Capítulo 12

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Bakugo hunde sus manos en las nalgas del pelinegro que se aguanta de la pared del baño por los posesivos besos sobre su cuello, jadeando por los toques que el rubio le da.

No sabe de donde había salido aquella fantasía de hacerlo en un baño pero tampoco se opondrá, Katsuki parece que ha visto porno para saber más acerca de cómo tocar un chico.

Las manos del menor de aferraron a su espalda sintiendo como movía su trasero a su gusto dejando ahora mordidas por donde puede.

Despertó jadeando y sudando frío.

Ese hijo de perra.

—¡PUTO PERVERTIDO, LO MATARÉ!—

[***]

Llegando a la escuela lo primero que hizo fue buscar al idiota pelo quemado ese hasta la azotea sin ser visto obviamente, llegó hasta donde se encuentra escuchando sus preguntas pero se quedó callado al ser acorralado.

—¿Baku...go?—dijo con duda en sus ojos que estaban fijos en los rojizos contrarios.

—Sal de mi puta mente, bastardo de pelo quemado.—exigió con su ceño fruncido.

—¿De qué hablas?—se ruborizó hasta la orejas con tan solo saber que el rubio piensa mucho en él como para decir eso.—¿Siempre piensas en mi?—susurró sonrojado.

—Todos los putos días me andas jodiendo la mente.—respondió a su modo Bakugo según piensa el ojiazul grisáceo.—No me dejas en paz ni en sueños, ¿sabes?—susurró cerca de sus labios.

Con las mejillas calientes el rubio inició un roce entre ellos, bastante brusco por su parte afirmando una de sus manos detrás del cuello del menor que se aferró a la tela de su uniforme.

Mierda, se siente bien.

Aquellos besos cada vez van mejorando dejando la torpeza de lado o más o menos se intenta generando un lindo sentimiento entre ellos dos porque esos besos significan algo más sentimental de lo que creen, algo que les cuesta notar.

Una de las manos del más bajo acarició de los, sorprendentemente, suaves cabellos rubios de su acompañante.

Separaron sus labios mirándose fijamente aún manteniendo la cercanía entre ellos, Toshinori ocultó su rostro en el pecho del rubio que sonríe orgulloso de su reacción.

—Debemos ir a clases.—murmuró para separarse ambos.

Acomodando sus ropas un poco el de hebras oscuras dejó un tosco beso sobre los labios del ojirojo.

—Estoy empezando a confiar en ti, Bakugo. No te confíes porque un solo error que me entere y estarás más que muerto.—hizo una seña de dedos de tijeras, en señal de "esto que ni siquiera ha empezado se termina".

—Lo que digas, idiota.—

El fin de clases se acerca tan rápido.

[***]

El día es aburrido, aún espera respuesta por parte de la señora Rei después de haberle enviado una carta a su hogar, hasta ahora no ha señales de aquella mujer albina.

Le pedirá más tarde a su padre que le diera el número del pelirrojo héroe para poder saber del paradero de su esposa.

Todos los estudiantes estaban felices por el fin de clases, hasta el maestro habla acerca de adonde quieren entrar para la preparatoria.

—No me cuesta nada saberlo, ¡todos quieren ir a la U.A!—exclamó por último sonriente el hombre leyendo las pruebas hasta parar en una algo inusual.—Toshinori-kun....¿planeas entrar a U.A?, ¿sin particularidad?—la mueca es su cara la ha visto antes.

Sus supuestos compañeros le miraron explotando en risas muy ruidosas, bufó sabiendo que eso pasaría, pobre de Izuku que posiblemente debe estar pasando por las mismas burlas.

—¿Como planeas hacer eso?, ¿eh?—burló un muchacho de cabello negro de ojos marrones.—Los quirkless no pueden ser héroes, ¿acaso no estabas enterado?—

—Lo tengo claro pero—se levantó de su asiento encarando al chico.—No me importa sinceramente la opinión de las personas que solamente por tener un don se creen superiores, yo cambiaré esa visión tan falsa de los poseedores de quirks hacía personas como yo que se esfuerzan para ser héroes.—terminó su discurso con seriedad en su mirada.—No me dejaré pisotear por nadie.—

—Qué estúpido.—las risas volvieron a empezar y se dejó caer en su puesto planteándose si es momento para utilizar los métodos de su tío Enji.

Tremendo día de mierda.

[***]

El final del día ha llegado alegrando al pelinegro que fue a buscar al peliverde para ambos irse como suelen hacer siempre, llegando a la puerta de su aula quedó de estático al escuchar la voz de su mejor amigo chillar al mismo tiempo que se escucha una explosión.

"Kacchan" fue lo que escuchó, pensó que el rubio lo dejaría en paz tras haberlo molestado ya, queriendo golpearlo apenas salga del aula, pero lo que hizo su ira despertar totalmente son las últimas palabras que le dedicó al de ojos verdes.

Desgraciado, desgraciado, desgraciado.

—Si quieres hacer algo bien y tener un quirk, deberías rezar para tener uno en la próxima vida y lanzarte por la azotea, sería lo mejor, Deku.—esas palabras llenas de burla y arrogancia calan en los más profundo de su interior.

¿Es difícil entender que esas palabras dirigidas hacía su mejor amigo le afectan porque también puede usarlas para insultarlo a él?

Le dio un poco de su confianza y recibe esa mierda,  tiembla no de miedo o tristeza sino de ira completa que lo quema.

Cuando la puerta se abrió el rubio no esperaba ver al ojiazul grisáceo que con una mirada completamente fúrica entró dándole un empujón quitándolo del camino para ayudar a su amigo para sacarlo rápidamente de ahí.

—Espero te pierdas de mi vista, Bakugo.—

Tras esas palabras se fue arrastrando al de pecas que muestra un estado decaído.

—Siento no haber llegado antes, Izuku-kun.—le dejó sentado en la fuente viendo que la misma está su libro de información de héroes.—Maldita sea, Bakugo, maldito idiota.—masculló tomando el libro dejando que el sol le diera para que se pueda secarse.

—Está bien, ____-kun, no siempre se pueden evitar las cosas.—responde con una voz apagada.

—Claro que se podían cambiar las cosas si las personas no fueran una mierda, ahora mismo siento tanta decepción de ese idiota, yo de estúpido creyendo que cambiaría esa actitud de mierda.—gruñe tomando su bolso.—¿Vamos?—cambió su tono de voz a uno más amable.

—Iré por un camino diferente sino te importa, hasta mañana, ____-kun.—

—Claro, hasta mañana, Izuku-kun.—se despidió desanimado por verlo tan mal, entiende que quiera un tiempo a solas.

Cada quien se fue por su lado teniendo varios sentimientos encontrados por aquel encuentro, uno lleno de decepción, otro lleno de desesperanza.

Al llegar a su apartamento abrió la puerta suspirando cansado viendo las luces apagadas, su padre no está, mejor para él, así puede sentirse decepcionado en soledad.

Vio una carta en la puerta que viene de la residencia Todoroki.

Eso puede animarlo un poco, hablar con la señora Rei, con una leve sonrisa agarra la carta para abrirla y leer el contenido.

Quirkless. [Bakugo Katsuki x Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora