prohibido - c.r.o

08

—Mi madre me encargó hacer las compras.— dijo Nicole poniéndose un buzo grande por el frío que hacía afuera y Tomás solo asintió con la cabeza

Tenía una hora jugando en su celular. Y para todo lo que decía Nicole él asentía con la cabeza solamente. Nicole suspiró y se acostó en la cama de nuevo para tomar el celular de Tomás y este soltó un quejido.

—¿Viniste a jugar jueguitos o a verme?.— le preguntó alzando una ceja y Tomás se mordió el labio

—V-voy a perder.— susurró mirando como en su juego le disparaban y Nicole alzó una ceja mirando la partida— Nicoleee.

—Ay, ya toma.— le devolvió el celular y Tomás se apresuró a dejarle un beso en la mejilla y seguir jugando

Nicole se levantó de la cama para caminar al baño de su habitación y mirarse al espejo para maquillarse un poco antes de salir. Se soltó el pelo y se acomodó el buzo y desde el espejo vio el reflejo de sus manos con manchitas más claras que su color de piel. No le disgustaba, sabía que se le harían más notables con el tiempo. Tenía en todo el cuerpo, pero ella seguía igual de linda; y al parecer le empezaban a gustar sus manchitas en la piel.

Cuando Tomás terminó su juego miró a su lado y Nicole ya no estaba ahí, no se había dado cuenta de que se había ido al baño. Se levantó y caminó hasta el baño donde entró y al ver a Nicole arreglándose sonrió; contemplándola desde el marco de la puerta. Se acercó a ella y le pasó una mano por la cintura abrazándola. Al ver su reflejo en el espejo como aún tenía su celular en la mano lo encendió para poner la cámara y tomar una foto. Después tomó otra donde le estaba dando un beso en la mejilla y Nicole no pudo evitar sonreír.

—Que linda.— dijo Tomás para Nicole dándole un beso en la frente

—¿Si me escuchaste?.— le preguntó y él asintió; parecía que no le ponía atención pero siempre que le hablaba él escuchaba

—Que tu mamá te mandó a comprar cosas, si. ¿Querés que te lleve?.

—N-no se.— susurró saliendo del baño y Tomás la siguió

—¿Por?.

—¿Y si alguien nos ve?.— preguntó con cierto temor

La mamá de Martina solía frecuentar el supermercado que estaba cerca de la casa de Nicole. La conocía a ella —obvio—, y a Tomás, si los veía juntos podía mal interprétalo o simplemente contarle a su hija que se encontró con Nicole y con Tomás, y Martina después le preguntaría que, qué hacía con su novio en un súper mercado.

—Pues, hay que ir pero no hacer nada raro.— opinó Tomás sentándose en la cama

—Claro, si alguien que nos conoce nos ve le dirá a Martina, y así como es de celosa; va a mal interpretarlo todo.— juró Nicole estando muy segura de que no era buena idea ir juntos

—Eu— la llamó Tomás y la tomó de la cadera para hacer que se siente en sus piernas—, deja de pensar en Martina.

—¿Como?. Sos su novio Tomás y es mi mejor amiga.— dijo frustrada tapándose la cara con ambas manos

—Pero vos sabes lo que los demás no. Que hablen si quieren, no saben nada.

—Y-ya no sé si pueda.— susurró jugando con sus dedos— Ya no se si p-pueda estar con vos... siento que esto está mal. Ambos vamos a perder si pasa algo malo.

—No te voy a obligar a nada— susurró Tomás recorriéndole un mechón de pelo—, y-yo si quiero estar con vos Nicole, pero también quiero que vos estés segurísima de eso, sino pues...