Capítulo 23

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A las seis de la mañana están los dos muchachos trotando por una parte cualquiera de la ciudad yendo hasta un gimnasio.

Shinso tiene un buen aguante a la hora de esfuerzos físicos pero su habilidad de pelea cercana no es del todo bueno, por eso su autoproclamado amigo le ayudará.

—Eres muy inteligente así que supongo que te será fácil el aprender a manejar el estilo de pelea cercano, Shinso-kun.—comenta parando frente al gimnasio tomando un poco de agua de su botella.

—Me sorprende que puedas decirlo tan fácilmente cuando de seguro será muy duro todo esto.—también tomó agua de su botella agradeciendo que el agua esté algo fría para aliviar su calor.

—Siendo sincero, me tomó unos años el poder crear un estilo de pelea que se adapte a mis necesidades, incluso e ayudado a Izuku-kun con esto mismo así que supongo que será complicado pero trataré de no hacerlo tan trabajoso, ¿si?—

—No creo que seguirte la corriente sea difícil.—

—Pues supongo que estás listo para entrar para empezar nuestro primer encuentro en pelea.—abre la puerta dejando que su amigo pelimorado pueda pasar.

[***]

La rutina de Bakugo no es muy diferente a la del pelinegro. Se levanta temprano entrenando hasta las diez continuando hasta quedar completamente cansado.

Aunque su madre le obliga a relajarse para disfrutar de sus días libres, su padre la apoya totalmente diciendo que entrenar mucho puede causar problemas si llega a excederse mucho.

Casi es amarrado a una silla para que se quede quieto apreciando el día, no está hecho para estar todo el día sin hacer nada lo estresa de sobremanera.

Su celular vibra causando curiosidad en el ojirojo, agarra de mala gana el celular viendo que es un contacto desconocido, ingresa para ver la imagen del mismo chat viendo una foto del ojiazul grisáceo.

¿Quién le dio su número?, ¿acaso se ha vuelto un acosador para obtenerlo?

—"Hola, rubio explosivo :)"

—"No te asustes, el número se lo había pedido a Izuku-kun hace unos días."

—"¿Qué quieres?"

—"¿Podrías por lo menos ser más amable cuando me tomó la molestia de escribirte para saber de tu día, rubia?"

—"¡No!"

—"Incluso en mensajes gritas."

—"¡Ve al maldito punto!"

—"¿Cómo va tu día?. Yo acabo de llegar de una salida con mi amigo ojeroso."

¿Quién?, ¿el ojeroso de mierda que peleó con Deku?, ¿son amigos?

—"¿Qué hacías con él?"

—"¿Celoso?~ 😊"

—"¡Nunca dije eso!"

—"No respondiste mi pregunta 😓"

—"¡No he hecho nada!"

—"¡YA DEJA DE GRITAR!"

Sonríe algo divertido de cómo puede ser aquel muchacho.

[***]

Por casualidad han coordinado una salida amistosa, cabe recalcar, entre los dos muchachos. Ahora mismo ____ está yendo hasta la residencia de los Bakugo de donde partirían los dos hacía un parque cercano.

La linda casa de dos plantas le parecía bastante tranquila, se acerca tocando el timbre de la misma escuchando varios pasos en el sitio hasta que la puerta se abre.

Queda impactado mentalmente, al ver el enorme parecido de la madre señora Bakugo con su hijo, ¿lo ha negado acaso?, son iguales.

La mujer rubia ceniza de ojos rojizos lo inspecciona con una mirada seria para después sonreír, tiene un aspecto más amable que el de su hijo, puede notar a simple vista.

—Me imagino que tú eres el amigo de Katsuki, ¿no?—el menor asiente esbozando una sonrisa.

—Sí, algo así.—susurró por lo bajo lo último.—Soy Toshinori _____, es un gusto, señora Bakugo.—

—Oh, no andes con tantas formalidades puedes llamarme Mitsuki, déjame llamar a Katsuki, pasa.—lo deja entrar en la acogedora morada.

—Con permiso.—se quitó sus zapatos quedando en la sala de estar, todo tiene un lindo ambiente hogareño.

—¡KATSUKI, NIÑO DEL DEMONIO BAJA QUE YA LLEGÓ EL AMIGO TUYO!—el de cabellos negros se asusta por aquel grito de la mujer.

Es idéntica a Bakugo, ¿por lo menos ha sacado algo de su padre?

Trata de ignorar los gritos mirando las fotos que hay en la sala, unas de Katsuki de bebé súper adorable e incluso con Izuku de bebé, está muriendo de una sobredosis de ternura sacando su teléfono para guardar esa imagen.

—¡YA ESTOY BAJANDO, MALDITA VIEJA, YA CÁLLATE!—ahora escucha la voz del ojirojo que viene bajando las escaleras siendo seguido por un hombre castaño.

—Ustedes dos, cálmense, tenemos invitados en la casa.—les regaña de una manera pasiva.—Un gusto, soy Masaru.—

—Toshinori ____.—se presentó viendo cómo la señora Mitsuki golpea en la cabeza a su hijo.

El castaño se sorprende ligeramente pensando para sí mismo que es el mismo chico del que su hijo habló que está enamorado.

El de cabellos rubios agarró del brazo Toshinori comenzando a arrastrarlo a la salida de la casa, de fondo su madre le recrimina que debe ser más amable con él que parece ser el único que lo aguanta.

Y tiene razón, en cuanto a una relación futuro lo está aguantando mucho.

—Tu madre es bastante agradable al igual que tu padre.—dijo tras unos minutos de silencio en su camino al parque.

—Son muy molestos los dos.—masculla su acompañante con su ceño fruncido.

—Deberías ser más amable con ellos, porque no todos tienen la suerte de tener a sus padres o detener padres tan buenos.—hace una distinción en lo último por cierto caso familiar que conoce.

—¿De qué hablas?, ¿acaso eres huérfano?—

—Lo soy.—asintió.—mis padres murieron hace años cuando apenas era un niño, ni siquiera los recuerdo, pero ahora vivo con mi tutor legal.—

—No lo sabía.—

—Nadie lo sabe pero no importa, ya estoy acostumbrado.—

[***]

Estando en una banca disfrutan de un helado, Bakugo no es muy hablador pero por lo menos comenta algunas cosas al respecto de lo que dice para hacerle saber que si lo está escuchando.

Es un buen día, o lo es hasta que una pelota golpea la cabeza del ojiazul grisáceo logrando que su helado caiga al suelo tristemente.

—Ouch.—se queja sobando su cuello.—Owww.—mira con ojos "llorosos" su helado que está trágicamente en el suelo.

—Eres un estúpido.—burla Katsuki.

Lo que no esperaba era que _____ tumbara su helado comenzando la carrera de su vida mientras el rubio trata de atraparlo para matarlo.

Un buen día.

Quirkless. [Bakugo Katsuki x Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora