Capítulo 7: Quizás seas peligroso

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7-Quizás seas peligroso

**Byakuya**

Miro el jardín desde mi ventana con la vaga esperanza de ver aparecer a Renji en algún momento. Es inútil, no aparecerá por aquí hasta que termine el fin de semana y eso me desespera. Estoy aburrido, frustrado y dolorido. Pensé que mi arrebato anterior le haría suficiente efecto para atraerle de nuevo a mí, pero me equivoqué. Es más listo de lo que parece a simple vista.

Cierro los ojos inevitablemente recordando sus dedos dentro de mi cuerpo. Ah, se sintió increíble. Cómo se atrevió a agarrarme, a imponer su voluntad tras desafiarle y esa mirada salvaje que me sorprendió y encendió tanto...a fin de cuentas todos los hombres reaccionan igual cuando se ven acorralados. Él no es una excepción.

-Uf...- estoy tan sumido en mis propios pensamientos ególatras que no reparo en un pinchazo en mi bajo vientre que me obliga a mirar hacia abajo apretando los dientes. Maldición ¿ya? ¿voy a librarme de esta carga al fin? Que peor día para ponerme de parto sin tener a mi enfermero presente. Aunque claro...sería la excusa perfecta para hacerle venir....

Busco mi teléfono móvil en el bolsillo de mi yukata sonriendo satisfecho al ver el número de Renji y en cuanto empiezo a marcarlo, jadeo frustrado al sentir que otra mano ajena me quita el móvil antes de completar la llamada.

-Kisama... ¿qué crees que haces? - miro con todo mi odio a Kariya el cual sonríe guardándose mi teléfono en un bolsillo. Viene acompañado de dos de sus gorilas advirtiéndome de que no intente hacer nada raro.

-Mi querido Byakuya ¿es que no te da pena el pelirrojo? estará disfrutando de sus días libres con su pareja, también tienen derecho a follar hasta que revienten...-

- ¿Pareja? ¿Renji tiene pareja? - ese pensamiento me molesta en demasía y Kariya lo nota. –¿Quién demonios es? -

-Hisagi Shuuhei, el hijo del yakuza Jin'emon- abro los ojos al oír eso. No tenía ni idea de que Renji pudiera estar envuelto con esa gentuza ¡no me lo esperaba de él!

-Parece que ya estás teniendo contracciones, esposo. - me estremezco mirando a Kariya el cual observa de reojo a sus hombres para que se acerquen a mí mientras yo retrocedo hasta chocarme con la ventana abierta. Veo que eso pone algo en tensión a Kariya y levanto la barbilla desafiante haciendo el amago de irme hacia atrás.

-Si esos orangutanes me tocan, despídete de tu heredero-

-Vamos, vamos, Byakuya no seas crío ¿eh? Tú no tienes valor para suicidarte, no juegues...-

- ¿Qué te apuestas? No tengo nada que perder- Kariya aprieta los dientes poniéndose serio al ver que no estoy bromeando y les hace una señal a sus hombres para que retrocedan.

-Bien, tranquilízate. Únicamente quiero saber si estás preparado para dar la grata noticia de tu parto al mundo-

- ¿Al...mundo? -

-Tengo a varios periodistas esperando en la puerta desde hace días. Se mueren por ver el parto de un doncel ¡¡del doncel del próximo alcalde de Karakura!! ¡haremos unas fotografías y videos increíbles del gran momento!!- abro los ojos aterrorizado al saber lo que pretende y noto como la ira empieza a aumentar tanto como el dolor de mi vientre. ¿Fotografiarme? ¿grabarme?

En el momento en que una imagen humillante del pasado cruza mi mente, doy un alarido de rabia sorprendiendo a Kariya y a sus hombres cuando me doy la vuelta y me agarro al pretil de la ventana dispuesto a tirarme.

-¡¡¡Detenedlo!!! ¡¡no dejéis que se tire u os mataré a vosotros!!- jadeo cuando noto que tiran tanto de mi cabello como de mi yukata echándome hacia atrás y pataleo y doy puñetazos a los gorilas mientras me arrastran fuera de mi habitación y un tercer hombre se acerca con una jeringa que clavan en mi cuello haciéndome gruñir de impotencia. Maldición...mi cuerpo se está relajando...no tengo fuerzas....

"Doncel contra Corcel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora