Capítulo 2

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SAINT

Anoche olvidé cerrar las cortinas y los rayos de sol entran a raudales por la ventana. Zee duerme plácidamente con su brazo debajo de la cabeza y su provocativa boca un poco abierta.

Hoy es el primer día de nuestras vacaciones y quiero que todo salga como lo he planeado, después de estas semanas no sé cuándo tendremos tiempo de estar juntos y solos de nuevo.

No me resisto a acariciar la espalda de este increíble hombre, sus hombros son fuertes y definidos, sus brazos dos rocas que me vuelven loco y su pelo es mi perdición. Aprovecho que está dormido para besarlo de arriba a abajo. Es la perfección hecha hombre y es todo mío.

-¿Qué haces?¿te aprovechas de un hombre dormido?- me dice un poco somnoliento aún.

-Así es, tengo que aprovechar cada minuto de estas dos semanas, empezando ahora-le respondo dándole la vuelta y subiéndome a su regazo.

Me restriego por su entrepierna sin pudor alguno, quiero provocarlo y él me sigue el juego inmediatamente.

Estamos desnudos así que todo se hace más fácil y fluido, alineo mi trasero con su impresionante polla y bajo centímetro a centímetro hasta que está toda dentro. La sensación es maravillosa, no tengo prisa, quiero que esto dure para siempre.

Me muevo lentamente apoyándome en sus brazos y besándolo de vez en cuando. No hay nada en el mundo mejor que esto, nada mejor que esta conexión que sentimos. Me hace creer que podemos con todo y que nada podrá tocarnos mientras nos tengamos el uno al otro.

-Cariño, esto es genial, por favor Saint no pares, te quiero- gime en mi oído.

Mi hombre es lo más tierno del mundo, yo le obedezco y sigo cabalgando sobre él cada vez más rápido. Apoya sus manos sobre mis caderas acelerando el ritmo y yo me derrito por dentro.

Agarra mi polla y la acaricia al ritmo de sus estocadas y se me nubla la vista, no puedo aguantar más y me corro en su mano con un grito.

Él todavía no ha acabado me tumba sobre la cama y me penetra con pasión, su cuerpo me atrapa y mi corazón quiere saltar de mi pecho. Zee entierra su cabeza en mi cuello y me dice que me ama mientras se corre en mi interior y yo no puedo ser más feliz.

-Saint, nuestro vuelo sale en 3 horas y yo no he hecho la maleta, y ahora no quiero moverme de aquí- me dice con su cabeza enterrada en mi cuello.

Le beso su preciosa coronilla y le obligo a salir de la cama, le indico que se duche y él, contra todo pronóstico, me obedece sin chistar.

Aprovecho para preparar nuestro equipaje, para lo que tengo pensado no necesitamos mucha ropa. Empaco bañadores, camisas ligeras y short cortos. Algunos vaqueros y camisetas básicas y listo.

Cuando Zee sale del baño le digo que se vista con el short y la camiseta que hay sobre la cama y voy a ducharme.

Todo va a salir perfecto Zee se merece esto y mucho más por aguantar mis ataques de neurosis todas estas semanas.

Me meto en la ducha y dejo que el agua caliente calme mi mente y mi cuerpo. Toco la cicatriz que dejó la cirugía en mi torso y un escalofrío me recorre el cuerpo. Llevo algún tiempo teniendo pesadillas con Lhong, pero no quiero que Zee lo sepa, se sentiría culpable y no quiero estropear estas vacaciones. Todo esto acabará cuando se celebre el juicio y ese chiflado pague por lo que me hizo.

Antes en mi vida me he sentido aterrado, pero esa vez fue diferente. Sólo quería vivir para ver de nuevo a Zee, era lo único que me aterraba de morir, no volver a verlo y saber que él sufriría sin mí.

Elección acertada - ZeeSaint (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora