Capítulo 17

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ZEE

La ira me embarga por momentos, es la primera vez en mi vida que no quiero ver a Saint. Le he echado mucho de menos, lo hago a cada momento, pero tengo miedo de decir algo que después no pueda borrar. Mi padre siempre me ha dicho que las palabras son como las balas, una vez que las disparas no puedes recuperarlas y no sabes a quién podrías herir. Así que decido no disparar y huyo como un cobarde, dejando a Saint con la cena preparada y cara de pasmo en la cocina.

Pongo mi moto al límite y vuelo por el asfalto para que la adrenalina queme mi rabia. Sin saber muy bien como acabo aparcando en el club, necesito una copa urgentemente.

La pista de baile está llena de gente moviéndose a un ritmo alocado, me acerco a la barra y le pido una cerveza al camarero. Me siento a observar lo que ocurre a mi alrededor sin prestar mucha atención a nada en concreto, sólo quiero dejar de pensar.

-¿Hoy estás solo?- oigo que me preguntan.

Me doy la vuelta y veo a la última persona que quiero ver ahora mismo, Joss.

-Joss, no estoy de humor por favor déjame en paz- le contesto un poco hastiado.

-¿Problemas en el paraíso?- me sigue molestando.

-Vete a la mierda- le espeto e intento salir de este local abarrotado.

Cuando llego a la moto Joss me ha alcanzado fuera. Me coge por lo hombros y gira mi cuerpo hasta que quedamos de frente con nuestra cara demasiado cerca.

-Joss te lo advierto aléjate de mí, no estoy de humor para tus boberías- lo empujo con determinación.

-Sólo quiero hablar, dame 5 minutos por favor- me suplica. Joder solo me faltaba esto hoy.

-¿Qué quieres de mí Joss? Tienes 2 minutos para explicarte y luego me largaré- le espeto.

-Quiero que me des otra oportunidad, no te he olvidado, todavía te quiero- me dice de un tirón.

Seguidamente me empuja encima de la moto e intenta besarme otra vez, esto colma el vaso de mi paciencia. Agarro su brazo y lo inmovilizo en su espalda, él chilla de dolor, si lo aprieto un poco más podría rompérselo.

-Jamás volveré contigo, deja de intentar besarme y deja de seguirme a todas partes, estoy con Saint, él es el amor de mi vida, lo que tú y yo tuvimos se acabó hace mucho tiempo, asúmelo de una puta vez- le grito.

-Dime que lo has entendido- le digo retorciéndole un poco más su dolorido brazo.

-Lo he entendido suéltame por favor me haces daño- me suplica.

-Bien, ahora lárgate y déjame en paz- le pido.

-¿Qué tiene ese hombre que te ha cambiado tanto?¿Sabes a que se dedica?¿Sabes si quiera quién es y quién es su familia?- me escupe sus palabras a la cara.

-Sé perfectamente quién es, sé a qué se dedicaba y sé quién es su familia- le respondo con una sonrisa.

-¿Y aún así lo amas?- me mira como si estuviera loco.

-Y aún así lo amo- le respondo poniéndome el casco y saliendo disparado de este maldito lugar.

SAINT

El reloj de la mesilla marca las 3 de la mañana y Zee sigue fuera, me estoy empezando a preocupar. Le he llamado mil veces y su móvil sigue apagado, le he dejado varios mensajes de voz y no he tenido respuesta.

No puedo permanecer en la cama, me voy al salón y miro por la ventana, esperando que vuelva. Siento una opresión en mi pecho, Zee está realmente herido y por primera vez tengo miedo de que no me perdone. Llevo una hora sentado en el sofá cuando oigo las llaves en la puerta y su olor llega hasta mí, me levanto como un rayo y voy a su encuentro.

Elección acertada - ZeeSaint (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora