Capítulo 77

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Su respiración agitada es notoria, un gemido ahogado abandona los labios de su acompañante, su expresión demuestra su completo placer bajo los orbes rojizos de Bakugo que sólo pudo embestir una y otra vez.

Despierta sorprendido mirando a su costado a su novio albino dormir plácidamente sin parecer perturbado por alguno de sus movimientos.

¡Está duro!

Se levanta con cuidado de no despertar a Shimura para ir al baño, ahí se sienta comenzando a masturbarse tratando de poder hacerlo rápido para no ser escuchado por el chico que duerme.

Ya se imaginaba su sonrisa burlona diciendo un "¿te pusiste duro por mi?". Desde que se han reunido de nuevo tiene una actitud más distinta pero igualmente gusta de ello.

Maldito sea Denki por haber cortado completamente su momento ese día.

[***]

—Despierta, pequeña dinamita.—se escucha la voz del albino cariñosamente.

El menor besa sus labios despertándolo de la mejor manera posible, correspondiendo el beso jalándolo de su camina para apegarlo más él.

Se separaron mirándose a los ojos por unos instantes, Shimura sonríe besando su nariz pasando de él para estirarse fuera de la cama.

—Pareces estar muy encendido para estar horas, Kacchan.—se nota el doble sentido de aquella oración.—Iré a darme un buen baño, ¿me acompañarás hoy?—

—No tengo nada mejor que hacer.—se levanta tomando la ropa que se pondrá ese día para bajar junto al albino para ir a los baños.

Aún los otros no están despiertos por ser las altas horas de la mañana, exactamente las seis de la mañana. Se duchan tomándose su tiempo, cuando el albino sale va directo a la cocina para preparar sus desayunos.

El de hebras rubias aparece viendo como el de orbes azualados grisáceos se mueve ágilmente de aquí para allá preparando el desayuno para después acercarse a él dándole una taza con café.

—Siéntate ya, para poder pasar un buen día debemos desayunar bien.—le dice tomando asiento agradeciendo la comida.

Comen tranquilamente disfrutando de que no hayan ruidos por todos lados, salen de los dormitorios saliendo de las instalaciones de la academia para ir al lugar de su cita.

Han acordado que ese día lo pasarían juntos, hasta que se haga la hora del almuerzo donde irían a la casa de los Bakugo para que Shimura pueda presentarse formalmente con los padres de su novio como tal.

Se arreglan para comenzar a subir la montaña, de repente iniciando una carrera para subir haciéndolo todo más entretenido.

—Es un hermoso día.—toma aire con una mirada de satisfacción el albino.—¿Bajamos en unos momentos?, nos tomará un poco más de tiempo bajar.—

—Mjum.—asiente el rubio sentándose a su lado dejando sus pies colgar del risco.

El otro imita su acción apoyándose un poco sobre él.

—Esto me recuerda a cuando vinimos por primera vez.—una sonrisa se queda en sus labios sintiendo aquellos recuerdos volver a él.—También recuerdo cuando te sentaste sobre aquel hormiguero.—

—Yo había olvidado esa parte, idiota.—lo regaña golpeándolo ligeramente en su brazo escuchando la risa del albino.

[***]

—Buenas tardes, señor y señora Bakugo.—saluda mientras Bakugo tiene sus manos entrelazadas.—Sé que me conocen pero aún así lo haré de la manera que es debido, me llamo Shimura _____ y soy la pareja de su hijo Katsuki.—

La mujer sonríe viendo que el chico tiene la valentía de ser tan directo y educado en esa situación, mira a su esposo que solo sonríe.

—Sabía que terminarías volteando a mi hijo después de que llegó contando que te había besado y de tantas cagadas que te había hecho.—recuerda la mujer acercándose a él.—Créeme, no pensé que alguien pudiera soportar a alguien como Katsuki.—

—¡Ya cállate vieja!—le riñe el rubio ligeramente avergonzado por estar siendo avergonzado por su propia madre.

Un golpe va por parte de su pareja.

—No le hables así, es tu madre muéstrale respeto, Katsuki.—regaña mirándolo.

—Me agradas, tienes mi completo permiso para todo.—le indica animadamente llevándolo a la sala para buscar varios álbumes de fotos junto a su esposo.

—¿Por qué la defiendes?—pregunta algo molesto con su ceño fruncido Katsuki.

—Mi madre ahora es una de las mejores personas que pude haber tenido, que otros traten mal a su madres sin razón me parece algo de mal gusto, sé que ustedes pelean un poco pero tú quieres a tu mamá.—habla con seriedad.—Hubiera querido que mi madre continuara con vida hasta ahora, creo que es también por eso que me apego tanto a Inko-san, Mitsuki-san y Rei-san.—dice.—Como ellas son tan buenas conmigo me siento feliz.—

Los orbes rojizos del chico se achican pensando que debe ser duro crecer sin madre, pensando que si hubiera sido él la hubiera pasado peor.

—Evitaré hacer contigo cerca, pero de algún modo, nosotros los Bakugo expresamos nuestro cariño así, ¿sabes?—

—Claro y los Todoroki expresan su cariño con agua hirviendo, se que suena cruel pero es verdad.—

En algún lugar cierto medio pelirrojo estornuda, en otro lugar estornuda una mujer albina.

—Buen punto.—ríe ante aquella broma cruel.

—¡Bien, vamos a mostrarle las fotos de cuando este mocoso era un pequeño demonio!—exclama de repente la mujer rubia sentándose al lado de su yerno.

Las fotos son jodidamente graciosas, toma fotos para usarlas como medio de chantaje, algo que molesta a Katsuki queriendo ahorcarlo.

Estando en la habitación del chico, el albino puede reírse aún más recalcando que era un pequeño diablo desastroso, el rubio solo lo golpea una y otra vez molesto.

—Pero vamos, eras adorable.—sonríe para que deje de golpearlo.

—¿Ya no lo soy?—

—Con esa actitud tuya, eres más apuesto y dominante que nada.—sus brazos atraen al chico dejándolos cara a cara.—Eres adorable cuando duermes.—

—Créeme aún no ves todo.—besa sus labios rudamente apegando más sus cuerpos.

—¿Chicos a—la mujer al verlos en aquella situación donde el albino le pega una patada alejándolo de su cuerpo mirándola ambos sonrojados.—Usen protección y sería mejor hacerlo mientras no esté nadie en la casa.—cierra la puerta.

—Lo que me faltaba, ahora no parara de joderme con eso hasta que muera.—maldice el de mayor estatura refunfuñando.—Esto no queda aquí.—

—Es la segunda vez que lo dices.—dice saliendo de la habitación junto a su pareja.

Apenas se sientan en la mesa para almorzar habla el hombre de cabellos castaños.

—Niños, debemos tener la charla.—dice el hombre con seriedad mirando a la pareja.

—Por favor, dele a la charla a él.—señala a su novio con una leve sonrisa.—A mi me dio la charla nuestro maestro hace tiempo.—ahora su novio lo está viendo molesto por haberlo abandonado para tener la charla.

—Hijo, después de almorzar hablaremos en la sala, ¿sí?—indica amablemente el hombre.

—Perfecto, así ____ y yo hablaremos un rato.—sonríe encantada la mujer.

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Simplemente me da risa interrumpirlos a esos dos.

Quirkless. [Bakugo Katsuki x Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora