Capítulo 58

2.8K 417 145
                                    

Las horas van pasando cada vez más rápido, los estudiantes de la clase 1-A están en los dormitorios a altas horas de la noche y se preguntan.

¿Por qué?

Hasta hace horas se ha informado la desaparición de su compañero pelinegro que parece desaparecer después de haber realizado algunos asuntos personales que tenía pendientes.

Por obvias razones todos se quedan despiertos tratando de llamar al mencionado pero el teléfono del mismo dice estar apagado generando mayor preocupación en todos.

Bakugo desvía su mirada del chat que ha llenado de mensajes de todo tipo para su novio mirando el pastel que han sacado antes de ser informados de la situación actual de la desaparición del menor.

Aprieta el celular entre sus manos.

—¿Dónde mierda estás?—gruñe lleno de frustración incluso de preocupación de no saber nada.

Cada hora que pasa disminuye la posibilidad de encontrarlo vivo, trata de no pensar en ello pero le es imposible no hacerlo cuando se trata de aquel idiota que siempre anda metido en problemas sin darse cuenta.

—Ya es hora de que todos se vayan a sus habitaciones, se que están preocupados por Toshinori pero también deben recordar que deben descansar para poderlo encontrar.—la llegada de su maestro los asusta pensando que tiene noticias del desaparecido.—Ahora váyanse a sus habitaciones, mañana continúa la búsqueda.—

Desanimados todos acatan la orden yendo a sus habitaciones tratando de conciliar al sueño, aunque tardan mucho en hacerlo.

—¿Tendrás un lindo regalo para mi?—una sonrisa esta pintada en los labios del menor que esta sentado a su lado mirándolo de reojo.

—No te creas tan importante, idiota.—bromeó con una sonrisa burlona.

—¡Soy tu novio, soy importante!—habló con un tono de indignación tirándose sobre él.

—Es sorpresa.—

—¡Entonces si me darás algo!—

Suspiró dando una vuelta en la cama, sintiendo aquel vacío a su lado con mayor profundidad que muchas veces antes.

—Aparece, idiota.—la preocupación lo está carcomiendo.

[***]

Golpea su lápiz una y otra vez sin prestarle completa atención a la clase que le están explicando, rompe la punta del mismo lápiz tras haber llegado a un punto de frustración.

—Vamos, Kacchan, deja de fruncir tanto el ceño.—por unos instantes pudo sentir sus dedos levantando sus cejas.—Si siempre tienes el ceño fruncido te aparecerán arrugas y así serás una pasa mucho antes de los dieciocho.—sonrió riendo por su propio chiste.

Aquella imagen se esfumó para su mala suerte notando que tanto puede faltarle una persona que quiere, notando que con él se siente amado en todo momento pero ahora que no está se siente horrible.

Incluso si no está ahí aún puede verlo, oírlo e incluso olerlo porque todo lo había grabado en su memoria como un pequeño recordatorio de que aquel chico para él es oro.

Inevitablemente mira hacía atrás viendo su puesto vacío.

[***]

Camina por aquel camino rocoso tratando de no caerse por pisar mal, el bolso en su espalda no está tan pesado como pensarían otros. Detiene su andar al notar a unos pasos una pequeña casa de mala muerte, no sabe cómo no se ha caído.

Quirkless. [Bakugo Katsuki x Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora