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Venganza

NARRA HORACIO

Hoy me desperté con los ojos hinchados y un ligero dolor de cabeza por culpa de lo que pasó ayer. Mis ganas de ir a comisaría eran nulas ya que sabía que Volkov iba a querer hablar conmigo pero yo no estaba como para verle. Después de arreglarme salí a la calle para dirigirme a comisaría. Hacía bastante frío, pero yo llevaba una chaqueta y un jersey de lana que me había regalado Gustabo por mi cumpleaños, lo que lo hacía especial. Iba a cerrar la puerta de mi piso pero antes de poder agrarrar la manilla sentí como alguien me agarraba por detrás apuntándome directamente a la cabeza con una pistola.

Como des un grito te vuelo la cabeza- El susurró en mi oído y me llevo hasta una furgoneta.

Al subir pude ver cómo los asientos delanteros estaban ocupados por dos sujetos con máscaras.

Dame el teléfono- El enmascarado que me había secuestrado extendió su mano para coger mi dispositivo aún apuntándome.

Arrancaron el vehículo sin decirme una sola palabra.

¿Que queréis de mi? ¿Quienes sois?- Yo estaba intentando controlar mi nerviosismo.

Te dijimos que volveríamos, pero esta vez no pudimos llevarnos al rubito- El hablaba con tono de burla.

Llegaron a mí cabeza los recuerdos del secuestro por el cual habíamos estado tanto tiempo en el hospital. Cada vez sentía más miedo, el pánico se apoderaba de mi poco a poco.

¿Por que a mí?- Yo intentaba buscar algún motivo por el cual me secuestraran a mí y no a cualquier otro alumno u oficial.

Porque sabemos que Conway os tiene aprecio a ti y tu amiguito- Yo estaba sentado en uno de los asientos de la parte trasera de la furgoneta, con el sujeto que me secuestró a mí lado. Llevaba un arma por lo que intentar actuar era un acto suicida.

Tras un largo trayecto llegamos a un edificio que parecía estar abandonado, el cual tenía varios pisos igual de descuidados. Bajamos de la furgoneta caminando hacia la puerta de este.

Subimos hasta el último piso en el cual solo había una silla. Me obligaron a sentarme y me ataron. En todo momento había una pistola apuntándome a la cabeza.

Bien, te vas a quedar aqui un tiempecito y vas a hacer lo que nosotros te digamos- El sujeto se arrodilló delante de mí para quedar a mí altura. Este se quedó observándome por unos segundos- Es una pena que hayas elegido estar en el cuerpo policial, estoy seguro de que te hubiera ido mucho mejor con nosotros.

Después de mirarme se levantó y junto a sus compañeros salió por la puerta dejándome solo, casi a oscuras. Yo tenía miedo, solo quería llamar a Gustabo para que viniera a buscarme e irme para acabar con esta pesadilla.

NARRA VOLKOV

Esta noche no había dormido nada, los recuerdos de la escena no me dejaban de perseguir. La mirada con la que Horacio me vio después del beso hizo que mi sangre se congelara y mi corazón se rompiera. Me merecía todo lo malo que pudiera pasarme. Ayer intenté hablar con él pero no respondió a ninguna de mis llamadas ni mensajes.

Fui a comisaría con la esperanza de poder verle y así aclarar las cosas, aunque no se si podría aguantar que me mirara igual que ayer.

Al llegar allí vi a Conway hablando con Greco, y a Leónidas y Torrente tomando un vaso de café. Caminé hacia Conway evitando las miradas de varios agentes.

Yo me quedé a su lado sin prestarle atención a su conversación. Mi mirada estaba fija en la puerta, quería ver quién entraba, por si era Horacio.

¡Volkov!- Yo me giré hacia Conway- Joder, ¿Estas bien? Llevo llamándote un buen rato.

Si si, perfectamente- Yo seguía mirando hacia el mismo punto.