Réprobo, protervo, irredimible. Sabía que ella de seguro había pensado todo eso de él, y estaba consciente de que lo era. Se odiaba a sí mismo, y deseaba desaparecer de la faz de la tierra. Sin embargo, lo peor era verla todos los días y saber que ella no lo veía. Hacía ya dos semanas que no le dirigía ni una mirada, ni una palabra. Incluso hubiese preferido que lo tratara como a una basura a que hiciera como si simplemente no estuviese allí. Miles de veces había intentado explicarle lo que había pasado en verdad, pero sus esfuerzos eran inútiles. Hasta los compañeros de clase se dieron cuenta de la tensión que había entre ellos.
Sin que se le pudiera ocurrir más nada, acudió al último recurso que tenía. Aquella tarde, en cuanto llegó de la escuela, dejó sus cosas a un lado, tomó papel y lápiz, y comenzó a escribir. Sin pensar en el orden, ni en la letra, solo lo que le venía a la cabeza, lo que sentía.
"Quiero hablarte. Sé que lo que hice estuvo mal, y comprendo que no me quieras perdonar, pero quiero hablarte. Me estás matando. El que no me veas me mata; me asfixio de no escuchar más tu voz. Quiero hablarte. Es mi corazón el que está gritándote estas palabras. No robé tu diario, me lo dieron por error. Pensé por mucho tiempo antes de leerlo, pero al final me ganaron las ganas de saber más de ti. Te amé desde el instante en que mis ojos se vieron en los tuyos, desde el día de aquel bendito examen. Cuando vi que estábamos en la misma clase, fui el hombre más feliz del mundo, pero no me atrevía a decirte nada por miedo. Ahora quiero hablarte.
Amé cada fragmento de ti, desde tu gusto por las cosas en extremo dulces hasta el jugueteo de tu mano con tu pelo cuando te pones nerviosa. Cuando me hablaste, sentí que era imposible ser más afortunado. Entonces me di cuenta de que la chica del diario era mucho más increíble en persona, y te amé cada día más. Creí que era momento de decirte la verdad, pero entonces dijiste las palabras que me hicieron caer al abismo de la muerte y la vida. Saber que me querías fue demasiado para mí. Tenía miedo de perderte, y me callé. Ahora, más que nunca, quiero hablarte. Ver tus lágrimas caer por mi culpa fue más duro que cualquier castigo divino. Descubrí que fue un error el no haberte hablado antes. Quiero hablarte, y quiero que me escuches. Te amo. La persona de la cual te enamoraste soy yo, no soy un monstruo…sé que no estoy cerca de ser perfecto…pero soy yo, y te amo. Te pido perdón, y te amo. No me tortures más, porque te amo. Comprendo que no me quieras más, pero te amo, y quiero hablarte."
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La quinta estación
Romance(NOVELA EN EDICIÓN) Primavera, verano, otoño, invierno. Cuatro estaciones, cuatro historias. Primavera... Un amor que nace puro como el cielo... Verano... Sentimientos nublados por la distancia... Otoño... Lágrimas como lluvia al dejar ir lo que es...