiendo las escaleras cuando él llegó, cerró la puerta y saludó a su madre.

—¿Está dormida?.— preguntó Tomás y Teresa asintió

—Si, hace un rato se quedó dormida. ¿Donde estabas?.

—Con Homer mamá.— mintió, le dio un beso en la frente y subió las escaleras

Entró a la habitación despacio sin hacer mucho ruido, al verla dormida en posición casi fetal abrazándose el vientre sonrió y le acarició el pelo para después darle un beso en la coronilla.

Se levantó para sacarse la remera y ponerse otra, después se sentó en la cama mientras veía el celular y su mano libre acariciaba el pelo de Nicole, haciéndole mimos.

Sintió como ella se movió, Nicole abrió los ojos y Tomás sonrió al verla despierta. Odiaba que él llegara y ella se durmiera, quería tenerla despierta para verla a los ojos y hablar con ella.

Porque si no se sentía solo, así ella estuviera en la misma cama que él.

Pero solo la dejaba dormir por que debía suponer que el embarazo la cansaba mucho, ya tenía ocho meses y medio. Nicole se levantó de la cama para ir al baño, y al sentir como algo se rompió con tan solo tocar la taza del inodoro abrió los ojos en grande y llamó en un grito a Tomás.

—C-creo que rompí fuente.— susurró un poco asustada y Tomás la tomó fuerte de la cintura para cargarla a upa y llevarla al coche

Su mamá enseguida los atendió también acompañándolos y llevando a Nicole en los asientos traseros tranquilizándola. Tomás conducía muy rápido, tocando el claxon a cualquiera que estorbara por el camino.

Nicole gimió fuerte al sentir como Tomás frenó con mucha fuerza, por un momento vio un destello blanco hasta que la voz de Teresa la sacó de su trance.

—¡Tomás!.— alzó la voz y Tomás siguió conduciendo, no sin antes ver a Nicole y comprobar que estaba bien

—Mierda, lo siento.— dijo volviendo la vista al frente, solo le interesaba llegar al hospital

Después de unos minutos entraron a urgencias y Nicole fue atendida. Ya no aguantaba el dolor, los ojos le pesaban tanto que los tenía casi cerrados.

Vio a Tomás y no sabía si estaba alucinando pero lo había visto con un golpe en la cabeza y una ligera capa de sangre brotando de su cabello. Se tiró en la camilla para acostarse completamente, y respirar hondo, la luz le parecía muy fuerte, sentía que le quemaba los párpados casi dejándola ciega.

De un momento a otro ya tenia las piernas abiertas lista para dar a luz. Pujó tanto como el médico le indicaba, por alguna razón había mucha sangre y desconocía la razón. Igualmente no podía pensar con claridad.

Escuchó el llanto de un bebé en un eco y volvió a respirar hondo. Después sintió como le entregaban a su bebé y con las pocas fuerzas que tenía lo sostuvo entre sus brazos.

Vio a Tomás entrar a la habitación y ahora que lo veía bien, no había rastro de ningún golpe ni sangre. Se había equivocado.

Teresa se acercó a ellos y miró al bebé para sonreír y darle un beso a Nicole.

—Somos padres, por fin.— escuchó la voz de Tomás muy lejos pero era entendible

Nicole sonrió y le dio un beso en los labios. Estaba feliz, de tener a su bebé, a su hija, era una nena.

Pero algo faltaba, algo no estaba del todo bien.







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cada vez escribo mas horrible no c cómo pueden leer esto ahre, lxs amo mucho bellxs ❤️

voten y comenten che q se viene lo bueno. 😳

prohibido - c.r.o Donde viven las historias. Descúbrelo ahora