Capítulo 29

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—Uy, mira la cicatriz que me quedó.—el de ojos azulados grisáceos se saca la chaqueta de la academia mostrándole al peliverde una cicatriz en su brazo izquierdo.

—¡¿Cuándo te hiciste eso?!—se altera mirando preocupado aquella marca.

—Cuando fui tirado al edificio una viga me corto, pero la adrenalina del momento me ayudó a no sentir ese dolor hasta después que desperté en la enfermería.—explicó sonriente mientras juega con la correa de su bolso—No entiendo como no me partí la cabeza.—

—Por lo menos estás bien, es muy genial que pudiéramos pasar ese examen, ¡ahora viene el campamento!—el entusiasmo en las palabras del chico pecoso aumenta los ánimos del azabache.

—¡Campamento para hacernos más fuertes!—el de ojos azules grises alza sus brazos con emoción, le hace bastante ilusión eso del campamento.

Esos dos chicos son tal para cual.

[***]

—Buenos días, rubia.—saluda apenas pasa por el costado de su puesto aquel pelo quemado según palabras de Bakugo.

Ignorando sus palabras completamente sintiendo su orgullo herido por tener que ser salvado por Deku y él durante el examen de hace un día prefiere guardar sus palabras.

Pronto las vacaciones empezarán dejándoles un espacio para que puedan descansar siendo después que los estudiantes de las clases A y B irán al campamento de entrenamiento, eso anima bastante a todos los estudiantes por igual.

Bakugo no está muy entusiasmado para ser honesto, más bien tiene un mal presentimiento que no deja de punzar en su cabeza como una clase de alarma de advertencia.

Sus compañeros comenzaron a conversar acerca de ir al centro comercial para comprar las cosas que seguramente necesitarán para aquella semana de entrenamiento, todos aceptan habiendo sus excepciones como lo es Katsuki.

____ no se molesta mucho en convencerlo aún si Kirishima se lo ruega, sabe que Bakugo no cederá. No es una persona muy social que digamos, es más de estar encerrado en su hogar en sus propios asuntos que saliendo con un gran grupo de amigos que considera extras que ni llama por sus nombres.

—¿Qué cosas te falta a ti para el campamento, ____-kun?—pregunta el pecoso curioso.

—Me falta protector solar y una nueva muda de ropa deportiva.—responde.—Tal vez compre unas pesas, no estoy seguro.—

De reojo el rubio cenizo solo lo mira.

[***]

—¡Bien nos vemos aquí dentro de una hora!—exclama el pelirrojo recibiendo una exclamación afirmativa por parte de sus amigos antes de separarse todos.

Tres personas, específicamente Izuku, Ochaco y ____ han quedado en la deriva sin saber qué hacer primero, el azabache sigue indeciso de qué tienda debe buscar primero.

—Oh, ahora que lo pienso, ¿qué es lo que planeas comprar, Uraraka-san?—pregunta para romper el silencio el chico de cabellos verdosos.

—Bueno lo que busco es insec—se queda unos segundos congelada causando confusión en sus compañeros que al verla ponerse roja se pusieron más confundidos.—ticida!—gritó huyendo rápidamente.

Los dos muchachos se asustan ante la repentina acción de su amiga castaña pero se miraron entre sí sin comprender su reacción.

—¿Te acompañó a comprar las pesas?—comienza a caminar a un lado de su mejor amigo.—Puedo también comprar unas pesas.—piensa en voz alta.

—Sería buena ide—sus palabras son cortadas por un brazo ajeno rodeándole el cuello con mucha confianza.

La misma acción se aplica con el pelinegro que se tensa al instante.

Ahí empieza su problema.

El comienzo de una catástrofe mayor.

[***]

Las luces de los faroles de la calle son los únicos encendidos para que la calle pueda estar iluminada pero se escuchaban unos jadeos junto a unos pasos rápidos.

Aquella persona que está corriendo es Bakugo Katsuki que se acaba de enterar hace más de un rato lo que sucedido en el centro comercial con Midoriya y Toshinori.

El nerd no le importa para nada, tras comunicarse con el pelinegro decidieron encontrarse a esas horas tan altas de la noche. Porque de algún modo Katsuki está preocupado por él y quiere corroborar que no le sucedió nada.

Algo protector en otras palabras.

El muchacho lleva una sudadera gris con unos jeans y zapatos negros, está apoyado en una pared al lado de una máquina expendedora tomando un té de limón de la misma máquina.

En su cuello hay asomadas unas pocas vendas, por teléfono le dijo que había sido por culpa de Shigaraki que enterró sus uñas en su piel rasgando la misma en un signo de molestia por no poder matarlo en el centro comercial.

—Pensé que me dejarías "plantado"—sonríe bastante tranquilo mirando al de ojos rojos que se detiene cerca de él—¿Estás cansado?, ¿no quieres un poco de—sus palabras fueron calladas por el rubio.

Una mano en el costado de su cabeza mueve hacía un lado ligeramente la misma para que pueda ver mejor su cuello viendo las vendas sobre el mismo, con esa misma mano baja hasta su cuello siendo cuidadoso a la hora de tocar dicho lugar.

Toshinori parece sorprendido por la manera tan gentil en el toque de Katsuki, pero no dice nada.

—¿No te duele?—pregunta rompiendo el silencio.

—Solo me rasguño y me estranguló.—dice.—Ya no duele tanto por una crema que la madre de Izuku-kun me recomendó.—dejando eso de lado sonríe con naturalidad.—¿Acaso estabas preocupado por mi? Awww, Kacchan si me quieres.—bromea con un tono juguetón

Fue a dejar un beso burlón sobre los labios del rubio pero este le detiene dejando que la palma de su mano golpee su rostro, las risas del menor golpean la mano de Bakugo.

—Cierra la boca de una vez, pelo quemado.—dice con molestia.—Ya se cuando podremos salir.—

—¿En serio?, ¿cuándo?-pregunta curioso viendo el cielo estrellado.

—Pasado mañana, temprano pasaré por tu casa para ir al sitio.—informa.—Espero tengas preparado el culo para ese día.—

—Claro, igualmente ya creo que es hora de irnos.—deja en el bote de basura la botella del té.—Te pasaré mi dirección después, que descanses, Kacchan.—

—¡Deja de llamarme así, maldito pelo quemado!—

—¡Lo haré cuando me llames por mi apellido o nombre!—exclama riéndose—¡Por ahora ese será tu apodo!—

—¡Ya cállense malditos niños del demonio que es la una de la mañana!—se escucha por último el grito de una señora de uno de los edificios cercanos.

—¡Bésense, carajo, se les nota las ganas!—ahora escuchan la voz de una chica.

Ambos estudiantes abandonan la calle no queriendo escuchar más gritos, para la próxima pensarán un mejor punto de encuentro para hablar donde no haya gente espiando o escuchándolos por su alboroto.

Ambos están ansiosos, tendrán su primera cita.









**********

Hemos vuelto a la normalidad, sigo teniendo responsabilidades universitarias pero pasarme por aquí debes en cuando me relajada.

Soloestoyevadiendomisresponsabilidades.

Quirkless. [Bakugo Katsuki x Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora