Caminaba mirando al cielo, tarareando su canción preferida tantas veces escuchada en la radio. Le entretenía mirar cómo se despejaban las nubes después de la lluvia. No le importaban los charcos de agua que pudieran mojar sus zapatos, ni la temperatura que descendía a cada minuto. Ella estaba concentrada en las nubes, y en aquella canción. Aunque no la comprendía, siempre le había gustado, desde niña. Y no era la sencilla letra la que no entendía, era su mensaje lo que no alcanzaba advertir. Era una canción de amor…y ella nunca había estado enamorada.
—¡Llegó otra carta de la capital, Haru!
—¡Sí!
Dejó los zapatos en la entrada y tomó el sobre de color rosa claro que estaba colocado en la mesa. “Para Hayami Haru”. Sí. Definitivamente era para ella. Y el remitente no era cualquier persona. Fue corriendo a su habitación y cerró la puerta tras ella. Abrió con ansiedad el papel, y las lágrimas acudieron apenas sus ojos se posaron en la primera línea. Eran las palabras de su mejor amiga, a quien conocía antes de tener memoria. La había visto por última vez una semana atrás, cuando al despedirla en la estación se prometieron nunca dejar de escribirse. Esta era la primera carta que recibía desde entonces, y definitivamente la sensación al leer los trazos escritos por aquella preciada mano, era completamente distinta a la frialdad de los mensajes de texto o los correos electrónicos. Sentía que podía escuchar su voz mientras su mirada pasaba lentamente por las líneas. Le agradó saber que estaba bien en Kioto, y que ya había visto cuál sería su nueva escuela y que le gustaba mucho, a pesar de que el pequeño colegio de Ayabe le resultaba más acogedor. “De tu querida Shiori”, esas eran las últimas palabras de la misiva.
¿Qué le debía contestar? Seguro le alegraría saber que había terminado con buenos resultados sus estudios de la Secundaria, y que pronto serían los exámenes de ingreso a la Preparatoria.
Dejó la carta a un lado y se tendió sobre el colchón. Ahora no tenía ganas de pensar. Shiori empezaría una nueva vida… y ella debía de continuar la suya. ¿Cómo sería estar en la Preparatoria? No se había puesto a pensar en eso. De pronto, aquella canción volvió a su cabeza, y comenzó a cantarla en voz alta.
¿Cómo sería estar enamorado? Había veces en las que se pasaba minutos enteros imaginando…pero es difícil imaginar un sentimiento que ni siquiera conoces, que no está allí. De cualquier modo, ella soñaba con que algún día encontraría el amor…o quizás el amor la encontraría a ella. Afuera, la temperatura bajaba cada vez más, y comenzaban a caer los primeros copos de la última nevada de marzo.
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La quinta estación
Romance(NOVELA EN EDICIÓN) Primavera, verano, otoño, invierno. Cuatro estaciones, cuatro historias. Primavera... Un amor que nace puro como el cielo... Verano... Sentimientos nublados por la distancia... Otoño... Lágrimas como lluvia al dejar ir lo que es...