NARRA HORACIO
Al día siguiente me despertó la voz de una enfermera que venía a traerme el desayuno y cambiar las vendas. Fue muy amable y rápida. Mire mi móvil para ver la hora y vi un mensaje del Superintendente.
Mañana se estima que Gustabo se despertará por la tarde, así que pasaré a veros a los dos- Nunca había visto al Súper tan preocupado. En parte me gusta.
Decidí utilizar la silla de ruedas para dar una vuelta por el hospital y de paso ir a ver a Gustabo aún dormido. Me cambié la ropa y me senté listo para explorar. Descubrí que en la primera planta esta la cafetería, recepción y unas cuantas consultas. En la segunda estaban los quirófanos y despachos de los doctores. En la tercera estaban parte de las habitaciones, esa era mi planta, y en la cuarta había más habitaciones, entre ella la de Gustabo. En la cafetería no me dejaron tomar nada más que agua o zumo natural por los medicamentos. Ya solo me quedaba ver a Gustabo. Subí hasta la cuarta planta en el ascensor y cruce los pasillos en los que casi me pierdo. Al llegar a su habitación piqué a la puerta, pero no había nadie. Entre y me coloqué a la derecha de su cama.
Hola Gustabo, se que no puedes escucharme- Dije de forma tranquila- pero quería pedirte perdon- comencé a llorar sutilmente- Todo fue culpa mia por aceptar el trato, tendría que haber sido yo el que aún estuviera inconsciente, no tu- entonces agarre una almohada y la abracé con todas mis fuerzas desahogándome- Lo siento.
Le agarre la mano suavemente y cerré los ojos dejando que las lágrimas corrieran por mi rostro hasta que me dormí.
Me despertó alguien con gafas de sol, expresión seria y camisa blanca con una pistolera, era el Superintendente.
Horacio, ¿Que haces aquí? Las enfermeras y yo llevamos un rato buscándote- Dijo observando como mis ojos se abrían poco a poco.
Lo siento Super- Dije todavía medio dormido.
¿Has comido?- Me preguntó.
No, llevo aquí desde las 11- Dije frotándome los ojos.
Vamos a la cafetería- Dijo.
No puedo, tengo que esperar a que Gustabo despierte- Respondí de forma tranquila.
El Superintendente suspiro.
Te traeré un bocadillo capullo- Dijo marchándose.
Me quedé a solas con Gustabo otra vez. Me acerqué más a él.
Pronto nos veremos- Dije emocionado.
Como si me hubiera escuchado comenzó a abrir los ojos lentamente.
¿Gustabo?- Pregunté de forma suave.
Horacio...- Respondió casi susurrando.
Menos mal que ya estás conmigo otra vez- una lágrima cayó por mi rostro- me alegra ver que estás bien.
Me miró y sonrió. Le devolví la sonrisa y me sequé las lágrimas. El examinó la habitación con la mirada y soltó un suspiro.
Nada puede matarme Horacio, deberías saberlo- Dijo con una mirada de superioridad.
Solté una pequeña risa.
No te rías capullo que es verdad, no se cuántos disparos tengo ya en el hombro- Afirmó.
Entro el Superintendente con dos bocadillos de tortilla y me pasó uno.
Hola papu- Dijo Gustabo.
¿Gustabo?- Preguntó mientras le daba un mordiscos a su bocadillo.
Con b de bombón- Le guiñó un ojo al Súper.
Veo que aun sigues siento igual de... Capullo- Dijo Conway de forma burlesca.
Todos soltamos una pequeña risa.
¿Que tal te encuentras?- Dijo el Super.
Bueno, podría estar mejor- Dijo Gustabo dejándose caer sobre la almohada.
¿Tienes hambre?- Le pregunté preocupado.
Bueno...- Dijo desviando la mirada.
Justo llegó una enfermera acompañada de un doctor para ver si ya se había despertado y qué tal se encontraba.
Después de examinarlo le trajeron algo de comer lo cual le alegro la cara.
Voy a atender unas cosas, ahora vuelvo nenas- Dijo Conway saliendo de la habitación.
Horacio ¿Tu que tal estás?- me pregunto Gustabo.
Bueno, bien- Dije- sobre todo porque Volkov a venido a verme- Dije murmurando con la cara roja.
¿Como? ¿El niño asustado fue a verte? Le dirías lo que sientes ¿No?- Pregunto Gustabo con sonrisa curiosa.
No pude- Respondí decepcionado.
Horacio, mirame, si fue a verte es porque se preocupa por ti así que deberías decirle lo que sientes de una vez, no va a pasar nada- Me dijo Gustabo mirándome a los ojos.
Lo intentaré- le respondí mirando hacia abajo.
Nos dimos cuenta de que ya era tarde así que decidí dejar a Gustabo descansar. El iba a tener que quedarse en el hospital una semana y media y después mantener un reposo de dos semanas.
Al cerrar la puerta tras de mi me quedé quieto.Conway que estaba en el pasillo me miró y se acercó hacia mi, no me pregunto nada ya que sabía perfectamente como me sentía y me dio un abrazo el cual me hizo sentir mejor. Ahora mismo me siento feliz de que mi hermano esté bien pero aún me sigue doliendo verlo así.
Vamos Horacio- Dijo Conway caminado hacia mi habitación.
Se despidió y se fue.
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Holii, el capítulo de hoy fue tranquilo y al fin Gustabo despierta :)
Solo quiero dar las gracias por leer mi historia <3
Es muy especial para mí y yo solo espero que os guste.
Agradecería que comentarais que os está pareciendo la historia.
PD: Cualquier error me avisan.
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QRR- // Volkacio //SpainRP
FanfictionHoracio y Gustabo forman parte del cuerpo policial de la ciudad de Los Santos. Pero Horacio siente algo especial por uno de los agentes, el comisario Viktor Volkov el cual tiene dudas a cerca de sus sentimientos. Si te gusta sigue leyendo y si no...