Capítulo 22: Quizás sientas felicidad

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22-Quizás sientas felicidad

**Byakuya**

Observo en la penumbra de la habitación en la que me encuentro como Hitsugaya se remueve en sueños dentro de su cuna mientras que Renji duerme a mi lado removiéndose casi tanto como el pequeño. No puedo evitar sentirme un segundo en paz y suspiro aliviado cuando acaricio el pelo de Renji, desparramado por la almohada. Huele tan bien...es tan suave, sedoso, tan...erótico....

-Mmm...Byakuya...- abro los ojos cuando creo que le he despertado, pero simplemente ha susurrado mi nombre en sueños. Eso me sorprende y a la vez me hace sonreír internamente. No debería ser tan duro con él, al fin y al cabo, ha salvado mi vida y me ha liberado de esa cárcel en la que me ahogaba, es el único que me ha demostrado que quiere estar a mi lado más que por deseo y no tengo porqué seguir negándolo. Le conté...todo mi pasado. Esa experiencia humillante y vergonzosa que jamás pensé que conseguiría contar a nadie, pero con Renji me salió de forma tan espontánea que no me arrepiento...

Decido salir fuera de la habitación para ir hacia la de mi hermano Kouga con el que apenas he hablado al menos para agradecerle su ayuda y en cuanto abro la puerta brevemente, abro los ojos al encontrármele desnudo en la cama junto a otro hombre, ambos follando y jadeando casi al unísono mientras se besan y mi hermano mueve sus caderas entre las piernas de una persona de mi pasado que no he olvidado, Grimmjow, el cual echa la cabeza hacia atrás para jadear ante las acometidas de mi hermano.

-Byakuya...- escucho la voz sorprendida de Kouga cuando me ve observándolos y le niego con la cabeza para que no se levante.

-Seguid a lo vuestro...yo puedo esperar-

**Grimmjow**

Me retiro el pelo húmedo de la cara resoplando ante la pillada de Byakuya y veo como Kouga mira preocupado hacia la puerta hasta que me tiro encima de él mirándole como un depredador al igual que él.

-Creo que es mi turno ¿no? - Kouga me sonríe con malicia provocándome y yo le contesto con el mismo gesto. Dios, llevamos follando toda la noche, turnándonos para disfrutar de nuestros cuerpos al máximo y creo que es el mejor sexo que he tenido en toda mi vida. Actuar de pasivo y activo a la vez es la ostia. Jamás pensé que un tío como Kouga se dejaría dar, pero el cabrón es bueno tanto dando como recibiendo.

-No te cansas ¿verdad? - Kouga alza su cabeza para besarnos de forma salvaje y nos miramos detenidamente. –Mi hermano no va a esperarnos eternamente ahí fuera-

-Pues que se vaya a follar con el pelirrojo que falta le hace- me hundo entre las piernas de Kouga el cual gruñe ronco de placer mirándome con sus ojos verdes brillantes. –Mi polla aún no está saciada...ah, joder, aún estás pegajoso de la ronda anterior...- embisto a Kouga con todas mis fuerzas volviendo caer ambos en una vorágine salvaje de placer hasta que el orgasmo nos sobrecoge y caemos rendidos en la cama. Me río al oír su agitada respiración y me siento en la cama pasándome las manos por la cara para intentar espabilarme tras la brutal maratón que nos hemos dado.

-Grimmjow ¿estás bien? - noto como Kouga acaricia mi espalda en cuanto me pongo serio al pensar en Byakuya y recordar en qué malas circunstancias nos tuvimos que conocer. Ahora que vuelvo a verle tras tantos años, no sé bien qué decirle o cómo comportarme.

-Tranquilo...mi hermano ha sufrido lo mismo que tú y si no fuese por ti, él y muchos seguirían sufriendo...-

-Te equivocas. Fue Byakuya el que consiguió la llave para que yo pudiera escaparme e ir a la policía. Éramos vecinos de cuadra- Kouga gruñe al oír eso último y eso me reconforta un poco. –Yo era más crío que él y no me habían violado tanto como a él. Quizás por eso fui capaz de hacer que mis piernas corrieran sin parar hasta huir de ese maldito lugar-

"Doncel contra Corcel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora