Capítulo 12: Quizás hayas llegado al límite

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12-Quizás hayas llegado al límite

**Sen**

Noto el sudor resbalando por los costados de mi frente mientras mi respiración se vuelve cada vez más agitada, a la par que las movidas de mi mano sobre mi polla mientras no despego mirada de los sensuales movimientos del stripper Komamura que se contornea como si estuviera haciéndome una danza de cortejo animal, simulando embestidas duras y tensas con cada gruñido que hace juego con mi gemido final cuando no tardo más en correrme y sonrío incrédulo tras lo que he hecho.

-Arf...ah...jaja, dioses...uf...- Komamura me ofrece una caja de pañuelos para poder limpiarme en el sillón que estoy sentado y me paso un pañuelo limpio también por el rostro para quitarme el sudor y mi flequillo mojado. –Ha sido...increíble, gracias...-

-El mérito es tuyo totalmente, Senbonzakura- me sonrojo al oír mi nombre pronunciado oscuramente por la reverberación de su máscara que siempre lleva puesta y veo cómo toma asiento en una silla frente a mí suspirando.

- ¿Mejor que la otra vez? -

-Sí...lo siento, yo...estaba bloqueado, pero hoy, en cuanto has empezado a bailar, sentía deseos de tocarme y...dioses, hacía tanto que yo no me tocaba la polla precisamente...- veo que alza sus cejas rubias por encima de la máscara sonrojándome más. –Me he sentido hombre de nuevo-

-El que seas doncel no quita que seas hombre. Tienes pene y testículos- veo que tiene su mirada fija en mi entrepierna y carraspeo mientras me guardo la polla en los pantalones y me subo la cremallera. Él se incorpora para acompañarme fuera del reservado al que vine la otra vez, aunque esta vez sin la compañía de Yyl el cual me ha deseado mucha suerte, incluso me ha regalado una caja de condones que llevo en la mochila y no pienso usar. Por ahora.

-Kuchiki-san ¿todo bien con Komamura? – miro al dueño del club, Ichimaru Gin que apenas abre los ojos mientras sonríe juguetón. - ¿El servicio ha estado a tu altura? -

-Si...por supuesto...ha sido muy gratificante, Komamura lo ha hecho genial-

-Cuando se te curen los puntos, puedo hacerte ofertas con otros tipos de baile si quieres- me sonrojo de nuevo cuando me da el folleto esta vez para que me lo lleve.

-Ya...ya me los quitaron, estoy prácticamente recuperado...- eso hace que él abra los ojos con curiosidad sorprendiéndome por su hermoso color de iris.

-Eso lo hace más interesante. ¿Te gustaría reservar cita de nuevo con Komamura? Sabes que es uno de mis hombres más caros, pero veo que te ha gustado-

-Es lo que necesito. Yo...conseguiré más dinero. Resérvame para otro día-

- ¿Algún baile en especial? – trago saliva cuando me mira de forma más perversa. –Danza cubana...danza demoníaca...baile feliz...o quizás un combo de todo...-

-Yo...escojo el baile con final feliz...- Ichimaru sonríe complacido mientras pienso en mi decisión. Hoy me he masturbado con mi mano, pero de solo imaginarme a ese enorme hombre masturbándome con su boca...uf, dioses. Lo quiero. Tengo que dar un nuevo paso y me excita de solo tener que esperar.

-Un "happy end" para el caballero Kuchiki...este fin de semana, en horario de tarde. Que tengas un buen día, chico...-

Salgo totalmente renovado del club aspirando profundamente el aire nuevo que entra en mis pulmones. No me siento culpable ni mal por volver aquí, dioses, ¡es como si empezara a vivir de nuevo! Si pudiera echar marcha atrás en el tiempo, seguramente yo....

"Habría vuelto a cometer el mismo error".

Ese pensamiento que acude a mi mente terroríficamente me hace temblar y desecho cualquier sentimiento negativo mientras camino feliz por la calle y sonriente. Me acerco a varios escaparates de juguetes que me hacen sonreír al pensar en mis pequeños. No es que les esté dando de lado, ni mucho menos...espero que lo entendáis hijos, pero mami también merece vivir un poquito... ¿no? ....

"Doncel contra Corcel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora