Capítulo 20: Quizás juzgaste mal

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20-Quizás juzgaste mal

**Jugram**

Apenas puedo contener mi expresión horrorizada y tensa mientras el director de la universidad me enseña las horribles escenas de mi hijo siendo follado como un animal por un hombre enmascarado en una habitación que desconozco. Trago saliva mirando con desconcierto al director el cual me mira con una mueca de repudio que hace que mi sangre empiece a hervir.

-Este vídeo... ¿lo ha visto todo el campus?-

-Sí señor. Está colgado incluso en redes sociales, ya es un caso viral-

-Yo no...no sabía nada de esto, mi hijo jamás haría algo así...-

-Pues lo ha hecho y estas conductas están totalmente fuera de nuestra ley. Esta universidad no va a ensuciar su buen renombre por el comportamiento lascivo de un estudiante-

- ¿Lascivo? ¡pero es que no lo ve!!! ¡¡ese hombre le está violando en el vídeo!! ¡¡mire los ojos de mi hijo, está fuera de sí! -

-Sí, ojos idos de placer por estar fornicando con un prostituto- jadeo al oír eso y el director me mira fulminante. –Lo siento señor, pero su hijo será expulsado de inmediato de esta universidad. No queremos a gente de ese tipo aquí-

- ¿De ese tipo? ....-

-Me ha entendido perfectamente. Esa clase de hombres que podéis tener hijos...- aprieto los puños ante tal ofensa y sonrío con sorna viendo como eso le sorprende y más cuando le miro con malicia.

-Así que por ser donceles, no podemos estudiar entre vosotros ¿no es así? Muchos jóvenes universitarios tienen sexo con cualquiera y siguen estudiando aquí...-

-Señor, eso no quita la conducta de su hijo que...- antes de que vuelva a decir algo malo de mi hijo alzo una pierna dándole a la mesa tal brutal patada que el hombre abre los ojos de par en par cuando ve que he hecho un agujero en la madera.

-Mi hijo...¡¡es lo mejor de mi vida!!! ¡¡totalmente sagrado para mí!! no le merecéis...soy yo el que voy a sacar a mi hijo de aquí para que vaya a una universidad de verdad, donde le acepten y valoren por lo que es...-

Salgo del despacho del director al que he dejado temblando por mi fiereza y aprieto los puños mientras camino por la calle sintiendo que el nudo en mi pecho se hace tan grande que termino sollozando con rabia delante de la gente. Aprieto mis dientes con rabia mientras miles de pensamientos homicidas cruzan mi mente. ¿Habrán sido ellos? ¿han contratado a un prostituto para captar a mi hijo como hicieron conmigo? ¿y si esa organización de bestias ha vuelto a reunirse? ¿y si el club de corceles vuelve a estar activo? Oh kami...no permitiré que me quiten a mi hijo para sus fines lascivos...

Saco mi teléfono móvil para marcar un número que nunca he querido usar, pero no tengo otro remedio. Quería haberle arrancado por completo de mi vida, pero...es imposible sacarle de mi corazón cada vez que veo a Mugetsu y le veo a él en sus ojos...maldita sea...

- ¿Jugram? - al oír una voz potente al otro lado de la línea, suspiro profundamente al límite de resoplar agónicamente. –Jugram ¿estás bien? háblame...- me muerdo la lengua ahogando todo mi orgullo y miro hacia el frente con un brillo en mis ojos verdes que podría fulminar a cualquiera.

-Necesito que, por primera vez en tu maldita vida, me hagas un favor-

**Mugetsu**

Cojo aire profundamente mientras miro el letrero luminoso del club platino al que he conseguido llegar tras averiguar un poco por mi cuenta de donde habría salido el stripper con el que me acosté. Simplemente me bastó ver el físico de mi "abusador" para buscar en internet y captar que el único club de stripper que contrata a hombres de esa fisionomía es este. Dios....

"Doncel contra Corcel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora