Nadie comprende la complejidad de amar...
Podemos amar con el alma pero no con las acciones, podemos amar con la vida pero no darla por alguien, podemos ir al infierno o al cielo por esa persona... pero sacrificar la libertad nunca será una opción.
...
La lluvia torrencial esta noche hace mas cómoda la cárcel ahora tranquila. Y yo estoy recostada en la cama, pensando en todas mis vivencias estos últimos cinco años en Cruz del norte... con el tiempo todas se fueron incluso mi querida Gitana... y yo las veía salir una a una a su libertad. La Rubia salio un mes atrás... y yo estaba en paz al saber que mañana seria al fin libre, despues de fingir tanto ante la policía y los inspectores, ayudando a resolver casos... había conseguido la libertad que tanto anhelaba durante 15 años. Tan solo había pasado un corto tiempo aquí en comparación con Cruz del Sur pero ya lo sentía como si fuera toda una vida y tal vez era porque esos momentos fueron tan fuertes en algún sentido que se marcaron en mi vida como si de un tatuaje se tratase.
Y en un recorrido por mi mente apareció Hierro... di un suspiro con una sonrisa tonta mientras recordaba lo bien que besaba... la puta nostalgia me invadió, fue tan real como la vida misma, y será por eso que cinco años después de haberlo conocido, aún me inquieta recordar este episodio con retazos del más allá...
Cada recuerdo se se fue convirtiendo en desaprobación propia renegandome en lo que pude hacer y lo que no hice, lo que hubiera sido y lo que fue... Supuse que ya hasta se abría casado con la primer chavala que vio y habrá tenido hijos de a montón... pfff... mejor pensé en cosas mas agradables como que haré al salir de aquí mañana... puedo buscar a Altagracia si es que no se a ido a México... o puedo buscar a Saray... o no... porque ya tiene una hija y no querrá mas problemas. Di un suspiro. Me di cuenta que no tenia nada bueno afuera esperándome... nadie con quien ir, nada que hacer. Entre pensamientos me fui quedando dormida.
***
Habia llegado el momento, caminaba entre esos pasillos que jamas volvería a ver... no era que iba a dejar de cometer algún delito... sino porque no pensaba dejar que me pillaran. Salí escoltada por dos funcionarios hasta la puerta del parking... y luego seguí sola hasta la salida.
Aunque era de mañana hacia bastante calor, las gaviotas volaban sobre la prisión y mi corazón golpeaba mi pecho con fuerza, jamas pensé que saldría por la puerta principal... siempre creí que seria estallando la cárcel o en un carro tanque, que se yo... algo mas épico que caminar hasta cruzar la puta puerta.
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Saque un cigarrillo pero no encontraba mi mechero, el guardia mas cercano me lanzo un mechero, que no pensaba devolverle. Camine a la parada donde se supone que un autobús pasa cada hora por las recién egresadas... y para mi mala suerte acababa de pasar antes de que yo saliera. Ahora debía esperar una maldita hora bajo el sol que se atraía mas por mi cabello negro y la ropa negra que traía puesta. patee la tierra y me recargue en un tubo tratando que que la sombra me cubriera y espere casi veinte minutos ... en la calle solitaria apareció un auto negro que avanzaba lentamente y se estaciono frente a mi. Joder... mierda de bromas que me juega la vida... Macarena bajo de ese auto y se paro a un metro de mi.
