prohibido - c.r.o

18

—¿Ella es la razón por la cual terminamos?.— preguntó enseguida Martina señalando de cuerpo completo a Nicole

—Y-yo...— Nicole intentó hablar pero Tomás negó mirándola

—Martina...— Tomás quiso hablar pero antes la recién nombrada lo interrumpió

—¡Contéstame!.— dijo en voz alta llamando la atención de todos en el aeropuerto

—Algo así.— respondió y suspiró— Nunca fuimos nada oficial o serio.

Miró a Nicole y ella alzó una ceja, tenía que decirlo.

—No hasta ahora.— susurró bajando la mirada y Nicole sintió algo en el corazón

—¡Vos, con mi novio, mi mejor amiga con mi novio, sos una hija de puta!.— dijo yéndose hacia Nicole y Tomás se interpuso entre ellas— ¿¡Por eso me insistías en que lo dejara!? ¿¡Para quedarte con él, no!?. ¡Pues acá lo tenes, puta de mierda!.

—Martina... j-jamás fue me intención, lo juro.— susurró con lágrimas en los ojos y la mirada de Martina fue a su vientre

—¿Estas embarazada de él?.

—¡No!.— negó en alto sosteniéndose la panza— No es suyo.

—Martina por favor, hace meses terminamos. Lo qué pasó entre ella y yo ya no tiene porqué importar, no somos nada, somos libres de estar con quienes queramos, no armes un escándalo por nada.— intervino Tomás tratando de calmar las cosas

—¿Seguro que no importa?— preguntó irónica—, decime algo Tomás. ¿Te metiste con ella mientras estabas conmigo?.

Lo único qué pasó por su cabeza fue un "niégalo", pero no, no lo iba a negar. No tenía porque.

—Si... pero de algo podes estar segura, fui yo quien quiso, fui yo quien dio el primer paso, fui yo quien la besó en esa fiesta.

—¿Fiesta?, ¿vos eras la piba con la que se besó?.— se dirigió de nuevo hacia Nicole y ella enrojeció

—Bueno, basta. Martina, te quiero lo sabes, pero... creo que lo de ustedes jamás funcionó bien, ni una sola vez.— dijo Mauro riendo— Tomás daba todo por vos, era el único que mantenía bien la relación porque le importaba, a vos te chupaba un huevo. Así que creo que se ve mal que lo reclames cuando siempre lo descuidaste... solo digo. Humilde opinión.

Se alejó del trío para seguir mirando de lejos y Martina lo miró con cierto odio. Mauro solo alzó los hombros restándole importancia. Alzó una ceja y se volvió a acercar situándose del lado izquierdo de Nicole.

—Y no le grites a la nena, mira que me la aflijas y esta esperando un bebé.— dijo con voz tierna acariciando la panza de Nicole

—Son un par de...

—¿Locos, hijos de puta, pelotudos, cabrones?.— interrumpió a Martina y asintió— Si, lo somos.

Tomás miró a Mauro pidiéndole que parara, después volvió su vista a Martina y negó con la cabeza.

—Sabes que Mauro tiene razón, jamás te importé, reconócelo y déjame vivir en paz.— pidió y una lágrima brotó por la mejilla de Martina

—Vos, Mauro, Nicole, y tus putos hermanos pobres que viven en la calle, se pueden ir a la mierda. No son nada, mucho menos esos pendejos que viven en una chatarra de camioneta y se drogan. Así vas a terminar vos Tomás, vas a ver, vas a ser un pobre idiota como ellos.— dijo dolida mientras retrocedía, Tomás solo asentía dándole igual

Todos los años que estuvo con ella escuchó lo mismo que ya no le dolía, y mucho menos le importaba.

Martina dio media vuelta y se fue del aeropuerto, todo el mundo los miraba. Después de un rato la gente fue dispersándose y Tomás ayudó a Nicole con su valija para llevarla con cuidado hasta el coche. Tania se fue por su cuenta mientras que Tomás se llevó a Nicole con ella, a su casa.

Dejaron a Mauro en la suya y en cuestión de minutos ya estaban cruzando la de Tomás. Jamás lo había visitado a su casa, y menos se imaginó que fuera grande y muy colorida. Esperaba que la habitación de Tomás fuera negra y desordenada, pero nada que ver.

Estaba limpia, y ordenada. Era de color morado pastel, casi tirando a azul. La cama era grande y tenía sábanas blancas.

Había un dibujo hecho a mano con letras grandes que decía bardero$, con un signo de peso al final, sustituyendo a la s.

—Me lo hizo Homer hace un año.— dijo Tomás al ver a Nicole mirando el dibujo con atención

—¿Que significa?.

—Somos prácticamente él y yo.— sonrió— Nosotros complementamos a barderos.

—¿Bruno no?.

—Bruno llegó unos meses después de crear barderos, forma parte, pero no tanto como Homer y yo.— dijo situándose detrás de ella para pasar sus manos por el vientre de Nicole repartiendo caricias en este

—Es eso o ...¿tenés algo contra Bruno?.— preguntó Nicole dándose vuelta para quedar frente a frente

—Lo quiero, es mi hermano. Solamente, tenía celos, por que cuando dejamos de vernos pasabas mucho tiempo con él.— confesó jugando con el pelo de Nicole y ella soltó una mini risa

—Si, nos veíamos casi diario, mi mamá lo quiere mucho— dijo acomodándole la remera a Tomás—, pero mi mamá sabe lo que vos significas para mi entonces quédate tranquilo.

—Me enteraba de todo por Homer, llegaba a decirme las cosas sin que se las pidiera.— dijo Tomás sonriendo y Nicole negó

—Si me dijo Bruno que sos como un dios para Homer, por eso te cuenta todo.

—Lo sé, no me gusta que sea así pero... lo he ayudado mucho, también a Bruno.— dijo y después abrió la boca— ¿Te cuento mis planes?.

—A ver.— dijo Nicole sonriendo por ver la cara de emoción de Tomás

Tomás jaló del brazo a Nicole y la hizo sentarse en la cama, se sentó a lado de ella y le tomó la mano mientras sonreía, se aclaró la garganta y habló.

—Quiero darles una vida mejor a ellos— comenzó sin dejar de sonreír—, quiero comprarles una casa para ellos. Martina dijo cosas hoy sobre ellos, y de verdad que me molesta que hable mal de ellos sólo por que no viven en un lugar decente.

Nicole hizo una mueca, había visto como a Tomás parecía darle igual cuando Martina lo dijo, pero ahora veía que no había sido así.

—Pero te juro, te juro que son personas más que decentes, son buena gente, con un corazón enorme.— dijo y Nicole asintió, lo había visto y sabía que no mentía.— Por eso quiero darles lo que se merecen, una vida mejor, su propia casa, su propio espacio, quiero darles todo a mis hermanos.

Nicole quiso abrazarlo muy fuerte, la emoción que Tomás desprendía al contar sus planes para la gente que quería le llenaba el alma, jamás lo había visto tan entusiasmado.

—También ahora que decidí que quiero vivir mi vida con vos y con... tu bebé. Pensé también en una casita para los dos.

—Tomás...— Nicole quiso hablar pero Tomás negó

—De verdad Nicole, quiero que...quiero que vivamos juntos, que tu hijo tenga mi apellido, que tenga un nombre que hayamos escogido como pareja. Que tenga un jardín, un cuarto propio, un cuarto de juegos, un perro. Quiero que tengamos todo, que el bebé tenga todo.

Los ojos de Nicole se inundaron de lágrimas y se lanzó sobre Tomás para abrazarlo y darle un beso. Tomás la tomó de las mejillas mirándola fijamente y sonrió.

—Quiero darle todo a nuestro bebé.

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awww soy lagrimas amigo.

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