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Hielo

NARRA HORACIO

Ya habían pasado cinco días desde el beso con Volkov. Al día siguiente después de visitar a Gustabo vino a verme. Comenzamos una serie de anime la cual parece gustarnos a los dos. No sacamos el tema de lo que pasó la noche anterior así que por el momento somos una amistad cercana.

Me desperté feliz debido a que hoy era la última revisión en el hospital para ya poder acabar con el reposo. Ya me había preparado, había desayunado, había arreglado mi cresta... Todo estaba perfecto. Decidí ir en autobús ya que no podía conducir y no quería molestar a nadie.

Al llegar al hospital me dirigí a la consulta lo más rápido que las muletas me permitían avanzar ya que llegaba ligeramente tarde. Al llegar allí piqué a la puerta y recibí respuesta del doctor indicándome que pasara.

Buenos dias- Dije yo saludando- Siento el retraso.

No se preocupe- Respondió el- Le veo feliz.

Si- La sonrisa de mi cara me delataba- No se lo tome a mal, pero las muletas no son un invento precisamente cómodo- Me senté en una de las sillas.

Como la última vez comenzaron las preguntas sobre posibles dolores, incomodidad, complicaciones, etc. Todo estaba perfecto. Me mandó echarme en la camilla y me examino la herida. El doctor volvió a echarme aquel spray que quemaba de tal forma que era imposible no mostrar alguna señal de dolor. Esta vez no tenía a Volkov para darme la mano, lo cual me puso ligeramente triste. El doctor me pregunto si me veía capaz de ir sin muletas. Yo le respondí que si, y me baje de la camilla para demostrarle que ya no necesitaba apoyo. Los últimos dos días estuve siguiendo las indicaciones que me habían dado de intentar caminar por distancias cortas sin las muletas. Al principio me costó, pero ya casi era capaz de caminar como antes de recibir el disparo. Al salir de la consulta fui a ver a Gustabo. Me sorprendí bastante cuando llegue allí y le vi tranquilamente dormido. Decidí no molestarle.

Al salir por la puerta me dirigía a la parada de autobús cuando alguien se bajó de un coche y me llamó.

¡Horacio!- Volkov me estaba llamando.

¿Volkov?- Le dije sorprendido- ¿Que haces aquí?

Hoy tengo día libre, y me acordé que hoy era tu última revisión- Dijo el con una leve sonrisa- Y por lo que veo ya no usas muletas, me alegro por ti- Su sonrisa creció.

Si, es un alivio- Le devolví la sonrisa.

Si quieres te puedo llevar- Volkov camino hasta quedarse delante de mí.

Hum... Bueno...- Yo no quería que Volkov gastara todos sus días libres en mi.

Como te dije hoy no tengo turno en comisaría por lo que no tengo problema- Volkov tenía las mejillas un tanto coloradas.

No hace falta, ya que me han quitado las muletas iba a dar un paseo, si quieres puedes venir conmigo- Yo estaba contenido mis nervios para no titubear.

Bueno... De acuerdo- El cerró su coche con el mando.

El invierno era frío, por lo que ambos llevábamos abrigo ya que salir sin el con estas temperaturas era un suicidio. Comenzamos a caminar sin decir nada. Yo solo quería observar la nieve, el paisaje, respirar aire frío dejando que llenara mis pulmones... Decidí frotar mis manos ya que por culpa de las temperaturas ya casi ni las sentía.

¿Tienes frío?- Volkov siempre se fijaba en todo- Tengo unos guantes.

Sacó unos guantes de su bolsillo y me los extendió. Yo veía como el también tenía las manos enrojecidas por el frió y por ello decidí no coger los guantes.