2. Nombre

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Sus ojos estaban fijos en el reloj de la pared, y daba vueltas al lápiz en su mano

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Sus ojos estaban fijos en el reloj de la pared, y daba vueltas al lápiz en su mano. Le parecía que el tiempo estaba detenido. La espera ya le resultaba desagradable. No quería mirar otra vez el papel, sabía que se pondría a dudar y acabaría cometiendo un error. Ya todo estaba escrito, y así se quedaría. Leyó su nombre una vez más. “Tanzawa Shun”. Sonrió levemente. Por su memoria pasó el primer día en la Secundaria. La profesora leyó su nombre como “Haru”¹, y toda la clase se echó a reír. No podía creer que esos últimos tres años hubiesen pasado tan a prisa. Recordaba, como si no hubiese transcurrido ni una semana, su ingreso a la Secundaria, y ya había terminado el examen de admisión a la Preparatoria.

—Maldi…

Su voz se entrecortó al darse cuenta de lo que iba a decir, y en dónde lo iba a decir. Respiró profundo, y extendió su mano al suelo para recoger el lápiz que había dejado caer. De pronto, su mirada se congeló. Justo frente a él, y mirándolo tiernamente con unos ojos de un hermoso color dorado, estaba el rostro de un ángel. Ella le tendió su mano y colocó el lápiz entre sus dedos, devolviéndole una tímida sonrisa antes de reincorporarse en su silla y fijar los ojos otra vez en el examen.

Él no podía apartar la vista. Su corazón comenzó a latir excesivamente rápido, a la par de que sus ojos seguían el movimiento de la pequeña mano de la muchacha que acariciaba su cabello color ante. ¿Cómo no la había visto hasta entonces? Seguro los nervios por la prueba lo hicieron ciego ante aquella belleza sin nombre… Eso, necesitaba saber su nombre.

—¡Lápices sobre la mesa! Pasaré por sus puestos recogiendo el examen.

Era imposible. La última vez que había visto el reloj faltaban unos veinte minutos. El tiempo no podía haber pasado tan velozmente. Si recogían los exámenes, entonces no podría ver el nombre de la chica. Intentó estirarse lo más que pudo para ver si alcanzaba, desde su puesto, ver algo de la hoja que ella tenía, pero sus esfuerzos eran inútiles. El profesor ya venía. En cuestión de segundos todo acabaría para siempre. Uno…Dos… Ya era demasiado tarde. El papel sobre la mesa de ella se encontraba en las manos de aquel hombre, quien ahora se aproximaba a llevarse el de él. Sus esperanzas habían sido arrebatadas, pero…

Cuando el profesor se inclinó para recoger su examen, logró avistar lo que estaba escrito, con una caligrafía excelente, en aquella hoja de papel. Tan solo fue un instante, menos de un segundo podría asegurar, pero fue tiempo suficiente para que aquel nombre se le grabara en la mente. Su apellido, Hayami. Su nombre, aunque pareciera mentira, Haru.

Sí, Haru. Como mismo se escribía el suyo, pero de seguro así se pronunciaba. Haru, un nombre hermoso, sin duda alguna digno de ella. Haru… Y lo mejor era saber que irían a la misma escuela. Y mientras la veía ponerse de pie y marcharse sin mirar atrás, sintió que la primavera había llegado a su corazón.

🌸🌸🌸🌸🌸NOTAS🌸🌸🌸🌸🌸

¹春, este kanji significa Primavera. Su lectura Kun es Haru, que se usa generalmente como nombre de niña, pero su lectura On es Shun, más usado en los niños. En japonés, los kanji tienen más de una pronunciación.

La quinta estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora