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Ambos se encontraban acostados en aquella vieja cama, Hoseok dándole la espalda a TaeHyung y este sosteniéndolo por la cintura, colocando ambas manos en su plano vientre anhelando en silencio ver a su príncipe con su enorme barriga.

Habían pasado algunos días desde la huida de Hoseok, este se encuentra sumamente arrepentido después de ver la preocupación y el enojo en la cara del hombre, definitivamente sus decisiones siempre le hacían cometer errores.

En los pocos días que había estado junto a TaeHyung había aprendido lo mucho que lo apreciaba, demostrándolo con caricias, mimos, y pequeños regalos que le daba. Y tenía que admitir que también estaba sintiendo algo por él, algo fuerte y justificable.

Sin embargo aún existía el miedo, miedo a que Kim se arrepintiera de estar con el y los dejase solos, miedo al futuro que le deparaba estar como fugitivo de la ley del reino, temía por su bebé y su futuro siendo hijo de un doncel y un rufián.

Sintió las lágrimas inundar sus ojos y un nudo en la garganta casi impidiendo su respiración, se volteó enterrando su rostro en el cuello de TaeHyung, quien lo envolvió en sus brazos dándole algunos besos en su suave cabellera.

-<¿Que le pasa mi hermoso príncipe?>- pregunto Kim acariciando la espalda de su amado, tratando de tranquilizar su pequeño llanto.

-< No me dejé nunca por favor>- lloro con sentimiento dejando salir todo el dolor que sentía en su corazón, levantó un poco el rostro para ver la cara del contrario quien le sonrio dulcemente bajando su rostro a la altura del suyo para darle un beso en los labios.



▪︎


*Tiempo atrás *

Los pequeños besos que recibía en su rostro le hacían sentirse avergonzado, poco a poco la boca del contrario fue bajando hasta su cuello donde comenzó a dejar varias mordidas y chupetones que se volverían notorias para más tarde.

Las traviesas manos de su amante bajaron hasta su cintura, estrujando la suave piel por encima de la ropa, su respiración más acelerada de lo normal, su corazón palpitando a mil, llevo su mano al pecho del hombre parando sus movimientos, para luego hablarle.

-<Detente ya>- hablo casi en suplica, viendo al mayor a los ojos, ojos que lo volvían loco al punto de aceptar cualquier barbarie propuesta por él.

El hombre sonrió tocando la suave mejilla de su rey, moviendo algunos mechones de cabello de su frente -< Te dije que no me detendría>- sonrio atacando su boca con besos rudos, adentrando su lengua a la dulce boca, sintiendo los gemidos y estremecimientos, moviendo hábilmente su lengua con la contraria demandando una danza sublime.

Llevo sus fuertes manos a su cadera para atraerlo más cerca, juntando sus cuerpos hasta que sus partes íntimas chocaron, Jungkook gimio placentero al sentir la erección de mayor.

En algún momento los ropajes desaparecieron de sus cuerpos, quedando ambos desnudos a la luz de un viejo candil que alumbraba los cuerpos de dos amantes reprimidos, dos personas que se amaban en silencio, a escondidas de los demás.

Las caricias que Jungkook recibia le hacían estremecer, sintiendo escalofríos y cada beso le causaba un choque eléctrico que recorría toda su columna.

De un momento a otro fue volteado quedando boca abajo, dejando al descubierto su esbelta espalda la cual fue besada con vehemencia, los suaves labios fueron bajando dejando una estela de tibios besos en su cuerpo llegando al lugar prohibido.

JiHo sintió tocar el mismo cielo, sus manos tomando las suaves piernas de su amor, tocando sus muslos internos, deslizando sus dedos hasta llegar a sus glúteos los cuales amasó y beso a su antojo, dejando pequeñas mordidas rojizas, subió de nuevo sus besos recorriendo su espina dorsal, llegando hasta su cuello, susurrando en su oído cuanto amor sentía por él.

Tomo la pequeña cintura de Jungkook en sus manos para ponerlo en una mejor posición, abriendo con cuidado sus piernas dejando alzado su respingado trasero.

Y Jungkook se dejó hacer, confiando siempre en el hombre que ama, dejando que hiciese lo que quisiera con el, confiando no solo su cuerpo sino también su alma.

-<¿ Confías en mí ?>- pregunto acariciando sus glúteos repasando la liena divisoria, dando unos besos más en su espalda, justo donde estaba un pequeño lunar.

-< Siempre >- suspiro casi gimiendo al sentir el miembro del mayor tocar su casi inexplorada entrada.

Ante la respuesta JiHo se introdujo en el menor, dejando ir lento y suave para no lastimarlo, sintiendo como las cálidas y aterciopeladas paredes anales le apretaban de una manera asfixiante, cuando por fin tocó fondo soltó un gemido ronco por lo deliciosa sensación.

Jungkook sintió desfallecer por la sensación de ser llenado y abierto a sus límites, algunas lágrimas traicioneras deslizándose por sus delicadas mejillas, sus manos hechas puño en aquellas viejas telas que fueron testigo de sus romances, el dolor mezclado con el placer, la falta de experiencia y el amor por aquel hombre haciendo estragos en su pecho.

Cuando JiHo tocó fondo en el, dejó salir un gemido sintiendo que moría por lo bien que se sentía, dejaron pasar algunos minutos mientras el dolor y la incomodidad se desvanecía, tiempo que aprovecharon para besarse y acariciarse.

Cuando se sintió listo dio una pequeña señal la cual fue acatada por JiHo el cual comenzó a moverse lento y suave, encajando sus dedos en sus caderas.

-< JiHo~~>- gimio sintiendo como el miembro de su amante había tocado una parte sensible en el, el contrario siguió moviéndose cada vez más rápido y duro, dejándolo casi sin aire en cada estocada.

Tomo al menor de los brazos tirando de él hacia atrás hasta que su pecho choco con su espalda sintiendo un mejor acceso, volviendo a las penetraciones, su pene casi saliendo todo y volviendo a entrar de una manera bruta, haciendo rebotar sus carnes.

Los gemidos y suspiros pesados inundaron aquel escondite, el sonido de las pieles chocando y su pene entrando y saliendo haciendo eco por todo el lugar.

Los minutos pasaron hasta que sintieron sus orgasmos llegar, Jungkook viniendose en las mantas bajo su cuerpo y JiHo en su interior, abundante y tibio.

Ambos cayeron rendidos en la cama, abrazando sus calientes y sudorosos cuerpos, susurrando y jurando amor eterno, besando sus bocas con anhelo y pasión, esta era la primera de las muchas noches que se entregaron en cuerpo y alma, la misma noche donde crearon un lazo inquebrantable, y algo que les traería alegría a sus vidas y talvez sufrimiento.

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Por si alguien no conocía a Woo JiHo (Zico), líder del grupo Block B

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Por si alguien no conocía a Woo JiHo (Zico), líder del grupo Block B.

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EL SECUESTRO DEL PRÍNCIPE FLOR (VHOPE) +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora